Revisión: síndrome de tránsito rápido en avicultura comercial
A medida que el periodo de crecimiento en las aves de producción se acorta progresivamente y la eficiencia alimentaria mejora, el cuidado de la salud, nutrición y sanidad se vuelve cada día más exigente.

A medida que el periodo de crecimiento en las aves de producción se acorta progresivamente y la eficiencia alimentaria mejora, el cuidado de la salud, nutrición y sanidad se vuelve cada día más exigente. De modo que, una óptima conversión del alimento a partir de una adecuada absorción y metabolismo de los nutrientes formulados y suministrados en la dieta es un reto diario en avicultura comercial. La salud intestinal es un término que abarca un enfoque multidisciplinario desde una adecuada proporción de nutrientes, calidad e inocuidad hasta un equilibrio sistémico entre los procesos de digestión, absorción, metabolismo e inmunidad, sin dejar a un lado la interacción con el microbioma, la capacidad de controlar agentes patógenos, generar simbiosis, competencia y superar los daños causados por factores antinutricionales. Sin embargo, uno de los problemas entéricos de mayor repercusión económica por su impacto sobre la integridad y salud del intestino es el “síndrome de tránsito rápido (STR)” siendo una patología multifactorial y con múltiples implicaciones en su diagnóstico, control y prevención.
Importancia de la salud del tracto gastrointestinal (tgi)
El intestino es un órgano complejo que participa en actividades de digestión, absorción e inmunitarias de las aves. En el periodo posterior a la eclosión, el acceso temprano a nutrientes y agua estimulan la actividad del tracto gastrointestinal y órganos digestivos en las aves (Choct m., et al.,2009), incluso los segmentos del TGI y órganos digestivos aumentan en tamaño y peso más rápidamente en relación al peso corporal que otros órganos y tejidos. En cada uno de los segmentos intestinales se distingue una elevada actividad inmunitaria evidenciándose un mayor número de células inmunológicas en el tejido entérico que en otros órganos, abarcando un 70 % de la inmunidad sistémica. (Smith a.l., et al., 2022). Así como involucra el concepto de todo un microbioma presente en el intestino que actúa bajo mecanismos complementarios para reforzar procesos inmunitarios, digestivos y absortivos.

De modo que, comprender las interacciones entre el microbioma, las células inmunológicas y los procesos de absorción y digestión contribuye a mitigar la incidencia del síndrome de tránsito rápido y otras patologías entéricas con base en la aplicación de mecanismos preventivos en el alimento y agua de bebida.
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Motilidad del tracto gastrointestinal
La tasa de pasaje del alimento a través del TGI es influenciada por la consistencia y la granulometría del alimento, así como del contenido de agua y la cantidad de alimento consumido. Ensayos realizados para determinar la velocidad de pasaje con el uso de medios de contraste reportan un tiempo estimado desde 2.5 a 5 horas después del consumo de alimento para que este medio de contraste (bario) sea excretado a través de las heces, simulando el tiempo de pasaje del alimento ingerido. (Whittow, g.c. 2000).
La contracción de la molleja está influenciada por el estado fisiológico del animal, el tipo de alimento y el tamaño del grano; un estado de ayuno prolongado produce actividad irregular del grupo muscular, sin embargo, los movimientos peristálticos inician desde el esófago y se extienden a través del buche, proventrículo y molleja, con ondas peristálticas en intervalos de 1 onda / minuto. A diferencia del estómago muscular o molleja en la que se reportan contracciones rítmicas y regulares cada 20 a 30 segundos, en el proventrículo el tiempo de permanencia del alimento es más corto y su digestión depende de la secreción de glándulas gástricas y la activación de zimógenos.
Finalmente, a nivel intestinal se manifiestan movimientos peristálticos y segmentarios cada 5.6 a 6.3 segundos influenciados por la combinación de factores mecánicos, neurales y humorales, sin embargo existen múltiples factores que pueden generar susceptibilidad a cambios en la motilidad intestinal y una alteración de la tasa de pasaje del alimento, por ejemplo, la presencia de polisacáridos no amiláceos (PNA) incrementa la viscosidad a nivel intestinal, modifica el intercambio iónico y el estado de hidratación afectando la tasa de pasaje, así como la absorción de algunos compuestos orgánicos al adherirse al alimento y limitar el proceso de digestión. (Alba d.p, 2013) o incluso el estrés oxidativo por la presencia de peróxidos en el alimento altera los estados de homeostasis y la motilidad a nivel intestinal dando lugar a procesos inflamatorios en la mucosa, incremento en procesos de fermentación con respuesta inmunitaria no regulada asociada a la producción excesiva de especies reactivas de oxígeno y disbiosis intestinal.
Síndrome de tránsito rápido: un problema multifactorial
Son numerosos los factores exógenos que afectan la motilidad intestinal, tránsito y digestión del alimento en el pollo de engorde principalmente, desde el ayuno, inclusión de medicamentos, estrés, composición de la dieta, plan sanitario, factores antinutricionales o patógenos entéricos, y debido a que la salud intestinal debe abarcar conceptos relacionados con macro y microestructura del intestino, al “ síndrome de tránsito rápido” se le asocian hallazgos macroscópicos como presencia de alimento sin digerir, heces con aparente desprendimiento de mucosa, déficit en pigmentación, desuniformidad, deterioro del rendimiento productivo o simplemente se asocian cambios microscópicos en el epitelio intestinal que macroscópicamente no son visuales pero que tienen gran relevancia en la presentación clínica de este síndrome, con hallazgos compatibles con procesos de malabsorción intestinal por destrucción de vellosidades intestinales o alteración de los parámetros morfométricos de las mismas, procesos inflamatorios con infiltración de células polimorfonucleares (PMN), hiperplasia celular o diarrea por alteración del equilibrio homeostático y procesos hemorrágicos en lámina propia.

La presencia de agentes antinutricionales o simplemente la diferencia cualitativa o cuantitativa de contenido proteico, lipídico y de carbohidratos, así como la influencia de aditivos que participen en la composición de la dieta son los principales mecanismos que modifican condiciones del tránsito de alimento. Desde la primer semana de edad se pueden evidenciar hallazgos compatibles con “síndrome de tránsito rápido”, disbiosis intestinal y desequilibrio homeostático favoreciendo el inicio de la presentación clínica de múltiples patologías entéricas, sin embargo al realizar el cambio de alimento de la etapa de iniciación a la etapa de engorde aproximadamente al día 21 ± 2 la incidencia es más elevada, incluso se evidencian casos en campo entre los días 28 y 35 de edad por condiciones asociadas a estrés metabólico, fisiológico o ambiental.

A la necropsia es posible evidenciar cambios compatibles con proventriculitis (10%), engrosamiento de la capa córnea de la molleja (30%), vasculitis (70%), flacidez intestinal (30%), engrosamiento de la pared intestinal (80%), contenido anormal del intestino (80%), nefritis (60 %) o en algunos casos no se evidencian lesiones macroscópicas aparentes, sin embargo deben ser descartados los diagnósticos diferenciales y realizar análisis microscópico a través de histopatología.
Alteraciones asociadas a deficiente pigmentación incluso aumentando los niveles de inclusión de pigmentos naturales y desuniformidad, son algunos hallazgos en procesos crónicos de str en aves de más de 21 días de edad. La morbilidad es alta a diferencia de la mortalidad, sin embargo, en fases crónicas se genera predisposición a enteritis por agentes infecciosos invasivos que son los causantes de una mayor susceptibilidad a incrementar tasas de mortalidad.
Numerosas alternativas han sido empleadas para el tratamiento y control de cuadros clínicos asociados a tránsito rápido como el uso de enzimas exógenas suministradas para mejorar digestibilidad en respuesta a la presencia polisacáridos no amiláceos que modifican la viscosidad del contenido intestinal o incluso fitatos, sin embargo, un óptimo efecto de estas enzimas depende de la calidad y cantidad del alimento consumido, microbioma, edad de las aves y agentes antibacterianos suministrados. Así mismo, los prebióticos como ingredientes no digestibles del alimento promotores del desarrollo de bacterias saprofitas son considerados una alternativa para el control de disbiosis intestinal con múltiples consideraciones respecto a su uso, el tipo de prebiótico, el nivel de inclusión y el estado sanitario. Finalmente, los mecanismos de acción de los probióticos han sido ampliamente evaluados bajo el principio de mantener un adecuado recuento de bacterias saprofitas, exclusión competitiva y modulación del sistema inmunológico, teniendo en cuenta que la efectividad de la suplementación de probióticos depende de factores como cepa y especie bacteriana, así como edad de las aves y tipo de inclusión.

El uso de diatomeas Thalassiosira y Actinoptychus ha tomado relevancia frente al control del síndrome de tránsito rápido, caracterizadas por ser exoesqueletos de algas con una pared celular única hecha de dióxido de silicio hidratado que ralentizan la velocidad de tránsito intestinal, de modo que, un mayor tiempo de permanencia del alimento en el intestino incrementa el contacto con enzimas digestivas y microvellosidades intestinales, favoreciendo procesos de digestibilidad. Incluso se reporta una reducción de agua a nivel intestinal mediante la formación de enlaces de hidrógeno entre el silicato (Sio4) y los grupos hidroxilo (OH–) estos últimos producto de la disociación de la estructura química del agua (H2o), induciendo una mayor liberación de protones del hidrogeno (h+) con la consecuente acidificación del ph intestinal favoreciendo el ambiente del lumen intestinal para bacterias saprófitas y la actividad de algunas enzimas endógenas.
En el año 2021, un trabajo de investigación llevado a cabo en la universidad científica del sur – perú (UCSUR) representado por la Dra. Connie gallardo y todo el equipo de profesionales, tuvo como objetivo evaluar la inclusión en pollo de engorde en condiciones experimentales, de un producto basado en diatomeas activadas desarrollado por Biovet, s.a. y comercializado como Alquerfeed Diatom.
Para el diseño experimental 440 pollos fueron evaluados a través de 4 tratamientos con 5 repeticiones cada uno y 22 aves por repetición, evaluando los resultados de machos y hembras por separado, siendo un grupo tratado para machos y un grupo tratado para hembras versus los grupos control sin aditivos adicionados.
Los resultados del ensayo indicaron un menor tiempo de tránsito con una ralentización de 16 minutos, asociada a una reducción de un 8 % en la humedad de la cama y mejora en los parámetros de digestibilidad de nutrientes con un incremento promedio de 4.25 % en la digestibilidad proteica y un 3.14 % en la digestibilidad de cenizas, a lo que se atribuye un mayor rendimiento en canal principalmente asociado a un mayor porcentaje de rendimiento en pechuga. Respecto al peso e índice de conversión el grupo que recibió las diatomeas activadas tuvo 92 gramos más de peso en promedio con una mejora en conversión de 3.78% y una disminución significativa de la mortalidad (p<0.001) a partir de la segunda semana de vida y una mejor uniformidad final del lote ( p<0.001. (Figura 5)

Conclusiones
El síndrome de tránsito rápido ha tomado gran relevancia debido al impacto económico generado en la industria. Evidencia de alimento sin digerir, heces húmedas y desprendimiento de mucosa son signos clínicos evidenciados en este síndrome, sin embargo, la fisiopatología es inespecífica y pueden seguir patrones de patologías infecciosas asociadas a diagnósticos diferenciales, de modo que, al ser una etiología multifactorial requiere evaluar factores predisponentes e implementar medidas de prevención y control con el suministro de aditivos indicados en la regulación del epitelio intestinal favoreciendo la integridad de los tejidos y la regulación de la inmunidad local y sistémica. La inclusión de diatomeas activadas de los géneros Thalassiosira y Actinoptychus en el alimento como aditivos naturales e inertes que no son absorbidas por el animal han sido ampliamente evaluadas bajo el estudio de coeficientes de digestibilidad, velocidad de tránsito y parámetros productivos, demostrando que influyen en la disminución de la velocidad de tránsito intestinal en las aves de modo que un mayor tiempo de permanencia de los nutrientes a nivel del tracto gastrointestinal permite una mayor tasa de absorción y actividad de enzimas endógenas en función de favorecer parámetros productivos.
Referencias
- Alba, d. 2013. Nutritional impact of non-starch polysaccharides in broilers ross line. Ciencia y agricultura. 10 (1): 39-45.
- Choct, m.2009. Managing gut health through nutrition. British poultry science. 50(1): 9-15.
- Coello, c.l, fehérvari, t, menocal, j.a, ávila, e, 2014. 24-28 de marzo de 2014. El síndrome de tránsito rápido en pollos de engorde. Xiii seminario internacional de patología y producción aviar. Bogotá, colombia.
- Gallardo, c. (enero 18 de 2022) alquerfeed diatom para ralentizar el tránsito intestinal en aves de producción https://biovet-alquermes.com/2022/01/18/alquerfeed-diatom-para-ralentizar-el-transito-intestinal-en-aves-de-produccion/
- Golina, a., maurice, d.v. 1992. Dietary poultry fat and gastrointestinal transit time of feed and fat utilization in broiler chickens.poultry science. 71(8): 1357-1363.
- Mitchell, m.a, kettlewell, p.j.1998. Physiological stress and welfare of broiler chickens in transit: solutions not problems! Poultry science. 77 (12): 1803-1814
- Whittow, g.c. 2000. Sturkie’s avian physiology. San diego: academic press
- Vergara, p, jimenez, m, ferrando, c, fernandez, e, goñalons, e. 1989. Age influence on digestive transit time of particulate and soluble markers in broiler chickens. Poultry science. 68(1):185-189.
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