Viruela aviar. Enfermedad viral en gallinas, pavos y muchas otras aves
La viruela aviar es una enfermedad viral en gallinas, pavos y muchas otras aves, producida por varias cepas del virus Variola avium, del género Avipox, familia Poxviridae y mucha afinidad por los epitelios. Los virus son muy resistentes a los factores ambientales y pueden sobrevivir por varios meses.

La viruela aviar es una enfermedad viral en gallinas, pavos y muchas otras aves, producida por varias cepas del virus Variola avium, del género Avipox, familia Poxviridae y mucha afinidad por los epitelios. Los virus son muy resistentes a los factores ambientales y pueden sobrevivir por varios meses.
El periodo de incubación es de 4 a 10 días, caracterizada por lesiones cutáneas en la piel de la cabeza y /o lesiones diftéricas en las mucosas del tracto superior digestivo y respiratorio. En la mayoría de los brotes, prevalece la forma cutánea.
La viruela aviar es una enfermedad de distribución mundial, con la particularidad de presentarse en cualquier época del año. Sin embargo, se ha encontrado que los brotes están relacionadas a las condiciones climáticas por las abundantes lluvias y altas temperaturas que favorecen el aumento de los mosquitos. Los mosquitos son los vectores principales en la transmisión del virus cuando pican o se alimentan de un ave enferma a otra sana. Estos permanecen infectivos por varias semanas.
La enfermedad causa decaimiento, somnolencia, inapetencia, adelgazamiento y a menudo diarrea. Las afecciones respiratorias causan exceso de secreciones nasales, falta de aire y respiración dificultosa y ruidosa. Si la infección afecta los senos infraorbitales se producen también inflamaciones en la cabeza.
Otra forma de transmisión de la viruela es la vía mecánica, por contacto del virus con pequeñas heridas de la piel o por la exposición de las mucosas de vías respiratorias y oculares con partículas infectadas traídas por el aire. Los comederos y bebederos usados por aves enfermas pueden causar el contagio. Cualquier jaula, alimento, implemento o ropa contaminadas deben tenerse en cuenta.
Las aves criadas en grandes concentraciones de forma industrial son vulnerables y es común que la enfermedad se difunda rápidamente. Las aves silvestres son causantes de la transmisión de la enfermedad a grandes distancias del foco de origen. La enfermedad se disemina lentamente y pueden pasar muchas semanas antes de que se convierta en una emergencia sanitaria.
La viruela, como de otras enfermedades en aves, es de suma importancia a tener en cuenta hoy día por el efecto cambio climático, el bienestar animal y por el aumento en el consumo de aves de traspatio de forma ecológica. En este sistema de producción, las aves están expuestas a altos riesgos de sufrir patologías reemergentes, ya que los mismos se hacen a cielo abierto, están en mayor contacto con aves migratorias y desconocen de sus vecinos, las condiciones sanitarias de sus animales.
Todas estas situaciones deben ser consideras para las empresas que ofrecen bienes y servicios, porque la tendencia mundial es la de una producción amigable con el ambiente, más natural y con menos residuos que afecten al ser humano. Esto, junto con la protección mediante el uso de vacunas, es el futuro.
Por lo general cuando se presenta la enfermedad, la producción de huevos baja, como el crecimiento de los pollos.
Las lesiones varían de acuerdo al estado de presentación de la enfermedad. La forma cutánea es la más común, se presenta con pápulas, vesículas, pústulas, o costras en patas, tarsos, base del pico, carúnculas y alrededor de los ojos. Suele ser una infección auto limitada, luego de un tiempo las lesiones retroceden dejando cicatrices. La mortalidad suele ser baja. El tamaño y número de las lesiones dependen de la gravedad de la enfermeda. Estas pueden alcanzar gran tamaño y suelen ser excoriadas, lo que genera infecciones secundarias de bacterias y hongos. La muerte puede ocurrir si a causa de estos crecimientos se obstruye la respiración, se impide la visión o se dificulta la alimentación. También puede ocurrir la muerte a causa de las infecciones secundarias. El cuadro se agrava cuando las lesiones son muy extendidas. De no ocurrir la muerte por estas causas el ave se recupera. Las lesiones curan completamente luego de dos a cuatro semanas después de que caigan las costras.
Las lesiones diftéricas o húmedas se presentan en las mucosas de las vías respiratorias y digestivas superiores se observan como placas amarillentas o blanquecinas que crecen en las cubiertas mucosas de la cavidad nasal y bucal, los senos nasales, la laringe, la faringe, la tráquea o el esófago. Esta forma de presentación de la enfermedad es muy grave y pueden morir hasta el 50 % de las aves enfermas.
De forma frecuente, la mucosa conjuntival dañada por el virus de la viruela aviar, es la puerta de entrada para la contaminación secundaria de otras bacterias, y por lo que el cuadro clínico se complica.
No existe un tratamiento para las aves en cría intensiva, salvo algún tipo de interés especial como mascota de gran valor, o en vías de extinción en que pudiese aplicarse algún medicamento bajo tratamiento veterinario.
La mejor medida de control en aves domésticas y en aviarios de especies amenazadas es la prevención mediante vacunación y aplicación de buenas medidas de manejo en las granjas.