La importancia del estado inmunitario en la recepción de los terneros al cebadero

La entrada de los terneros al cebadero es una etapa muy importante dentro del proceso del cebo, la cual influirá en los resultados finales.
Los anticuerpos del calostro aportan la inmunidad pasiva al animal, que les protege sus primeros días de vida. Los terneros deben desarrollar la inmunidad activa lo antes posible tras su nacimiento, la cual protegerá al organismo ante agentes externos.
La instauración de inmunidad en los terneros de cebo contra los principales patógenos, respiratorios e intestinales, es prioritaria para lograr el éxito de una explotación, con buenos resultados en la salud y en la rentabilidad del cebadero.
La entrada al cebadero es la etapa más crítica dentro del proceso de cebo. Es una etapa en la que los animales se someten a cambios bruscos: transporte, cambio de ubicación y de entorno social, generalmente hacia la intensificación, en el caso de los terneros pasteros separación de la madre, y cambio de dieta, generando situaciones de estrés que provocan inmunodepresión, una disminución de la respuesta inmunológica debido a la reducción de la producción de citoquinas en situaciones de estrés (moléculas encargadas de dar señales a las células defensoras de nuestro cuerpo y del sistema inmunológico).
A todo ello hay que sumarle, que en muchos cebaderos nos encontramos con entradas de animales de diferentes orígenes, y a la recepción de los animales comienza una etapa intensa dentro del programa sanitario, en la que el sistema inmune debe seroconvertir las vacunas y enfrentarse a tratamientos antiparasitarios. Es recomendable luchar frente a los parásitos en las madres. En el caso de terneros pasteros, trabajar con rotaciones de pastos y en el caso de mamones, intentar que se desparasiten desde el lactoreemplazante.
Las papilas digestivas están por desarrollar y queratinizadas, por lo que es necesario un manejo enfocado a adaptar la flora ruminal y lograr un desarrollo adecuado de las papilas, comenzando con un concentrado moderado en grasa y almidones y alto en fibra, para ir introduciendo el concentrado de cebo, alto en almidones y en UFC y bajo en fibra, de tal manera, que los animales conviertan eficientemente la energía y las proteínas consumidas.
Todos estos factores hacen que el mayor número de enfermedades y bajas se produzcan durante el primer mes de cebadero. Por ello, en muchos programas zoosanitarios se aplican antibioterapias de larga duración a la llegada de los animales, para dar tiempo a que funcione la terapia vacunal y amortiguar la inmusupresión de éstos.
Los pronutrientes son moléculas complejas orgánicas de origen vegetal, capaces de estimular o regular la fisiología animal SIN causar efecto farmacológico, resistencias, residuos ni periodos de supresión. La adicción de pronutrientes inmunoestimulantes en esta etapa, ayuda a la estimulación del sistema inmune específico e inespecífico del ternero, fortaleciéndolo. Además, refuerzan la respuesta inmune a la vacunación, incrementando su eficacia y aumentando la respuesta inmune específica, teniendo un impacto positivo en la salud animal y con ello en parámetros productivos y económicos de la explotación.