El papel del hígado en producción porcina
El hígado es un órgano clave en porcicultura, ya que desempeña un papel fundamental en la digestión del alimento, en el metabolismo, y en la eliminación de toxinas y productos secundarios de los procesos digestivos y metabólicos...

El hígado es un órgano clave en porcicultura, ya que desempeña un papel fundamental en la digestión del alimento, en el metabolismo, y en la eliminación de toxinas y productos secundarios de los procesos digestivos y metabólicos. Por ello, su adecuada fisiología y buen funcionamiento son esenciales para asegurar el rendimiento y el bienestar general del animal.
Funciones del hígado e importancia en producción porcina
El hígado es un órgano complejo que realiza una gran variedad de funciones, entre las que destacan las siguientes:
- Digestión: El hígado produce la bilis, que ayuda a digerir las grasas y a asimilar las vitaminas liposolubles.
- Metabolismo: Participa en el metabolismo de los carbohidratos, las proteínas y las grasas, entre otros. Estos componentes serán claves en el desarrollo del animal y en el crecimiento.
- Excreción de toxinas: El hígado ayuda a eliminar las toxinas del organismo, como las producidas por los fármacos, los alimentos, el propio metabolismo, e incluso el medio ambiente.
- Síntesis de proteínas: Este órgano produce proteínas que son esenciales para la coagulación de la sangre, el transporte de oxígeno y la reparación de los tejidos. También algunas actúan de forma importante como efectores inmunes.
En producción porcina, el hígado es un órgano clave por las diversas razones, pero existen dos que cabe destacar. Primero, es un órgano fundamental para asegurar el rendimiento productivo: el hígado en condiciones fisiológicas óptimas es esencial para asegurar un buen rendimiento del animal, ya que los cerdos con hígados sanos realizan una mejor digestión, un metabolismo más eficiente y tienen una mayor capacidad para eliminar toxinas. Esto se traduce en un mayor crecimiento, una mejor conversión alimenticia y una reducción del riesgo de enfermedades, dado que también es un órgano encargado de sintetizas efectores inmunes. Y, en segundo lugar, es esencial para la salud general del animal: los cerdos con hígados sanos tienen una mayor resistencia a las enfermedades y son menos propensos a sufrir problemas, como esteatosis, y diversos tipos de hepatitis.
Factores que afectan a la salud hepática
La salud del hígado puede verse afectada por multitud de factores, dado que el hígado actúa como filtro una vez que los nutrientes y otras múltiples sustancias superan la barrera intestinal, entre los que destacan los siguientes:
- Alimentación: Una alimentación equilibrada y adecuada es esencial para la salud hepática. Los cerdos necesitan una dieta que les proporcione todos los nutrientes, en calidad y cantidad adecuada, para evitar que se produzcan alteraciones metabólicas. Asimismo, la dieta tiene un importante impacto sobre los microorganismos del intestino, por lo que una mala formulación podría dar lugar a disbiosis, con sobrecrecimiento de patógenos cuyas toxinas pueden alcanzar el hígado.
- Microorganismos: Diversos microorganismos, bacterianos y víricos, pueden multiplicarse en el hígado y causar hepatitis de distinto grado, dañando el hígado. Es importante detectar y prevenir las enfermedades del hígado para evitar daños irreversibles.
- Contaminantes: La exposición a contaminantes, como los metales pesados, puede dañar el hígado. También contaminantes que puedan estar presentes en algunos ingredientes de la dieta, que no se metabolizan y se acumulan en las vacuolas hepáticas. Las micotoxinas tienen una importancia significativa como contaminantes del alimento potencialmente hepatotóxicos, como por ejemplo las aflatoxinas. Es importante tomar medidas para reducir la exposición de los cerdos a los distintos tipos de contaminantes.
Medidas para mejorar la fisiología del hígado
Para mejorar la salud del hígado de los cerdos, se pueden tomar medidas relacionadas con el control de los factores previamente descritos. Es decir, proporcionar a los cerdos una dieta equilibrada y adecuada que les proporcione todos los nutrientes que necesitan para mantener un hígado sano; detectar y prevenir las enfermedades del hígado para evitar afectación en la función hepática, y reducir la exposición a contaminantes.
Sin embargo, no siempre es sencillo anticiparse a los posibles desafíos hepáticos, dada la multitud de los mismos. Por lo tanto, el hígado requiere de un refuerzo de su fisiología, que se puede obtener mediante la suplementación en la dieta de pronutrientes acondicionadores hepáticos.
Los pronutrientes son moléculas de origen botánico que, mediante un mecanismo de acción metagenético, inducen en las células diana un incremento en la traducción de RNA a proteínas funcionales específicas. En el caso de los acondicionadores hepáticos, estos pronutrientes alcanzan el hígado y en ellos incrementan la síntesis de proteínas relacionadas con una mayor tasa de regeneración del órgano, entre otras.
Estos principios activos naturales son de especial interés, ya que no solo previenen las lesiones en el hígado, sino que recuperan su funcionamiento tras la afectación por un determinado desafío. Como los pronutrientes son capaces de estimular la regeneración de los hepatocitos y, por tanto, reactivar la actividad fisiológica del hígado tras un desafío, su suplementación en el alimento permite paliar los efectos producidos por sustancias tóxicas y recuperar los parámetros productivos normales después de la afectación. Estos efectos se han visto reflejado en diversos ensayos realizados, tanto en condiciones de campo como experimentales alrededor del mundo. En un ensayo reciente realizado en USA, los pronutrientes acondicionadores hepáticos se administraron en cerdos desde la semana 6 a la 10 de vida, y se observaron los principales parámetros productivos.
Respecto al peso, los animales a pesar de comenzar la prueba con un peso casi idéntico, al cabo de 28 días obtuvieron 370 gramos aquellos suplementados con pronutrientes acondicionadores hepáticos, comparados con el control. En el caso del índice de conversión (I.C), se obtuvieron 3 puntos de mejora en el caso de los animales suplementados con pronutrientes, lo que significa una mejor eficiencia alimentaria por un mejor estado fisiológico del órgano.
Esto se relaciona con un mejor estado de la fisiología y la función hepática, la cuál fue directamente evaluada mediante la medición de las principales enzimas hepáticas en sangre.
Se puede observar que el nivel de las enzimas hepáticas es inferior en los animales suplementados con pronutrientes, indicativo de un mejor estado del hígado.
Conclusiones
El hígado es un órgano clave en el cerdo, ya que desempeña un papel fundamental en la digestión, el metabolismo y la eliminación de toxinas. Por ello, promover su adecuada fisiología y buen funcionamiento son esenciales para el rendimiento y la salud general del animal.
Los productores de porcino, además de controlar los principales factores capaces de alterar la integridad hepática, cuentan con tecnologías basadas en pronutrientes acondicionadores hepáticos como herramienta para garantizar una estructura y funcionalidad hepática optimas. Gracias al uso de pronutrientes en la dieta, o en el agua de bebida, se consigue un mejor rendimiento productivo, y una mayor resistencia a diferentes enfermedades, dada la implicación del hígado en la síntesis de efectores inmunes.