Manejo en granja de reproductoras
El manejo en la granja de aves reproductoras es un componente fundamental de la avicultura que debe optimizarse en cada etapa.

El manejo en la granja de aves reproductoras es un componente fundamental de la avicultura que debe optimizarse en cada etapa.
La avicultura tiene dos tipos de producción: el primero es la producción de huevos no fértiles destinados al consumo humano. El segundo, es la producción de pollo de engorde destinado a la producción de carne. Para obtener los animales destinados a producción de huevo o de carne, se requiere la participación de una granja de reproductoras.
En estas granjas las aves comerciales de primera generación producen huevos fértiles que, luego de incubarse, se convertirán en cada tipo de ave de producción.

Pollitas y crecimiento: etapas clave
El manejo en granja de reproductoras empieza desde antes de la llegada de los pollitos. La adecuación de las instalaciones incluye una serie de aspectos importantes en el manejo de los pollitos y sus etapas de crecimiento posteriores, las cuales se resumen a continuación:
- Una completa sanitización y bioseguridad de todos los equipos donde se instalarán los pollitos.
- Preparar la cama y que esta tenga una temperatura adecuada entre 28°C-30°C, para lo cual se calienta el material que la compone.
- Establecer y controlar los rangos óptimos de la humedad relativa y la temperatura ambiental para generar confort en los pollitos.
- Controlar la ventilación de la nave avícola para asegurar un adecuado flujo de aire.
- Mantener en buen estado los comederos y bebederos y vigilar visualmente el apetito de los pollitos.
- Instaurar una buena iluminación con 80-100 lux durante la crianza para fomentar el consumo de alimento y agua.
- Registrar los pesos por semana para crear curvas de crecimiento y fijar objetivos a cumplir.
- Determinar el sexo de los pollitos a los 28 días. Los machos y las hembras deben criarse por separado hasta la semana 22-24.
Manejo del alimento y del agua
El manejo en granja de reproductoras en cuanto al alimento y el agua va de la mano con el seguimiento de los pesos corporales. Es totalmente necesario que cada semana se realicen 2 o 3 mediciones de peso corporal a los lotes de aves para establecer curvas de crecimiento y verificar si se están cumpliendo los objetivos de peso adecuados. El objetivo es evitar tanto el sobrepeso como la falta de peso de los machos reproductores.
En la granja de reproductoras se puede utilizar la administración de alimento ad libitum durante las primeras cuatro semanas de vida. Posterior a esto, el alimento se suministrará de acuerdo con los pesos del lote y sus requerimientos. Cabe resaltar que el manejo es similar tanto para machos como para hembras, y que cambia respecto al tipo de alimento suministrado o la cantidad.

Finalmente, es necesario establecer medidas exactas para la distribución de los comederos y bebederos en la granja. Esta característica en la granja de reproductoras debe tenerse en cuenta porque asegura el crecimiento parejo del lote y el consumo de alimento por igual de todas las aves.
Importancia de la luz en el manejo de reproductoras
La iluminación es un parámetro que siempre se considera en avicultura, incluyendo la granja de reproductoras. Se recomienda que los primeros días donde se reciben y crían los pollitos, la mayor parte de la jornada estén con iluminación de 60 a 100 lux. Con el tiempo, se hace una disminución paulatina de la iluminación tanto en tiempo como en intensidad. La iluminación a temprana edad favorece el consumo de alimento, desarrollo del sistema inmune y del sistema digestivo.
A las dos semanas de edad, la iluminación se debe brindar por 8 horas diarias. Además, es importante verificar que la iluminación sea uniforme en todo el galpón. Esta iluminación se mantiene hasta las 20 a 21 semanas donde las aves pasarán de la crianza a la producción. Una vez allí, se incrementará la iluminación dependiendo el sistema disponible y solo cuando las aves hayan madurado completamente y tengan la condición física ideal para reproducirse.
Se destacan tres tipos de iluminación en la granja de reproductoras según las instalaciones y el manejo de la luz:
- Crianza en galpones oscuros y posterior producción con luz natural.
- Crianza en galpones oscuros y posterior producción en alojamiento oscuro.
- Crianza con luz natural/semi oscuro y posterior producción con luz natural.
Cada uno de estos tipos de manejo de la iluminación tiene diferentes consideraciones relacionadas con las horas de luz y horas de oscuridad, manejo de luz natural, intensidad de luz, entre otras variables. Cuando las aves han alcanzado su madurez sexual y tienen buena condición física, una iluminación alta incrementa notablemente su rendimiento reproductivo. Sin embargo, esto va de la mano con los tipos de iluminación mencionados.
Huevos fértiles en la granja de reproductoras
El éxito en el manejo de la granja de reproductoras radica en cumplir su objetivo principal, el cual es producir el mayor número de huevos fértiles y viables. Una vez que las aves empiezan a aparearse y a producir huevos fértiles, se deben tomar medidas de manejo para asegurar un rendimiento adecuado. A continuación, se mencionan algunas pautas que favorecen la incubabilidad de los huevos fértiles.
- Revisión periódica de las casetas de postura para evitar huevos fértiles en el piso, al menos cuatro a seis veces al día
- Limpieza de los nidos constante para evitar huevos fértiles tengan excremento o material sucio adherido.
- Asegurar temperatura en los nidos similar a la incubadora, recogiendo los huevos fértiles y enfriándolos a 21-25°C lo cual reduce la mortalidad embrionaria
- Entrenamiento del personal para fomentar la higiene durante la recolección de huevos fértiles y el cuidado en su manipulación
- Utilizar los equipos recomendados para la colecta y transporte de los huevos fértiles y evitar el daño de estos
- No mezcle los huevos de piso con los huevos fértiles recolectados en el nido para evitar contaminación
- En los sistemas de nidos mecánicos evite que los huevos fértiles se acumulen y programe la recolección.
- Realice la desinfección y limpieza manual de los huevos fértiles recolectados según las indicaciones del médico veterinario y casa comercial.
- Establezca protocolos de transporte y clasificación de los huevos fértiles. Además, siga las recomendaciones de las casas comerciales sobre la temperatura y humedad ideales para asegurar la viabilidad de los huevos fértiles recolectados.

Buenas Prácticas de Bioseguridad
Dentro del manejo en granja de reproductoras es indispensable establecer protocolos y medidas de bioseguridad. Un enfoque de Buenas Prácticas de Bioseguridad incluye todos los puntos críticos relacionados con la sanidad y la prevención de enfermedades en el galpón. A continuación, se resumen algunos de los aspectos más importantes de la bioseguridad en granja de reproductoras que se deben considerar:
- Sistema todo dentro todo fuera: este principio de bioseguridad aplica tanto para vehículos, como personal, equipos y aves. Implementar este protocolo previene la entrada y salida de agentes infecciosos de la granja.
- Control de parásitos externos: esta medida de bioseguridad previene la entrada de agentes infecciosos movilizados en vectores como piojos o moscas. Además, previene la disminución en La eficiencia reproductiva debido al parasitismo.
- Programa contra helmintos y coccidiosis: los parásitos internos constituyen uno de los problemas más importantes en el manejo de granja de reproductoras a nivel sanitario. Establecer un programa antiparasitario enfocado en estos patógenos mejora el rendimiento reproductivo de las aves.
- Control de otros animales: los insectos, roedores y aves silvestres pueden actuar como vectores y reservorios de enfermedades, poniendo en riesgo la bioseguridad de la granja. En el manejo en granja de reproductoras las instalaciones deben estar diseñadas pensando en el control de animales externos.
- Programas de vacunación: las vacunas son un pilar en un programa de bioseguridad en granja de reproductoras, debido a su papel en la prevención de enfermedades virales y bacterianas que pueden causar alta mortalidad y morbilidad.
- Uso responsable de medicamentos: un manual de bioseguridad debe incluir protocolos para el manejo de medicamentos en la granja de reproductoras.

Uso de pronutrientes en aves reproductoras
Los pronutrientes son moléculas activas que mejoran el sistema inmune de las aves frente a los patógenos ambientales. Estas moléculas son una alternativa natural para el control de algunas enfermedades infecciosas de importancia en avicultura como la coccidiosis. Contra esta patología existen pronutrientes optimizadores intestinales que inducen la expresión de genes relacionados con proteínas especializadas contra la Eimeria spp. como las interleucinas IL-1, IL-12 e IL-18. Los pronutrientes no crean resistencias ya que no combaten directamente los patógenos, sino que favorecen los mecanismos inmunes en su control. Por ello, son una gran ayuda para el control de las enfermedades infecciosas en aves reproductoras.
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Por otro lado, los pronutrientes optimizadores intestinales contribuyen a mejorar la función digestiva, lo cual reduce la incidencia de huevo fértil sucio las granjas de reproductoras pesadas. Estas moléculas naturales optimizan la fisiología de las células intestinales y promueve la renovación de su mucosa, lo cual mejora la resistencia a las infecciones.
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CONCLUSIONES
La granja de reproductoras es dentro de la avicultura un sistema fundamental que produce los animales destinados a producción de huevo (aves ponedoras) o producción de carne (pollo de engorde). El manejo en estas granjas es complejo y debe considerar diferentes aspectos que tienen incidencia en la reproducción de las aves.
El manejo en granja de reproductoras inicia con la llegada de los pollitos y su crianza. En esta etapa deben considerarse aspectos de alimentación e iluminación. Posteriormente, durante el desarrollo de las aves reproductoras el alimento tendrá un papel fundamental.
La iluminación en granja de reproductoras es un aspecto para manejar cuidadosamente para obtener el mayor rendimiento reproductivo en su pico de producción. Esto va de la mano con el tipo de instalaciones disponibles en la granja.
El huevo fértil y viabilidad de este durante la incubación, es el objetivo final de cualquier granja de reproductoras. Se deben tomar medidas preventivas para mantener una buena incubación de estos huevos.
Finalmente, en cualquier granja de avicultura es fundamental establecer medidas de bioseguridad que permitan prevenir la aparición de enfermedades.
Jerson Andrés Cuéllar Sáenz
Estudiante medicina veterinaria (V año); Universidad Nacional de Colombia.
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