«La avicultura tiene la capacidad de convertirse rápidamente y adecuarse a las condiciones que se presenten»
Entrevista con el Ing. Luis Eduardo Valle Coello, presidente de la Asociación Latinoamericana de Avicultura, en motivo del 50 aniversario de la entidad.

La Asociación Latinoamericana de Avicultura cumple 50 años de historia. El 23 de abril de 1970 sus fundadores dieron comienzo a esta organización que pretendía unir esfuerzos y coordinarse con los países de producción avícola de Latinoamérica. Medio siglo después, la entidad sigue trabajando en este sentido con el objetivo de mejorar la alimentación y nutrición de la población y generando el desarrollo competitivo del sector avícola latinoamericano. Sus retos, seguir adaptándose e innovando frente a las necesidades cambiantes que presentan el mercado y la sociedad actual.
La Asociación Latinoamericana de Avicultura cumple su 50 aniversario. ¿Cuáles son los principales logros de la entidad que le gustaría destacar?
Uno de los principales logros ha sido poder aglutinar en una entidad a la mayoría de los países latinoamericanos avícolas en un solo objetivo: mejorar cada día la alimentación y la nutrición de la población de la región, a través de alimentos de alta calidad proteica como el huevo, el pollo y el pavo.
Esto ha permitido que los avicultores latinoamericanos tengan voz propia para presentarse ante los consumidores y para defender sus intereses con los tomadores de decisiones a nivel global, como los organismos internacionales gubernamentales encargados de dictar normas, regulaciones y directrices que afectan a la industria. También ha permitido participar en la promoción de las mejoras e innovaciones que permanentemente se están dando en el sector.
Durante la trayectoria de la asociación, la industria avícola ha cambiado notablemente. Mientras que en los inicios destacaba por ser una industria local, en su mayoría, hoy en día, el mercado se ha globalizado y las integraciones de empresas son una tendencia. ¿Cómo cree que afectan estos cambios al sector avícola latinoamericano?
La globalización de los mercados ha sido una gran oportunidad para la industria avícola latinoamericana. Ha permitido su crecimiento mediante el comercio internacional y la transmisión de conocimientos. Esto la ha convertido en una industria pionera en tecnología, organización y desarrollo, modernizándola en respuesta a las nuevas demandas. Su integración como cadena de valor asegura el suministro de la mejor genética, alimentación y formas de producción; permitiendo poner nuestros productos en todo el mundo con la calidad y las condiciones del más alto estándar.
Sin embargo, la globalización también ha representado desafíos a los productores de muchos de nuestros países que tienen que competir con productos de otras regiones, que cuentan con ayudas estatales y subsidios que dificultan una gestión y una competencia justa.
¿Cuáles son las principales acciones que realizan desde la asociación para unificar y dar fuerza a los productores latinoamericanos?
Tomando en cuenta las particularidades de la producción avícola en nuestros países, ALA ha potenciado las mejores prácticas y el esfuerzo mancomunado para trabajar en varios ejes que nos son comunes, ellos son: La sanidad e inocuidad de los productos y en todo momento la salud y seguridad de los productores; la búsqueda constante de la competitividad ante una población cada vez creciente y más exigente y la sustentabilidad ambiental de la actividad avícola.
Estos son los ejes en los que se enfocan el trabajo de la Asociación y que comprometen a todos sus miembros, que cooperan entre sí con objetivos claros y una visión común que separados e individualmente sería difícil lograr.
El trabajo que se realiza desde ALA cubre todo el territorio latinoamericano, ¿cuáles son las principales diferencias que podemos encontrar en el territorio en cuanto a producción avícola?
Cuando hablamos de una región con una población de alrededor de 630 millones de habitantes, como lo es América Latina y el Caribe, con una realidad de cultura, historia y niveles de desarrollo distinta, es de esperar que la forma de hacer las cosas refleje estas características. Sin embargo, a pesar del territorio que cubre ALA, con 18 países latinoamericanos y 5 del Caribe, que se comunican en tres idiomas, podemos señalar que las diferencias en la producción avícolas en cierto modo se complementan. Tenemos países que son grandes productores y exportadores de granos, de pollo, de huevos y otros productos, que constituyen importantes suplidores, no solo a lo interno de la región si no a nivel global. Y tenemos países netamente importadores que están transitando hacia el logro de una producción eficiente y rentable que abastezca sus mercados nacionales permitiendo un intercambio justo.
¿Qué retos afronta la producción avícola latinoamericana en esta etapa?
Adaptarse y seguir innovando, siguiendo las condiciones de los mercados para superar las limitaciones que se dan. Los cambios en las condiciones económicas de cada país y del entorno internacional, las nuevas reglas y las distintas necesidades de la población hacen necesario mantenerse a la vanguardia de la producción de alimentos. El objetivo es seguir siendo la elección conveniente por su accesibilidad, contenido nutricional e impacto en las condiciones sociales de la población. Esos son en resumen nuestros grandes retos.
¿Cómo ha afectado la pandemia del COVID-19 a la industria? ¿Cree que tendrá consecuencias en la producción avícola a medio plazo?
El Covid -19 ha provocado serias afectaciones a la industria avícola latinoamericana, uno de ellos es la distorsión que se generó en los mercados.
Al principio de la crisis los mercados de huevo se convulsionaron. Los consumidores entraron en pánico y realizaron compras excesivas generando una sobre-demanda del alimento y, al mismo tiempo, un importante incremento en los precios. En términos generales podría hablarse de casi el 20% de aumento, sin embargo, esta situación ya pasó y se regresó a las compras habituales.
En los mercados de pollo, la afectación permanece, ya que se cerraron los canales tradicionales de comercialización (restaurantes, hoteles y todo lo que se refiere a los banquetes y celebraciones). Esto afectó el canal de comercialización hasta en 30 %, teniendo como consecuencia adicional el desplome de los precios del cárnico.
Ante esto, los productores avícolas, tuvieron que reorientar la comercialización de sus productos hacia mercados que sí tenían un flujo constante, no obstante, los precios de la carne de pollo al productor no se han podido recuperar en muchos lugares.
Toda esta situación tendrá impacto de mediano y largo plazo en el plano económico, social y de políticas públicas. La capacidad de adaptación de la industria será clave ante esta realidad.
Hablemos ahora de las nuevas tendencias de reducción de uso de antibióticos y aditivos químicos que se están dando por ejemplo en el mercado Europeo, ¿cree que es importante seguir este camino para asegurar la seguridad alimentaria y sostenibilidad?
El tema del uso responsable de antibióticos y producción saludable no es exclusivo de otras regiones. En Latinoamérica hemos venido trabajando en la mejora continua de la producción avícola mediante la capacitación de los productores y campañas demostrativas del beneficio de estas prácticas para una buena seguridad alimentaria y nutricional que este en armonía con el ambiente. Estamos precisamente trabajando en la formulación de un proyecto con el IICA para intensificar nuestra acción a favor de transmitir conocimiento científico a los productores avícolas sobre este tema.
Relacionado con la pregunta anterior, esto también tiene un impacto en el consumidor que cada vez más busca productos ‘ecológicos’, ¿se observa esta tendencia también en el Latinoamérica?
El consumidor latinoamericano también es consiente y pide que la producción de alimentos, incluyendo los de origen avícolas, se dé no solo observando los más altos estándares de calidad e inocuidad, sino también, en armonía con el ambiente de manera que se garantice la sostenibilidad de los recursos para el uso de todos. Esa preocupación también es de la industria avícola y, por ello, cada vez más se pone énfasis en las prácticas de manejo sostenible en todos los sistemas de producción que utilizamos en Latinoamérica.
¿Qué medidas ha implementado la industria avícola para reducir la producción de gases invernadero?
Como es sabido, y así lo reconocen las agencias internacionales que trabajan en la medición y seguimiento de la producción de gases con efecto invernadero, la avicultura es una de las producciones de proteína animal que menos emisiones tiene. Los avicultores trabajan de forma continua en la búsqueda de tecnología y prácticas para reducir la emisión de gases de efecto invernadero para preservar el medio ambiente. Las inversiones que se hacen en la industria avícola en el manejo de los desechos, y en producción limpia, van dirigidos hacia ese fin: ser la industria menos contaminante en beneficio de todos.
¿Considera que la industria avícola puede colaborar, de forma notable, en sostener una población humana que pasara de 7 mil a 10 mil millones de habitantes en los próximos 25 años?
Por supuesto, la industria avícola tiene la capacidad para mantener una oferta de proteína animal totalmente sustentable que tenga como resultado ofrecer alimentos de alta calidad nutricional, como lo tienen el huevo, pollo y pavo, a precios accesibles para prácticamente toda la población en el mundo, no solamente en Latinoamérica.
De hecho, de acuerdo con estudios elaborados por Rabobank, la avicultura tiene la capacidad de convertirse rápidamente y adecuarse a las condiciones que se presenten en los distintos entornos económicos, sociales y alimenticios.
¿Cree que la industria avícola está suficientemente representada en el proyecto 2030 de Naciones Unidas?
Desde el 2017, ALA ha participado en reuniones organizadas por la FAO con representantes de organizaciones privadas para evaluar la participación de la sociedad civil organizada y de los agentes de producción en el logro de los ODS de Naciones Unidas. En dos de las reuniones en las que participamos desde entonces, ALA señaló e insistió en el hecho de que la participación activa de los que generan riqueza, trabajan los recursos naturales y representantes de la sociedad en general, es la manera más efectiva de lograr los objetivos propuestos. Creemos que se debe incluir con mayor presencia nuestra participación en los debates, análisis e informes de seguimiento, avances y medidas para ver verdaderos resultados en este tema.
No obstante, puedo señalarle que de facto la avicultura contribuye a varios de los ODS, como lo hemos resaltado en la campaña de divulgación que realizamos en octubre y noviembre del año pasado. El papel de la industria en alcanzar estos objetivos es un compromiso de todos.
Contribución de la Avicultura a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas
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