Ahorro de energía en avicultura
El uso racional y planeado del ahorro de energía en avicultura, dentro de la granja mejora la producción, disminuye la emisión de gases y ayuda a reducir los costos para el productor.

La energía dentro de los sistemas de producción avícola tiene impacto directo sobre la termorregulación de las aves, la ventilación de la nave y la calidad del aire. Por lo anterior, para ahorro de energía en avicultura, el uso racional y bien planeado de la energía enfocado a su ahorro, proporciona una mejoría en la producción en las granjas avícolas; y, además, disminuye la emisión de gases de efecto invernadero y ayuda a reducir los costos para el productor.
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Consumo de carne avícola… ¿En aumento?
El crecimiento de la población humana durante las últimas décadas viene de la mano con el aumento en la demanda de alimento. Por ello, la FAO menciona que el consumo de carne de aves desde 1960 a 2017 se quintuplicó, pasando de 9 a 122 millones de toneladas. Se trata de una cifra significativa que ha obligado a mejorar y optimizar los sistemas productivos avícolas del mundo para aumentar la producción de carne y huevos. Este aumento en el consumo también provoca que la energía invertida también sea mayor y se vuelve necesario implementar medidas para economizar su uso.
La producción de alimentos de origen animal, específicamente de aves, constituye, según la FAO (2013), una herramienta importante en la lucha contra la desnutrición del planeta gracias a que brindan una fuente de proteína de alta calidad a muy bajo costo. Por otro lado, se impone como el sistema productivo pecuario que menos impacto ambiental genera y el que menos agua requiere.
Aún así, es necesario conocer cómo se emplea la energía en una granja de aves y cómo podemos reducir al máximo su uso para generar producciones ambientalmente sostenibles, disminuir los costos y mejorar la calidad de la producción.
¿Qué energía usan las granjas avícolas?
En estos tiempos modernos, contamos con naves avícolas de producción intensiva donde podemos encontrar concentraciones de cientos de miles de aves productoras de carne o huevo en naves cerradas de ambiente controlado. Este tipo de sistema ambiental es regulado y soportado gracias a equipos de calefacción, aireación, iluminación, enfriamiento y demás.
Por un lado, tenemos que en varios sistemas productivos avícolas se han sistematizado procesos como el suministro de alimento concentrado y el agua a disposición de los animales, a través de equipos y maquinaria destinada a esas tareas. Esto ha permitido un manejo exacto en las cantidades de alimento suministradas, evitando así su desperdicio o posibles carencias en un momento determinado. Cabe destacar que el alimento es el insumo que más inversión requiere en cualquier sistema de producción avícola, de ahí su importancia de optimizar al máximo su provisión. Así mismo, el manejo del agua a través de sistemas mecánicos automáticos evita el desperdicio de esta y disminuye los problemas asociados a camas con exceso de humedad (las cuales favorecen la aparición de enfermedades).
Adicionalmente, otros procesos de gran importancia donde se implementan tecnologías para mejorar su eficiencia son, por ejemplo, la recolección de huevo a través de una banda/cinta transportadora automática y el uso de ventiladores para mantener una temperatura y humedad ideales en el galpón. La primera tecnología mencionada hace más rápida y segura la recolecta de huevos. La segunda, es de vital importancia para garantizar una correcta termorregulación de las aves y así evitar en ellas estrés por cambios de temperatura y humedad que se reflejan en disminución de la postura o de la ganancia de peso diaria.
Así pues, si bien estas tecnologías requieren una cantidad considerable de energía para su funcionamiento, con ellas viene la optimización de esos procesos claves en cualquier granja. Evitar desperdicios de alimento y agua, disminuir pérdidas de huevos y garantizar un ambiente controlado y estable para las aves, se traducen en importantes ahorros energéticos.
El consumo de energía dependerá totalmente del tipo de producción que se tenga: por ejemplo, depende si nos especializamos en producción de huevo o carne, de las características y edades de las aves, incluso de la ubicación geográfica y de las condiciones atmosféricas donde se sitúe la granja, son algunas de las características que se deben considerar; entre otras. Así pues, al realizar una evaluación de las naves siempre podremos encontrar puntos críticos con oportunidades de ahorro de energía.
¿Qué recomendaciones puedo aplicar para ahorrar energía?
Sin importar el tipo de producción, las naves avícolas pueden ahorrar energía por medio de pequeñas acciones como:
- Cambiar el tipo de iluminación, dentro y fuera de las naves. Es decir, reemplazar focos incandescentes por fluorescentes o ahorradores de energía.
- Limpieza y mantenimiento mecánico regular de sistemas de ventilación para evitar un trabajo forzado de estos y que demanden más energía para su correcto funcionamiento.
- Cuidar detalladamente el aislamiento térmico de la nave, evitando así cambios de temperatura que demandan alta energía para volver a establecer el ambiente.
- Procurar la disminución de las cantidades de amoniaco en la cama y evitar pérdidas de agua por tuberías dañadas, las cuales incrementan la humedad relativa y alteran la estabilidad del ambiente.
¿Qué debo tener en cuenta sobre la iluminación en la granja?
Las naves avícolas utilizan una cantidad importante de energía para garantizar el aporte de luz en las distintas fases del crecimiento de las aves. De forma general, las naves avícolas suelen utilizar luz con la máxima intensidad hasta por 23 horas. Por lo tanto, en un ciclo de producción para pollo de engorde el cual dura en promedio 49 días, se utilizarían 900 horas de luz eléctrica aproximadamente; si se utilizan focos incandescentes el consumo de electricidad es entre 2600 y 3000 kWh.
Por lo anterior, es evidente que invertir en bombillas ahorradoras y de alta eficiencia, contribuyen al ahorro de energía de una producción avícola. Además, debemos tener en cuenta que la iluminación incandescente aprovecha sólo un 20% de electricidad y libera el otro 80% en forma de calor, lo cual incrementa la necesidad de implementar un sistema de ventilación y enfriado dentro de las naves para contrarrestar ese efecto. Los focos fluorescentes o de alta presión de sodio utilizan un mínimo de energía para producir cantidades similares de luz, además de tener mayor durabilidad.
Control de la temperatura… ¿qué debo saber?
El aislamiento de las naves avícolas debe optimizarse de acuerdo a la temperatura exterior de la zona. En cuanto a la instalación misma, las naves con paredes laterales fijas y sólidas siempre serán más eficientes en mantener la temperatura que aquellas naves abiertas con cortinas.
Está comprobado que las naves de anchura considerable (entre 15 y 20 metros) consumen un 15% menos de combustible. No obstante, si no se cuenta con este tipo de instalaciones, es recomendable invertir en nuevos materiales que nos permitan el mejor aislamiento térmico del galpón. También, se hace necesario un correcto mantenimiento y revisión de los materiales de aislamiento ubicados en techos, paredes y cortinas, los cuales pueden estar desgastados o dañados eventualmente.
Cabe resaltar aquí energías alternativas como lo es la energía solar. La implementación de un sistema de paneles solares brinda la oportunidad de utilizar tanto calefacción como ventilación a un precio menor y sin sobrecostos por mantenimiento. También podremos utilizar esta misma energía solar para generar energía eléctrica, de la cual hablamos anteriormente. A pesar de representar un costo considerable al momento de su instalación, pueden llegar a ser económicamente viables en años posteriores y compensar la inversión hecha con el ahorro de energía y los costos asociados.
Finalmente, para lograr un ahorro de energía considerable en nuestra producción avícola, debemos tener en cuenta todos los parámetros aquí mencionados. Además, el ahorro energético en avicultura está relacionado directamente con el buen manejo y mantenimiento de nuestras instalaciones. Estas medidas se verán reflejadas en mejores parámetros productivos, bienestar animal garantizado y condiciones ideales de trabajo para el personal.
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