Mastitis bovina: enfermedad mundial
La mastitis bovina es una de las enfermedades más frecuentes del hato lechero. Tiene un gran impacto en la salud de los animales y sobre todo en la economía de la granja y del sector lechero.

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La mastitis bovina es una de las enfermedades más frecuentes del hato lechero. Tiene un gran impacto en la salud de los animales y sobre todo en la economía de la granja y del sector lechero.

Fisiología básica de la ubre
Para comprender bien la enfermedad de la mastitis bovina, es necesario explicar cómo funcionan las ubres de las vacas. Las vacas tienen cuatro glándulas mamarias (llamados cuartos) que producen leche en grandes cantidades; cada glándula tiene un pezón por donde la leche es drenada. Los componentes básicos para la formación de la leche se obtienen cuando la sangre pasa por las células epiteliales mamarias y allí se filtran. Además, estas células son las encargadas de agregar a la leche sustancias como la caseína, la lactosa y la grasa. Una vez la leche ya ha sido conformada, se almacena en las cisternas de las ubres.
A continuación, se enumeran los principales mecanismos de defensa que han desarrollado los bovinos para resistir frente a la mastitis y algunas de sus características.
- Físicos: los pezones de la ubre presentan unos conductos que, por su anatomía de forma tortuosa, brindan una barrera física contra las infecciones. Además, luego de algunas horas del ordeño, se genera un tapón de queratina que impide la entrada de microorganismos. Cuando estos mecanismos de defensa físicos son afectados por malas prácticas de ordeño, manejo, higiene o problemas anatómicos, se favorece la aparición de mastitis.
- Celulares: cuando un microorganismo entra en los conductos del pezón, el sistema inmune de la vaca genera células de defensa para contrarrestar una posible infección. La mayoría de células que aparecen en esta respuesta son macrófagos, es normal que en leche aparezcan <100.000 células/mililitro. Sin embargo, cuando la infección se hace más fuerte, es decir, aparece la mastitis, se genera un gran número de otras células llamadas neutrófilos con hasta 1 millón de células/mililitro en leche. A este conteo de células de defensa (leucocitos) se le llama Recuento de células somáticas (RCS) el cual es un parámetro importante al evaluar la leche. Lo estudiaremos más adelante.
- No celulares: Además de las células que defienden la integridad de las ubres, existen otros componentes que aparecen para enfrentar la mastitis. Entre ellos se destacan: las Inmunoglobulinas que son proteínas que buscan anular los microrganismos; la lactoferrina que impide la multiplicación de las bacterias; las Citoquinas que modulan toda la cascada celular de defensa.
¿Qué es la mastitis exactamente entonces? Es la inflamación de la glándula mamaria de las vacas, la mayoría de veces como consecuencia de una infección. Todos estos mecanismos de defensa explicados arriba son propios de las vacas para disminuir la probabilidad mastitis.
Algunos autores (Smith, 2015) mencionan que el momento del parto de las vacas es el periodo de mayor riesgo para la aparición de mastitis. Esto es explicado porque al momento de parir, el cortisol de la vaca se eleva considerablemente y esta hormona deprime la función del sistema inmune. Esto genera una menor respuesta celular y humoral en las ubres frente a la entrada de microorganismos.
Por lo anterior, se deben tener en cuenta medidas de estabulado adecuado de la vaca que está próxima a parir, considerando prácticas de buena higiene, nutrición adecuada, bienestar y seguimiento veterinario al estado de la ubre y en general del parto.
Tipos de mastitis
Como se ha mencionado, la mastitis bovina es la inflamación de las glándulas mamarias. Dependiendo del grado de inflamación, se clasifica en dos tipos: mastitis subclínica y mastitis clínica:
- Mastitis subclínica: En esta mastitis no hay signos clínicos evidentes ni alteraciones en el examen de las ubres. Sin embargo, sí hay cambios en la cantidad de leche producida y en su composición.
- Mastitis clínica: En esta mastitis hay disminución de la leche producida en el cuarto de glándula afectado. Además, este tiene evidencias de inflamación (dolor, enrojecida, hinchazón, calor) durante el examen clínico. Incluso, la vaca puede tener signos sistémicos (fiebre, depresión, bajo consumo de alimento, diarrea).
El diagnóstico de la mastitis bovina
Antes de abordar las pruebas de diagnóstico para mastitis, es necesario aclarar que estas pueden variar dependiendo de algunos factores. Uno de estos factores es el momento de la lactación de la vaca de interés, ya que en el periodo periparto o al final de la lactación, pueden aparecer niveles elevados de células somáticas que afecten la lectura de la prueba. Por otro lado, otras enfermedades (como retículo-peritonitis traumática) también pueden incidir en estas pruebas.
Por lo tanto, para un correcto diagnóstico de mastitis, es fundamental un abordaje holístico.
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Recuento de Células Somáticas (RCS)
El Recuento de Células Somáticas (RCS) es una prueba rápida y económica que permite evaluar el estado inflamatorio de los cuartos de la ubre de la vaca. Se puede realizar solo para estudiar uno de los cuartos (RCSC), o los cuatro cuartos al mismo tiempo (RCSCC).
En cuanto a la interpretación de la prueba, se reconoce que resultados levemente por encima de 100.000 células somáticas/mililitro de leche indican una inflamación. Cuando el recuento está excesivamente alto, puede indicar además una infección. Esto se explica por una alta presencia de células inflamatorias de respuesta ante un agente infeccioso que invade la ubre y termina contaminando la leche.
Para realizar un análisis correcto del RCS es indispensable establecer los valores de la prevalencia de mastitis en la misma granja. Esto permite correlacionar los resultados obtenidos con el comportamiento de la mastitis en la población, y así identificar animales enfermos y sanos.

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California Mastitis Test (CMT)
Es una prueba bastante rápida y económica para evaluar la posible inflamación de la glándula mamaria de las vacas.
El procedimiento consiste en agregar unos 2 mililitros de leche de cada cuarto (de cada pezón) en cada una de los 4 espacios que dispone la raqueta de esta prueba. Luego, se adiciona un reactivo que viene con el kit y se agita suavemente y en círculos por algunos segundos.
El reactivo de la prueba lisa los leucocitos presentes en la leche. El contenido de estos es liberado y reacciona con los componentes de la leche aumentando su viscosidad. En casos donde haya un alto RCS, la viscosidad puede ser tan alta que se forma un gel.
La prueba se analiza de forma subjetiva de manera visual. Además, se debe realizar este análisis rápido (menos de 20 segundos): se evalúa el grado de viscosidad de la leche generado en cada cuadrante de la raqueta.
Los resultados pueden ser así:
- Negativo: no hay viscosidad de la muestra.
- Trazas: hay una ligera viscosidad de la muestra que desaparece si se agita la raqueta un poco más (en menos de 20 segundos).
- Grado 1: hay viscosidad en la muestra, pero no tiende a formar gel, si la raqueta se agita más de 20 segundos se diluye nuevamente.
- Grado 2: hay viscosidad instantánea de la muestra y formación de gel ligeramente que cubre todo el cuadrante de manera uniforme.
- Grado 3: hay formación completa de gel y una elevación en el centro de la muestra (como huevo frito) que no desaparece agitando la raqueta.
Los grados de la prueba de CMT se correlacionan con los de la RCS como lo indica esta tabla:
Grado | Rango de Células Somáticas | Interpretación |
N (Negativo) | 0 – 200.000 | Cuarto sano |
T (Trazas) | 200.000 – 400.000 | Posible infección (subclínica) |
Grado 1 | 400.000 – 1.200.000 | Mastitis subclínica |
Grado 2 | 1’200.000 – 5.000.000 | Mastitis |
Grado 3 | Más de 5.000.000 | Mastitis grave |
¿Qué bacterias causan mastitis bovina?
La mastitis de las vacas puede ser causada por una amplia variedad de bacterias. En general, cuando las medidas de prevención han fallado y las circunstancias favorecen su aparición, las bacterias colonizan las glándulas mamarias y generan la mastitis.
Las bacterias encontradas con mayor frecuencia como causa de la mastitis bovina son:
- Streptococcus agalactie
- Staphylococcus aureus
- Coliformes ( coli y, en menor medida,Klebsiella spp.)
Otras bacterias que también pueden causar mastitis bovina, pero con menos frecuencia, son:
- Mycoplasma
- Corynebacterium bovis
- Streptococcus ambientales
- Staphylococcus coagulasa negativos
- Fusobacterium pyogenes
- Pseudomonas
- Serratia
- Nocardia
- Mycobacterium
En general, la aparición de estas bacterias se favorece en ambientes cálidos con gran humedad, condiciones de higiene deficientes y/o manejo inadecuado de la ubre durante el ordeño.
Además, se debe aclarar que la mayoría de mastitis subclínicas tienen un curso de desarrollo de meses o años. También que no todas las mastitis clínicas llegan a tener síntomas sistémicos.
Algunas de estas bacterias han desarrollado resistencia contra los antibióticos, por lo cual se debe utilizar un grupo de antibióticos específico que sea útil para cada tipo de bacteria. Sin duda, el tratamiento farmacológico no es suficiente y esto debe ser complementado con otras medidas de prevención y tratamiento.
Medidas terapéuticas
El tratamiento de la mastitis clínica depende de muchos factores que varían ampliamente: desde la región o país, pasando por la raza de las vacas o el manejo zootécnico, hasta el sistema de ordeño. Por ello, aquí mencionamos algunos aspectos generales a tener en cuenta para el tratamiento de esta enfermedad de los hatos lecheros.
- Periodo de lactación: se debe tener en cuenta este periodo pues el tratamiento antibiótico puede cambiar si la vaca está iniciando el ciclo productivo, si está en la mitad de este, o si está finalizando su producción y se acerca al periodo seco.
- Historia clínica: depende del número de vacas enfermas en la granja lechera, del número de partos de cada una, del número de cuarterones afectados, pues todo esto incide en una menor respuesta al tratamiento antibiótico para la mastitis bovina.
- Gravedad de la infección: la terapia instaurada para la mastitis depende del agente bacteriano involucrado y de la cantidad de esta población de patógenos presentes en las glándulas mamarias. Así mismo, se debe contemplar la intensidad de la lesión de la ubre afectada.
- Elección del antibiótico: lo recomendable es hacer un cultivo de la leche (puede ser de las vacas enfermas o de todo el hato, según sea posible) y un antibiograma para utilizar el mejor antibiótico posible frente al microorganismo específico causante de la mastitis.
- Tratamiento complementario: dependiendo de la presentación, se pueden utilizar otras medidas terapéuticas que ayuden a la mejoría de las vacas con mastitis. Por ejemplo, con la administración de fluidos y electrolitos o el uso de fármacos antiinflamatorios.
Impacto económico
La mastitis es probablemente la enfermedad de los hatos lecheros del mundo que más costos económicos genera por su presentación y consecuencias. Por un lado, la mastitis subclínica genera pérdidas económicas por la baja producción de leche de las vacas con la enfermedad. Por otro lado, la mastitis clínica, además de generar esta misma desventaja, demanda una inversión de recursos enfocados en las medidas terapéuticas implementadas. Una gran parte de estas pérdidas está en la leche que debe descartarse por tener residuos de fármacos (como los antibióticos) o una alta carga de células y bacterias. Finalmente, las vacas que sufren mastitis clínica severa y no responden al tratamiento, terminan sacrificándose humanitariamente.

Medidas de prevención de la mastitis bovina
- Proceso de ordeño: se deben revisar todas las etapas de este proceso. Por ejemplo, la desinfección correcta del pezón y el sellado de este. También se debe revisar todo el sistema de vacío (en ordeños automáticos) o de la higiene del personal (sobre todo en ordeño manual). El manejo luego del ordeño es importante, ya que las vacas tienen una alta probabilidad de infección mamaria durante las 2 horas posteriores a este (sobre todo si las vacas se echan o se pisan los pezones).
- Nutrición: Existe evidencia que indica que realizar un aporte de micro y macronutrientes en la dieta de las vacas preparto y posparto, tiene beneficios en la prevención de la mastitis. Esto es explicado por un menor impacto del equilibrio energético negativo (EEN, que es la producción de cuerpos cetónicos) en los individuos; este EEN favorece la aparición de mastitis. Además, asegurar el consumo de vitaminas como la E o A y el selenio, aporta un efecto antioxidante que ha demostrado tener beneficios para prevenir la mastitis bovina.
- Estrés: el periparto es uno de los momentos más estresantes para las vacas lo cual las predispone a sufrir de mastitis. Disminuir el estrés en todos los momentos posibles genera beneficios a nivel inmune y fortalece la respuesta del organismo frente a la invasión bacteriana de las glándulas mamarias. Por ejemplo: ofrecer lugares con sombra o utilizar aspersores para evitar el estrés por calor.
- Evaluación periódica: la granja debe evaluar constantemente el estado de salud de las vacas para atender rápidamente a las que puedan mostrar indicios de mastitis. En esta enfermedad un tratamiento instaurado rápidamente tiene buenos resultados.
Conclusiones
La mastitis bovina es una de las enfermedades más comunes de los hatos de leche del mundo y tiene un gran impacto a nivel sanitario y económico. Es indispensable que los productores, zootecnistas y médicos veterinarios conozcan los aspectos claves de esta enfermedad. Tener claros los conceptos relacionados a la prevención de la mastitis, su diagnóstico, su tratamiento y su impacto económico, permite enfrentar esta enfermedad y evita que se siga presentando con tanta frecuencia en los hatos de leche de vacas.
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Jerson Andrés Cuéllar Sáenz
Estudiante medicina veterinaria (V año); Universidad Nacional de Colombia.
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