La acuicultura en el sudeste asiático
La acuicultura en el Sudeste Asiático es un sector en constante crecimiento y desarrollo con una gran repercusión a nivel mundial.

En las dos últimas décadas, Asia ha sido el principal productor acuícola, llegando a representar hasta el 92% de la producción total mundial, de la cual al Sudeste Asiático correspondía un 22%. La acuicultura en el Sudeste Asiático supuso una producción a mediados de la pasada década de 22,5 millones de toneladas. Con un ritmo de crecimiento anual mundial del sector del 5,8% hasta esa fecha, podemos estimar que los productos de la acuicultura en el sudeste asiático a comienzos de 2020 suponen alrededor de 30 millones de toneladas.
Indonesia es el principal productor acuícola del Sudeste Asiático, contribuyendo al 50% de la producción de la región, seguido por Vietnam, Filipinas y Tailandia. Asimismo, Indonesia es el país de la región con mayor cultivo en aguas salobres y maricultura, siendo el principal producto el camarón. En cuanto al cultivo en agua dulce, Vietnam es el principal productor acuícola, seguido de Indonesia. Las especies de agua dulce mayoritariamente cultivadas en la región incluyen la tilapia, la carpa y el bagre.
La industria acuícola del Sudeste Asiático tiene como fin consolidarse como una importante fuente de proteína de origen animal para abastecer la región, un área geográfica con superpoblación, así como abastecer a otros mercados a través de la exportación. Con el fin de optimizar la eficiencia de las explotaciones, mantener la competitividad de sus productos y permitir su exportación a otros países, es importante conocer y solucionar los retos a los que se enfrenta la acuicultura en la región.
RETOS EN LA INDUSTRIA ACUÍCOLA DEL SUDESTE ASIÁTICO Y SOLUCIONES
La industria acuícola en el Sudeste asiático se enfrenta actualmente a desafíos relacionados con la calidad microbiológica y nutritiva del alimento, su digestibilidad y aprovechamiento, así como a diversos retos infecciosos.
CALIDAD DEL ALIMENTO Y APROVECHAMIENTO DE LA DIETA
Para mejorar el aprovechamiento de la dieta se debe trabajar sobre un enfoque múltiple, en el que hay que valorar:
- La calidad nutritiva y composición de la dieta.
- La salud digestiva de los animales.
En relación a la calidad y composición del alimento, los factores de gran importancia actual son la inclusión de los productos de origen vegetal y su digestibilidad, así como la conservación de las propiedades de los ingredientes de la dieta. Además, esto debe ir combinado con una buena salud intestinal, que nos permita maximizar la eficiencia del crecimiento de los animales y mantener la competitividad en el mercado.
COMPOSICIÓN DE LA DIETA
Las tasas de inclusión de las harinas de pescado en los piensos compuestos para la acuicultura han disminuido en las últimas décadas debido a su precio, disponibilidad y al efecto medioambiental que supone la obtención de estos productos a partir de la pesca. El continuo crecimiento de la acuicultura a nivel mundial ha hecho que se utilicen fuentes de proteína alternativas para no agotar los recursos naturales, incluso en especies naturalmente carnívoras.
La inclusión en la dieta de proteína de origen vegetal es habitual en la actualidad, y puede suponer un 50-70% de la materia de origen vegetal de la dieta, siendo frecuente el uso de semillas oleaginosas. El uso de fuentes de proteína vegetal permite abaratar costes y asegurar el suministro de piensos de calidad elevada y relativamente estables a los productores acuícolas, aunque también supone un reto para animales cuyo tracto digestivo no esta no habituado a estos ingredientes y carece de enzimas endógenas para poder degradar estos componentes.
Por ello, debe trabajarse una estrategia combinada que permita aumentar la digestibilidad de la proteína de origen vegetal, basada en el uso de enzimas exógenas, como la subtilisina, junto con la administración de productos acidificantes. El uso de productos acidificantes disminuye el pH del tracto digestivo, permitiendo una mayor transformación de pepsinógeno a pepsina. Una mejor actividad, tanto de las enzimas endógenas, como la pepsina, así como de las exógenas, consigue mejorar la digestibilidad de este tipo de proteína.
SALUD INTESTINAL
Para optimizar el aprovechamiento de la dieta, es necesario, a su vez, que los animales consten de una adecuada integridad de la mucosa intestinal y una flora intestinal equilibrada. Para conseguirlo, se recomienda el uso de pronutrientes acondicionadores intestinales. Los pronutrientes son moléculas activas de origen vegetal, que tienen un mecanismo de acción con base metagenética basado en la estimulación de la síntesis de proteínas funcionales.
Los pronutrientes acondicionadores intestinales actúan en los enterocitos, optimizando diferentes funciones intestinales, como son la tasa de regeneración del epitelio y el metabolismo de los enterocitos y disminuyendo la permeabilidad paracelular (mejora de las uniones estrechas). Gracias a estos pronutrientes, se consigue una mejora fisiológica de la integridad y actividad de la mucosa intestinal, se controla la proliferación e invasión de patógenos, y se incrementa la absorción de nutrientes. La inclusión de estos pronutrientes acondicionadores intestinales al 1% en la dieta de alevines de tilapia ha demostrado ser eficaz para incrementar hasta el 16% en el crecimiento, y mejorar la uniformidad del lote.
CALIDAD DEL ALIMENTO
Proporcionar un alimento de calidad es también otro de los factores esenciales para asegurar la productividad de la explotación. Por ello, deben incluirse en la formulación los ingredientes que nos permitan mantener la calidad nutritiva del alimento y la conservación de sus propiedades, como son los conservantes alimentarios y los antioxidantes.
Los primeros evitan que los microorganismos presentes en el alimento, como los hongos y las bacterias, pueden utilizar la energía y proteína de la dieta para su propio crecimiento, deteriorando la calidad del alimento finalizado, y que pueden llegar a causar enfermedad digestiva y/o sistémica una vez ingeridos por los animales. El uso de conservantes permite controlar la presencia de estos patógenos potenciales en el alimento. Es común el uso de ácidos orgánicos como conservantes del alimento, con efecto fungistático y bacteriostático limitado en el tiempo, que pueden tener un efecto corrosivo en las instalaciones.
A su vez, la inclusión de antioxidantes en el alimento previene las alteraciones oxidativas de diferentes nutrientes de la dieta, como las grasas, harinas de pescado y vitaminas liposolubles. Se ha demostrado que los antioxidantes sintéticos, como el BHT o la etoxiquina, tienen un potencial efecto cancerígeno y pueden acumularse en el tejido adiposo de los animales. Por ello, se ha limitado su uso en numerosos países, como Japón o la Unión Europea, habituales importadores de productos de la acuicultura del Sudeste asiático.
Es necesaria, por tanto, la implantación de soluciones naturales con efecto conservante y antioxidante que sean seguras y efectivas, como los productos basados en anillo cimenol.
El anillo cimenol es una molécula activa procedente de extractos vegetales que, a diferencia de los ácidos orgánicos, tiene acción bactericida y fungicida frente a los principales patógenos que colonizan el alimento utilizado en acuicultura. Esta molécula perfora la membrana fúngica y bacteriana y altera su metabolismo celular. Los productos basados en anillo cimenol tienen gran actividad antioxidante y función antimicrobiana de amplio espectro y duradera en el tiempo (efectiva hasta seis meses), que ha sido demostrada en múltiples ensayos in vivo e in vitro. A diferencia de los ácidos orgánicos y los antioxidantes sintéticos, los productos a base de anillo cimenol presentan baja reactividad, larga duración y no tienen efecto corrosivo ni toxicidad, por lo que son seguros en su manipulación, pueden aplicarse en todas las especies y fases productivas y no se acumulan en la grasa del animal.
RETOS INFECCIOSOS
Las limitaciones establecidas en el uso de productos químicos, como los antibióticos, para controlar los principales retos infecciosos en acuicultura, hace que la prevención sea esencial para mantener el rendimiento de las explotaciones acuícolas. Los planes preventivos en acuicultura deben basarse en un enfoque combinado, utilizando diversas herramientas que nos permitan que el animal muestre su máximo potencial productivo con el menor riesgo posible.
El uso de planes vacunales es una estrategia ampliamente utilizada, aunque hay enfermedades que todavía no disponen de esa herramienta bien desarrollada. Además, debe destacarse que las especies acuícolas son muy susceptibles a las situaciones de estrés debido a las condiciones ambientales, al transporte o manejo, que pueden ocasionar la inmunosupresión de los animales.
Por ello, es esencial establecer, como ya se ha mencionado antes, estrategias combinadas que incluyan: un plan de manejo, para asegurar un correcto control del ambiente y reducir la manipulación de los animales, combinado con el uso de soluciones naturales basadas en pronutrientes inmunoestimulantes.
Los pronutrientes inmunoestimulantes son moléculas activas de origen vegetal que, mediante su acción metagenética, incrementan fisiológicamente la síntesis de proteínas funcionales relacionadas con el sistema inmunitario innato y adquirido de los animales. Mediante el uso de estas soluciones basadas en pronutrientes inmunoestimulantes, aseguramos un correcto estado inmunitario de los animales, una mejor respuesta inmunitaria tras la vacunación, una mayor protección frente a las situaciones de estrés y de enfermedad, y una reducción de la mortalidad general del lote. La inclusión de pronutrientes inmunoestimulantes al 0,4% en la dieta de alevines de tilapia mostró un efecto positivo respecto a los parámetros productivos y estado inmunológico, registrándose un descenso en la tasa de mortalidad del 30%. Además, el uso de estos productos permite reducir el uso de antibióticos, disminuyendo la contaminación del agua y la aparición de resistencias tanto en los peces como en los humanos.
CONCLUSIONES
La acuicultura en el Sudeste Asiático es un sector en constante crecimiento y desarrollo con una gran repercusión a nivel mundial. Con el fin de optimizar la productividad y competitividad de sus productos para abastecer a la creciente población regional y favorecer su exportación a otros países, es fundamental valorar los retos a los que se enfrenta la industria acuícola y las herramientas con las que poder combatirlos e incrementar la eficiencia productiva de este sector.
Los retos actuales a los que se enfrenta la industria acuícola tienen origen, principalmente, en la calidad microbiológica y nutritiva del alimento, su digestibilidad y aprovechamiento, así como a diversos retos infecciosos. Por ello, podemos destacar que:
- La utilización de grandes proporciones de harinas de pescado como base proteica para las dietas usadas en acuicultura no es sostenible económica ni ambientalmente. Por ello, se ha incrementado el uso de ingredientes de origen vegetal como fuente proteica alternativa. Los peces carecen de enzimas endógenas para degradar este tipo de componentes, por lo que deben incluirse en la formulación enzimas exógenas y productos acidificantes que permitan aumentar su digestibilidad.
- Con el fin de conseguir el máximo rendimiento de la dieta y de los animales, es esencial que la integridad intestinal y el equilibrio de la flora intestinal no se vean afectados. El uso de soluciones basadas en pronutrientes acondicionadores intestinales actúa fisiológicamente sobre los enterocitos, mejorando su funcionamiento, absorción y utilización de la dieta.
- Las desventajas que presentan los conservantes y antioxidantes químicos, ya sea por su acción limitada en el tiempo o espectro, los efectos secundarios que pueden tener, o las limitaciones establecidas según los países, implican la búsqueda de alternativas naturales para estos propósitos. El uso de compuestos naturales basados en anillo cimenol, con actividad antioxidante y conservante de amplio espectro y de largo plazo, sin contraindicaciones, permiten mantener la calidad microbiológica y nutritiva del alimento.
- Existen diferentes agentes infecciosos que pueden causar brotes en las explotaciones acuícolas. Las limitaciones en el uso de productos químicos y la dificultad en el diagnóstico y tratamiento hacen que sea fundamental un adecuado plan preventivo que combine medidas de bioseguridad y soluciones naturales a base de pronutrientes inmunoestimulantes que aseguren el correcto funcionamiento del sistema inmune ante situaciones de estrés y potenciales patógenos.
Como conclusión, debe recalcarse que para trabajar contra los retos actuales en la acuicultura en el Sudeste Asiático es necesario aplicar un enfoque múltiple, en el que hay que valorar la calidad de la dieta, así como el estado sanitario y la salud digestiva de los animales, y aplicar estrategias de prevención combinadas, como son los planes de bioseguridad y vacunación, así como el uso de soluciones naturales basadas en pronutrientes, que mejoren el estado fisiológico del anima, y la inclusión de productos seguros y efectivos que permitan mantener la calidad del alimento y optimizar su digestibilidad.