Coccidiosis en Pavos
La coccidiosis en pavos es una enfermedad digestiva de importancia, no sólo por sus consecuencias directas, que incluyen diarrea, retraso del crecimiento y empeoramiento del índice de conversión, sino también porque representa una puerta de entrada para otras infecciones, como la enteritis necrótica.

La coccidiosis en pavos es una enfermedad digestiva de importancia, no sólo por sus consecuencias directas, que incluyen diarrea, retraso del crecimiento y empeoramiento del índice de conversión, sino también porque representa una puerta de entrada para otras infecciones, como la enteritis necrótica.
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ETIOLOGÍA
La coccidiosis en pavos está causada por coccidios, protozoos unicelulares del género Eimeria, que parasitan los enterocitos (células de la mucosa digestiva). Se trata de un patógeno que también es muy conocido en otras especies del sector avícola, como en el caso de los pollos.
Se han descrito seis especies de Eimeria capaces de afectar a los pavos: E. meleagridis, E. dispersa, E. gallopavonis, E. meleagrimitis, E. innocua y E. subrotunda. Estas especies parasitan partes diferentes del tracto digestivo y con distinta gravedad, por lo que los signos y lesiones que observemos en las necropsias nos ayudarán en el diagnóstico.

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CICLO BIOLÓGICO Y PATOGENIA
La transmisión de la enfermedad ocurre por vía feco-oral, cuando los pavos ingieren ooquistes infectivos (esporulados). En el intestino, los esporozoítos que contienen los ooquistes se liberan e invaden las células de la mucosa digestiva. En su interior tienen lugar diferentes fases de su ciclo productivo asexual y sexual, que tienen como consecuencia la infestación masiva y destrucción de las células intestinales del hospedador.
Este daño en la mucosa digestiva da lugar a los signos clínicos y lesiones que se observan en los animales, que incluyen diarrea, retraso en el crecimiento y empeoramiento del índice de conversión. Además, otros patógenos aprovechan que la mucosa está debilitada y la presencia de alimento no digerido para multiplicarse e infectar al animal. Este es el caso de distintas especies de Clostridium, agentes causales de la dermatitis gangrenosa y de la enteritis necrótica, esta última estrechamente relacionada con la coccidiosis (Droual & Shivaprasad, 1994).
Una vez finalizada la fase de reproducción sexual, se forman miles de ooquistes no esporulados que son excretados en las heces y, transcurrido un tiempo, esporulan en el ambiente para ser infectivos y reiniciar el ciclo de infestación.
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SIGNOS Y LESIONES DE LA COCCIDIOSIS EN PAVOS
Los signos y lesiones de la coccidiosis en pavos varían según la especie o especies de Eimeria involucradas, el número de ooquistes ingeridos y la edad y estado del animal. La gravedad de los signos y la localización y aspecto de las lesiones nos pueden ayudar a llegar a un diagnóstico, ya que variarán según las especies involucradas (tabla 1), aunque algunas especies parasitan zonas similares del tracto digestivo.

Las infecciones subclínicas cursan con retraso del crecimiento y empeoramiento del índice de conversión; en los casos más graves, la coccidiosis puede causar la muerte del animal. También pueden observarse heces líquidas y, como consecuencia, mala calidad de la cama, lo que repercute en una mayor prevalencia y gravedad de pododermatitis plantar.
Entre las lesiones comunes se encuentran engrosamiento de la mucosa digestiva y presencia de contenido intestinal de acuoso a sanguinolento. En los casos más graves, pueden observarse ulceraciones y contenido fibrino-necrótico. Se debe tener en cuenta que, muchas veces, la coccidiosis es enmascarada por infecciones secundarias, como ocurre en el caso de la enteritis necrótica, que causa lesiones extensas en la mucosa digestiva y de mayor gravedad.
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DIAGNÓSTICO
Algunas técnicas de laboratorio pueden ayudarnos a ajustar el diagnóstico. Siempre deben ir acompañadas de:
- El diagnóstico clínico, que abarca la presencia y severidad de la diarrea y la afectación de los parámetros productivos.
- Las lesiones observadas en intestino, aunque algunas son poco específicas. Para el diagnóstico diferencial de las lesiones se deben tener en cuenta las micotoxinas del grupo tricoteceno, que, a diferencia de los coccidios, causan también erosiones en pico, boca, y capa córnea de la molleja. La localización de las lesiones por coccidiosis nos da una idea de las especies de Eimeria
En el laboratorio pueden realizarse dos tipos de análisis:
- Recuento de ooquistes por gramo de heces: puede darnos una idea del grado de infestación de los animales, aunque no siempre coinciden. La observación de los ooquistes también permite identificar las especies de Eimeria Se puede utilizar el método de flotación en azúcar o en sal y cuantificarlos utilizando una cámara de McMaster.
- Estudio histológico a partir de un raspado de distintos tramos de mucosa digestiva o a partir de muestras de intestino. Estas muestras deben fijarse en formaldehído al 10%, y ser preparadas en cortes en parafina, con una tinción de H&E.
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PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO DE LA COCCIDIOSIS EN PAVOS
Tratamiento
Los signos de coccidiosis en pavos no suelen ser graves, por lo que muchas veces no se llega a tratar a los animales, a no ser que aparezcan complicaciones secundarias. En el caso de que aparezcan signos clínicos, suelen usarse sulfonamida o amprolium.
Prevención
La prevención es una herramienta preferible al tratamiento, ya que, en muchos casos, a pesar de que no se observen signos clínicos, la coccidiosis subclínica empeora el rendimiento productivo de los animales.
Existen múltiples productos llamados coccidiostatos químicos e ionóforos usados en avicultura para la prevención de la coccidiosis pero, debido a la aparición de resistencias, su eficacia es limitada. Por ello, las legislaciones de muchos países alrededor del mundo han prohibido y/o limitado su uso. Además, sólo algunos de los pocos fármacos aprobados para este fin han sido estudiados frente la coccidiosis en pavos. Si se utilizan, deben aplicarse en programas que incluyan la rotación de medicaciones de distintas clases y con distintos mecanismos de acción.
Es importante la búsqueda de nuevas soluciones, con un enfoque distinto, que permitan prevenir la coccidiosis sin la creación de resistencias. Las medidas principales que pueden aplicarse son la vacunación y los pronutrientes. En el gráfico 1 se resumen las principales ventajas e inconvenientes de las primeras.

Por otro lado, los pronutrientes representan una solución real para la coccidiosis en pavos. Se trata de moléculas activas de origen botánico capaces de estimular el funcionamiento de las células. Actúan a modo de estímulos del ADN de las células diana, de manera que incrementan la lectura de determinados genes relacionados con la fisiología de los órganos.
Los pronutrientes con importancia para el control de la coccidiosis en pavos son del grupo de los optimizadores intestinales, cuya célula diana son las células del sistema inmune local del intestino. Distintos estudios de campo demuestran que su adición en el alimento o en el agua de bebida, en pequeñas cantidades, promueve el funcionamiento normal de la inmunidad local intestinal, de manera que el sistema de defensas del animal está preparado para eliminar los coccidios cuando entran en contacto con las células digestivas.
Gracias a su mecanismo de acción, basado en la estimulación fisiológica del sistema inmune, estas moléculas no causan la aparición de resistencias y pueden reemplazar completamente el uso de coccidiostatos para la prevención de la coccidiosis en pavos.
Otro punto para tener en cuenta es la bioseguridad. Se trata de medidas que incluyen la aplicación del sistema todo dentro-todo fuera, la limpieza y desinfección exhaustiva de las instalaciones y aplicar un periodo de vacío sanitario previa a la entrada del siguiente lote. El control de plagas y de animales salvajes es de gran importancia, ya que aves salvajes e insectos como Alphitobius son capaces de trasmitir esta parasitosis.
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CONCLUSIONES
La coccidiosis es una enfermedad importante a tener en cuenta en la producción de pavos, ya que, a pesar de ser mayoritariamente subclínica, su control permite mejorar la productividad de las explotaciones y disminuir la prevalencia de otras patologías, como la enteritis necrótica.
La prevención de esta parasitosis puede realizarse mediante distintas herramientas, como los coccidiostatos, la vacunación o la administración de pronutrientes, combinadas con un programa de bioseguridad eficaz que permita eliminar y prevenir la entrada de los coccidios en la granja.
BIBLIOGRAFÍA
Droual, R., & Shivaprasad, H. L. (1994). Coccidiosis and Necrotic Enteritis in Turkeys (Vol. 38, Issue 1).
Vrba, V., & Pakandl, M. (2014). Coccidia of turkey: From isolation, characterisation and comparison to molecular phylogeny and molecular diagnostics. International Journal for Parasitology, 44(13), 985–1000.