Tipos de Coronavirus en animales de producción
¿Qué Coronavirus existen y qué importancia tienen?

Índice de Contenidos
La actual pandemia por un coronavirus nuevo (COVID-19) ha desvelado un gran interés mundial por el estudio de los coronavirus. Dentro de ellos, desde hace años se conocen algunos de gran importancia que afectan a los animales de producción. A continuación, detallaremos los más importantes y las características principales.

Los coronavirus son una familia de agentes infecciosos de origen viral llamados así porque, bajo el microscopio, sus proteínas le dan apariencia de corona en la parte más externa. Esta familia de virus se divide en dos géneros principalmente: Coronavirus y Torovirus. A su vez, el género Coronavirus se divide en tres tipos. En la tabla siguiente resumimos los más importantes que se presentan en animales de producción.
TIPO | Nombre | Sigla | Hospedador |
I | Gastroenteritis transmisible porcina | TGEV | Porcinos |
Diarrea epidémica porcina | PEDV | Porcinos | |
II | Virus hemaglutinante de la encefalomielitis porcina | HEV | Porcinos |
Coronavirus equino | ECoV | Equinos | |
Coronavirus bovino | BCoV | Bovinos | |
III | Bronquitis infecciosa aviar | IBV | Aves |
Coronavirus del pavo | TCoV | Pavos |
Tabla 1. Coronavirus importantes que causan enfermedades en animales domésticos de producción.
A nivel general, en su estructura se componen de lo siguiente: su material genético está hecho de una banda sencilla y positiva de ARN; el virus tiene una envoltura de lípidos (lo cual facilita su eliminación con agentes jabonosos).
A continuación, repasamos las cuatro proteínas básicas que componen a todos los coronavirus; las vacunas, a veces, están dirigidas a ellas precisamente por sus características:
- Proteína S (spike): es la que permite al virus unirse a las células del animal para entrar en ellas y le da al virus la característica forma de corona.
- Proteína M (proteína de membrana): es importante en el proceso de ensamblaje del virus y genera respuesta inmune por parte del animal mediante producción de anticuerpos neutralizantes e Interferón, es decir, genera inmunidad tanto humoral como celular.
- Proteína N (nucleocápside): sirve de base para la nucleocápside que tiene forma helicoidal, además, a veces es el blanco de la prueba diagnóstica de PCR.
- Proteína E (envoltura): es una proteína que participa en el proceso de formación de la envoltura del virus, está presente en bajas cantidades.
A pesar de su alta capacidad de mutación, los coronavirus de los animales domésticos que veremos en este articulo no son zoonóticos, es decir, no causan infección al ser humano. Sin embargo, es importante conocerlos y hacer seguimiento de estos porque la interacción de los coronavirus, en general entre animales silvestres y domésticos, puede favorecer la aparición de nuevos patógenos. Teniendo en cuenta que en muchas granjas es inevitable la aparición y contacto entre los animales de producción y los silvestres, se hace aún más importante este seguimiento y su conocimiento.
*Al estar íntimamente relacionados, se mencionarán en conjunto como uno solo.

Historia e impacto
La gastroenteritis transmisible porcina (TGE) se describió por primera vez en Estados Unidos en 1946 por los científicos Doyle y Hutchings, quienes a su vez lograron aislarlo. Por otro lado, la diarrea epidémica porcina (PED) se clasificó como tal en el año de 1971 en Inglaterra. Tal es el impacto de los coronavirus porcinos en el mundo que ha sido catalogado como una enfermedad de declaración obligatoria.
Transmisión
La transmisión se da principalmente por la vía oral. El virus puede ingresar a la producción a través de los animales nuevos en la granja; también por la entrada de fómites (objetos inanimados) como vehículos, personal ajeno a la granja y elementos externos. Incluso se considera relevante la transmisión por aves que entren en la granja, cuando estas entran en contacto con heces de cerdos infectados. Se considera que las cerdas lactantes y cerdos de engorde son los principales portadores del virus; luego, durante la lactación, el virus es transmitido a los lechones quienes son los más afectados. No se ha reportado transmisión intrauterina. La época invernal es cuando más se presentan infecciones por este coronavirus.
Sintomatología
Los lechones menores de 3 semanas tienen los signos más severos en toda la piara. Luego de infectarse, en los cerditos el virus se replica a nivel de intestino delgado (yeyuno e íleon) causando graves lesiones en las células de estas porciones intestinales. Dicho daño, se manifiesta en forma de diarreas severas (por mala absorción), vómito y deshidratación; luego de 3 a 5 días de presentar estos signos, el animal muere. La mortalidad en lechones puede llegar a ser del 100% causando graves impactos económicos en el sistema productivo.
Por otro lado, en animales adultos como las cerdas lactantes, el virus se replica en su tejido mamario, explicando así la transmisión por leche a los lechones. Además, en adultos los signos son más leves, presentando diarreas por 2 a 4 días y superando la enfermedad luego de este tiempo. Por ello, la mortalidad en adultos es menor del 5%.
Existen dos formas de presentación principales: la forma epidémica cursa son una mortalidad elevada en poco tiempo; la forma endémica tiene signos y mortalidad menores en un periodo de tiempo similar.
Diagnóstico y control
Para realizar el diagnóstico de la gastroenteritis transmisible porcina y de la diarrea epidémica porcina se envían muestras de tejido intestinal al laboratorio donde se someten a la prueba diagnóstica de inmunofluorescencia directa para detectar antígenos (partículas del virus). También se recurre a la hemaglutinación y prueba ELISA para detectar anticuerpos (moléculas de defensa desarrolladas por los animales para defenderse de los patógenos). La prueba confirmatoria es el aislamiento viral en cultivo celular; también la prueba de RT-PCR (reacción en cadena de la polimerasa con transcripción reversa, donde el ARN viral se transforma a ADN para ser detectado en el laboratorio) cuenta con gran sensibilidad.
En cuanto a su control y prevención, se puede usar vacuna con virus atenuado o inactivado para inmunizar a las cerdas gestantes, y así generar anticuerpos (defensas) que se pueden transmitir en el calostro a los lechones, brindándoles así una inmunidad pasiva frente al virus. También se reconoce que luego de un eventual brote, en el cual mueren casi todos los animales susceptibles jóvenes y sobreviven los adultos, la granja permanece inmune durante 3 a 5 años. Sin embargo, es lógico optar por la vacunación para evitar un brote que genere graves impactos económicos.
Bronquitis infecciosa aviar (IBV)

Historia e impacto
Fue el primer coronavirus aislado de aves domésticas hacia el año de 1936 por los autores Beach y Schalm en Dakota del Norte, Estados Unidos. Este virus ocasiona pérdidas importantes en la avicultura, al afectar la producción de huevo donde causa hasta un 50% de disminución en la postura; también afecta la producción de carne donde disminuye la ganancia de peso diaria; sumado a eso, genera una elevada mortalidad de hasta el 30% (por cepas nefropatogénicas). Por todo lo anterior, tiene grandes repercusiones de tipo sanitario y económico en la granja afectada. Se distribuye a nivel mundial.
Transmisión
La transmisión del virus se da principalmente por vía aérea a través de aerosoles expulsados por las aves enfermas cuando tosen o estornudan, liberando virus en el ambiente. También hay transmisión por vía oral y fecal, pues el virus es eliminado en la materia fecal de aves infectadas, la cual contamina fuentes de agua, utensilios y alimento, infectando así a otras aves susceptibles.
Sintomatología
La IBV, como su nombre lo indica, genera un cuadro clínico de tipo respiratorio principalmente, al generar estornudos, secreción nasal, exudado en tráquea y en sacos aéreos, tos y decaimiento. Sin embargo, también puede presentarse una forma de tipo renal y de tipo reproductivo. En la forma renal habrá lesiones en los riñones y uréteres, vistos en la necropsia y bajo el microscopio; en la forma reproductiva se producirá infección del oviducto, lo que llevará a una baja en la producción de huevos y afectación de estos últimos al salir con la cáscara blanda y deforme.
Diagnóstico y control
Para realizar el diagnóstico de la Bronquitis Infecciosa Aviar se recomienda realizar necropsia de aves enfermas; en ellas se deben tomar tejidos como tráquea, tonsilas, oviductos y senos nasales. Estos tejidos se deben enviar al laboratorio para realizar aislamiento del virus. También se utilizan las pruebas diagnósticas como ELISA, RT-PCR e Inhibición de la Hemaglutinación como complemento para dar más exactitud al diagnóstico. Por otro lado, se recomienda identificar el serotipo involucrado que está afectando la granja y/o la región para tomar las medidas más adecuadas de prevención.
En cuanto a su control, se recomienda una combinación de buenas prácticas de manejo e higiene, como desinfección total del sistema productivo y repoblación con pollitos de 1 día; esto debe sumarse a la inmunización de las aves a través de la vacunación, la cual se hace basada en el serotipo identificado. Dicha vacuna puede ser con virus atenuado y se administra en el agua, por aspersión o directamente en la conjuntiva de las aves. La mezcla de estas dos medidas mencionadas, higiene y vacunación, es clave para prevenir la enfermedad.

Historia e impacto
Algunos brotes de diarrea en terneros fueron reportados a inicios del siglo XX en EEUU bajo el nombre de Síndrome diarreico neonatal, pero solo fue identificado y clasificado con exactitud como un coronavirus hasta 1973. Se le ha llamado disentería de invierno por generar diarreas en bovinos durante los meses más fríos del año. Afecta tanto a adultos como animales jóvenes y se distribuye por todo el mundo causando importantes pérdidas económicas.
Transmisión
Se transmite tanto por la vía aérea a través de aerosoles, como por vía oral. Los animales infectados liberan, a través de descargas nasales, grandes cantidades de virus al ambiente, infectando a los animales susceptibles.
Sintomatología
El BCoV tiene dos presentaciones principalmente. Estas son:
- Cepa enteropatogénica (EBCoV): genera en terneros neonatos de 1 a 3 semanas de edad, diarreas de color amarillo que pueden durar hasta 5 días, llevando al animal a una severa deshidratación; en adultos la diarrea es de tipo sanguinolenta, acompañada por anorexia, caída en producción de leche y depresión.
- Cepa respiratoria (RBCoV): afecta principalmente terneros entre 3 y 9 meses de vida, los cuales presentan descarga nasal, lagrimeo, dificultad respiratoria y fiebre; estos signos clínicos pueden durar entre 1 y 2 semanas.
En los animales adultos el cuadro también cursa con efectos a nivel intestinal, observándose diarrea que puede ir de apariencia “pastosa” a totalmente líquida, causando una deshidratación marcada y pérdida de peso. Además, la producción de leche puede disminuir drásticamente entre 30 y 95%. Por otro lado, algunos signos respiratorios que pueden aparecer son lagrimeo, rinitis y descarga nasal. Se reconoce que en bovinos adultos la mortalidad es baja siendo solo de 1 a 2% pero con una morbilidad altísima que va entre 50 a 100%. Aproximadamente en dos semanas luego de iniciado el brote, el rebaño bovino habrá superado la enfermedad; si este rebaño es numeroso, la recuperación puede tardar hasta 2 meses.
Diagnóstico y control
El diagnóstico del coronavirus bovino es un reto para la medicina veterinaria. Una lista importante de agentes infecciosos y parasitarios pueden ser los causantes de una diarrea en un grupo de terneros y son difíciles de diferenciar entre sí a nivel clínico. Por ello, es vital realizar pruebas diagnósticas complementarias y específicas tales como: inmunofluorescencia indirecta o prueba de RT-PCR para detectar el virus.
Para su prevención existen disponibles vacunas vivas modificadas que generan inmunidad en el hato; las vacas inmunes van a transmitir estas defensas a los terneros a través del calostro. Además, se recomiendan medidas de buenas prácticas ganaderas y completa desinfección de zonas múltiples dentro de la granja.

Historia e impacto
Fue identificado por primera vez en 1951. Está estrechamente relacionado con el virus de la bronquitis infecciosa aviar. Se conoce con el nombre informal de enfermedad de la cresta azul de los pavos. Es uno de los virus que más afecta los sistemas de producción avícolas dedicados a los pavos, y también puede infectar ocasionalmente otras aves de producción e incluso aves silvestres. Se han reportado brotes importantes en Norteamérica.
Transmisión
La transmisión se da por la vía oral y fecal, donde las aves infectadas eliminan el virus en las heces. Estas contaminan el ambiente y los equipos, diseminando así el virus. Son de importancia en su transmisión las aves silvestres.
Sintomatología
Los síntomas son principalmente gastrointestinales, donde se evidencia anorexia, pérdida de peso, depresión, cambios bruscos de temperatura y diarrea. En pavas ponedoras habrá una drástica disminución en su postura. La mortalidad es variable y la morbilidad puede llegar al 100%. Las aves más jóvenes son las más afectadas por la enfermedad.
Diagnóstico y control
Para el diagnóstico de esta enfermedad se pueden enviar tejidos intestinales al laboratorio para la prueba diagnóstica de inmunohistoquímica. También se puede utilizar el suero de animales enfermos para realizar la prueba de inmunofluorescencia indirecta. Finalmente, el virus puede ser aislado al inocularlo en huevos embrionados de pavo y confirmando este método por RT-PCR.
Para su control se ha recomendado hacer una despoblación total y desinfección a fondo de las instalaciones avícolas. También, ha dado buenos resultados hacer una exposición controlada de aves que hayan superado la enfermedad, frente a aves de 5 a 6 semanas de vida para que estas últimas desarrollen inmunidad colectiva. No hay disponibilidad de una vacuna para su prevención.
Torovirus
Los torovirus, que hacen parte de la familia Coronaviridae, son menos frecuentes en los animales de producción. Por ello, mencionamos el torovirus bovino a continuación.
Torovirus bovino
Este virus afecta principalmente terneros. Se presenta de dos formas:
- Torovirus entérico bovino: los terneros de 1 a 3 días desarrollan diarreas acuosas y signos de deshidratación. Las criptas y placas de Peyer del intestino se ven tan afectadas, que recuperar la absorción y función intestinal normal se tarda aún más que con otras infecciones intestinales. Se transmite por vía oral.
- Torovirus respiratorio bovino: afecta terneros de 6 a 9 semanas de vida generando en ellos neumonía; se transmite por aerosoles.
Conclusiones
La actual pandemia por un coronavirus llamado COVID-19 ha demostrado más que nunca la importancia del estudio de los virus y su relación con los animales. Dentro de los coronavirus hay algunos que se conocen desde el siglo XX y hoy en día afectan gravemente todavía los sistemas productivos del mundo, al generar enfermedades intestinales y respiratorias en animales como porcinos, bovinos y aves. Entenderlos es un proceso clave para poder identificarlos y prevenir su aparición en las granjas; cabe mencionar que la vacuna es una herramienta clave que debe seguirse explorando.
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Jerson Andrés Cuéllar Sáenz
Estudiante medicina veterinaria (V año); Universidad Nacional de Colombia.
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