Parásitos en las aves ¿Cuáles son y cómo evitarlos?
Los parásitos externos en las aves son un problema vigente y que genera importantes pérdidas económicas en la producción avícola mundial.
Jerson Andrés Cuéllar Sáenz - 26/02/2021
Los parásitos externos en las aves son un problema vigente y que genera importantes pérdidas económicas en la producción avícola mundial.
Ectoparásitos en avicultura
Existen numerosas enfermedades que afectan la salud y producción de las gallinas ponedoras o los pollos de engorde. Un grupo importante son los parásitos y, específicamente, los externos (ectoparásitos). Los ectoparásitos son un grupo de animales artrópodos que además de generar lesiones directamente, pueden transmitir agentes patógenos como bacterias, virus, hongos y demás.
En avicultura los problemas de ectoparásitos son vigentes. En gallinas ponedoras generan disminución de la producción de huevos, anemia, incomodidad, pérdida de peso, mortalidad. Los pollos de engorde generan disminución en la ganancia de peso marcada.
En algunas ocasiones el control de los ectoparásitos en avicultura puede ser difícil por la resistencia de estos a los antiparasitarios. Algunos de ellos también son resistentes a condiciones adversas del ambiente.
Figura 1. El ácaro rojo de las aves es uno de los parásitos externos más importantes en la avicultura. Fuente: Wikimedia Commons.
Ácaros
Ácaro rojo de las aves
Causa: El ácaro rojo de las aves es el Dermanyssus gallinae. También es conocido como el ácaro de los gallineros. El nombre de ácaro rojo deriva de la coloración que adquiere el parásito luego de alimentarse de sangre de las aves.
Ciclo: Las hembras se alimentan constantemente de sangre de las gallinas. Luego de esto ponen huevos sobre el ave. Estos huevos eclosionan y de allí salen las larvas hexápodas (con 6 patas) que no se alimentan. Luego se transforman en ninfas que tienen 8 patas y sí se alimentan del ave durante la noche, de día se esconden en el galpón. Finalmente se vuelven adultas reiniciando el ciclo.
Signos: este ácaro de los gallineros durante el día permanece en las camas, hendiduras o grietas del galpón. Durante la noche se mueve y sube a las gallinas para alimentarse. Genera una disminución en la postura del 25%. Al ser un ácaro hematófago, consume sangre de las aves generándoles anemia y pérdida de peso progresiva. Sumado a eso, puede transmitir especies de la bacteria Salmonella durante la picadura.
Diagnóstico: los ácaros pueden observarse directamente entre las plumas de las aves durante la noche, se caracterizan por tener un color rojizo. También se ha diagnosticado obteniendo muestras del polvo del suelo donde el parásito descansa durante el día. Con menos frecuencia, se diagnostica por histopatología donde donde hay una infiltración eosinofílica perivascular de la dermis superficial.
Tratamiento y control: el tratamiento debe estar enfocado en el control ambiental del ácaro. La mayor parte del tiempo el ácaro permanece escondido entre grietas y rendijas del galpón. Para esto, se deben aplicar tratamientos acaricidas cuando el galpón esté en periodo de descanso, sin aves. Teniendo en cuenta que los ácaros pueden sobrevivir sin comer durante muchos meses y ser resistentes a los antiparasitarios, esta sanitización debe hacerse varias veces cuando el galpón esté en descanso.
Importancia: Es el ectoparásito más importante de las aves de producción en el mundo, sobre todo de gallinas ponedoras. Por otro lado, es un parásito zoonótico. Puede infestar otras aves como palomas, pavos y aves silvestres. También mamíferos, incluido el ser humano.
Sarna de las patas
Causa: Knemidocoptes mutans causa la sarna de las patas, también llamada «roña de las patas», «escama de las patas», «patas calcáreas», o «patas elefantiásicas» por las lesiones generadas.
Ciclo: la transmisión del parásito es por contacto. La hembra es vivípara y deposita las larvas sobre la piel del ave. Luego se transforman en ninfa y adulta posteriormente; la mayoría del tiempo sobre el animal. El ácaro infesta las patas de las aves entre las escamas. Luego de generar lesiones, el parásito cae junto a las costras al suelo. Cuando otra ave pisotea estos residuos, el ácaro se sube a ella.
Signos: las aves con Knemidocoptes mutans tienen lesiones notorias en las patas. La excavación del parásito en la piel genera exudados, descamación, resequedad y costras de las escamas de las patas. Las lesiones suelen comenzar por los dedos y van ascendiendo. El ave puede terminar con claudicaciones, y en casos más severos con artritis y postración.
Diagnóstico: el diagnóstico se hace basado en los signos observados en las patas. También se puede hacer un raspado de la piel de las patas o el envío de las escamas al laboratorio para observar en el microscopio. Se podrán identificar los ácaros de forma redondeada característicos de Knemidocoptes mutans.
Tratamiento y control: Inicialmente se deben aislar las aves afectadas para evitar la transmisión del parásito a las aves sanas. Luego, hay que limpiar las patas de las aves afectadas, retirando las escamas lesionadas. Para tratar directamente se ha recomendado la aplicación de ivermectina intramuscular o tópica sobre las lesiones. Sin embargo, debe hacerse un control ambiental aplicando en el galpón productos acaricidas.
Causa: La garrapata principal que afecta a las aves es Argas persicus.
Ciclo: Las hembras de garrapatas Argas se alimentan de la sangre de las aves. Gracias a los nutrientes obtenidos, hacen su ovoposición y al cabo de semanas, nacen las larvas. Estas larvas buscan a las gallinas para subirse y alimentarse. Luego se transforman en ninfas que se siguen alimentando de sangre del ave. Finalmente llegan a adultas.
Signos: la infestación por garrapatas blandas en las aves genera graves cuadros de anemia. Los animales con anemia lucen pálidos, están débiles, postrados, disminuye la producción de huevos y la ganancia de peso se ve afectada. Las garrapatas son importantes transmisores de otros agentes patógenos como bacterias, hemoparásitos y rickettsias.
Diagnóstico: las garrapatas se diagnostican por observación directa del parásito sobre las aves, entre las plumas. También puede enviar las garrapatas a un laboratorio para confirmar su diagnóstico.
Tratamiento y control: se recomienda hacer un control integrado de garrapatas. Para esto, se deben aplicar métodos químicos como los antiparasitarios organofosforados, carbamatos o piretroides según indicación veterinaria. Además, se debe complementar con un manejo ambiental y biológico. Esto incluye hacer una buena sanitización de los galpones en los periodos de descanso, para eliminar estadios como huevos, larvas, ninfas y adultas. También se debe hacer control de aves silvestres para evitar la entrada de garrapatas al galpón.
Figura 3. La garrapata blanda de las aves Argas sp. tiene forma aplanada.
Piojos
Los piojos son un grupo de parásitos que afectan a las aves de producción de forma recurrente. Existen varias especies involucradas que aquí se nombrarán por igual bajo la denominación de pediculosis, lo que significa la infestación por piojos.
Pediculosis en avicultura
Causas: Cuclotogaster heterographa (piojo de la cabeza), Lipeurus caponis (piojo de las alas), Menopon gallinae (piojo de las alas) Menacanthus stramineus (piojo del cuerpo). Los piojos en aves son variados y pueden diferenciarse por su ubicación predilecta en el ave infestada.
Ciclo: Los piojos realizan todo su ciclo sobre el ave; por esta razón la transmisión ocurre por contacto directo entre aves. Las hembras adultas ponen huevos en la base de las plumas, llamadas comúnmente liendras. De las liendras nacen larvas que posteriormente se transforman en ninfas. Finalmente se convierten en adultas.
Signos: los piojos suelen comer detritus presentes en la piel de las aves. Sin embargo, su presencia genera lesiones que pueden llegar a sangrar; los piojos se alimentan de las heridas también. A largo plazo, la pediculosis genera debilidad, anemia, postración, disminución en la producción de huevos.
Diagnóstico: el diagnóstico se puede hacer por observación directa de los piojos entre las plumas. También colectando plumas de las aves y enviándolas al laboratorio para confirmar su presencia.
Tratamiento y control: se debe tener en cuenta que los piojos viven todo el tiempo sobre las aves y por lo tanto el tratamiento se realiza sobre ellas. El manejo ambiental puede ser un complemento, evitando la entrada de aves externas. Los piretroides son un grupo de antiparasitarios que pueden aplicarse en polvo o aspersión sobre las aves. Debe tenerse en cuenta el tiempo de retiro y evitar intoxicaciones pese a que son seguros.
Figura 4. Piojo Menopon Gallinae de las aves.
Conclusiones
Los parásitos externos pueden generar cuadros clínicos importantes en las aves infestadas. Además, su presencia se traduce en un impacto negativo en la producción sea de huevo o carne en avicultura. Se debe vigilar constantemente su aparición para realizar un tratamiento y control adecuados y a tiempo.
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