Plan anticoccidial: Retos en la prevención y el control de la coccidiosis
La prevención y el control de la coccidiosis se ha realizado habitualmente aplicando distintas herramientas, incluyendo la correcta aplicación del plan de bioseguridad, limpieza y desinfección de las instalaciones, combinado con el uso de fármacos anticoccidiales.

La coccidiosis aviar es una enfermedad parasitaria causada por protozoos del género Eimeria spp. Estos parásitos se multiplican en el intestino, dañando el tejido y provocando una mala absorción de los nutrientes, diarrea de severidad variable, y posible deshidratación y muerte. Esta enfermedad tiene un gran impacto económico a nivel mundial, por su efecto en el crecimiento y la mortalidad de broilers y pollitas, y por los costes que supone la prevención y el control de la coccidiosis. (más información sobre la enfermedad aquí)
Existen siete especies de coccidios que pueden colonizar el tracto intestinal de pollos y gallinas (Gallus domesticus): E. acervulina, E. maxima, E. tenella, E. mitis, E. necatrix, E. praecox y E. brunetti. Eimeria tenella es la especie con mayor prevalencia en Asia (Chengat et al., 2017; Huang et al., 2017). La mayoría de los animales son parasitados por más de una especie de Eimeria simultáneamente, siendo Eimeria necatrix la especie con mayor frecuencia de participación en infecciones mixtas (Huang et al., 2017). Además, las lesiones producidas por este parásito son la puerta de entrada para otros procesos infecciosos, como la enteritis necrótica.
La transmisión de este coccidio dentro de la nave o incluso entre granjas se realiza de forma feco-oral, o a través de vectores, ya sean materiales contaminados, o por vectores vivos, como roedores, gusanos, moscas o escarabajos (Belli et al., 2006).
Alphitobius diaperinus, también conocido como darkling beetle or litter beetle, distribuido a nivel mundial, constituye una de las principales plagas que afectan a la industria avícola. Las condiciones ambientales (altas temperaturas, humedad relativa y de la cama, presencia de heces) existentes en avicultura intensiva, además de capacidad de resistencia a los desinfectantes habituales, favorecen su crecimiento. Su impacto económico es debido a los efectos sobre las instalaciones y el aislamiento, así como por su rol como vector transmisor de múltiples patógenos, como Eimeria, el virus de la enfermedad de Marek, bacterias como E. coli, Salmonella o Staphyloccocus spp., e incluso hongos como Aspergillus spp.
Plan anticoccidial tradicional
La prevención y el control de la coccidiosis se ha realizado habitualmente aplicando distintas herramientas, incluyendo la correcta aplicación del plan de bioseguridad, limpieza y desinfección de las instalaciones, combinado con el uso de fármacos anticoccidiales.
Los fármacos coccidiostáticos son utilizados de forma contínua en los programas preventivos. Éstos impiden la reproducción de la coccidia, por lo que evitan la aparición de sintomatología pero no causan la muerte del parásito. De este modo, permiten el desarrollo de cierta inmunidad del animal frente al agente.
Se diferencian según su origen y modo de acción en: coccidiostátos sintéticos, como la nicarbazina, o coccidiostátos ionóforos, como la monensina o la maduramicina, obtenidos de la fermentación de diferentes cepas de Streptomyces spp. or Actinomadura spp.
Retos del plan anticoccidial tradicional
El uso continuado de estos productos ha favorecido la aparición de resistencias, que han sido descritas en todos los continentes. El tiempo largo de exposición de estos productos, así como el alto potencial reproductivo de los coccidios, aumentan la probabilidad de que se seleccionen y sobrevivan las cepas mutantes resistentes.
Para minimizar el riesgo de resistencias a los coccidiostáticos, es habitual en Asia la realización de programas de rotación o shuttle, en el que se usan diferentes coccidiostáticos sintéticos e ionóforos en cada ciclo productivo o incluso dentro del mismo ciclo. Los ionóforos son ampliamente utilizados en Asia, y a veces se combinan con anticoccidiales sintéticos en programas de rotación. Aún con ello, estas estrategias no son una garantía total para evitar la aparición de resistencias y existe la posibilidad de que aparezcan resistencias cruzadas entre fármacos similares.
Además, la creciente presión para disminuir e incluso prohibir el uso continuado de medicamentos en animales destinados al consumo humano, hace patente la necesidad de trabajar con alternativas que nos permitan controlar la coccidiosis y conseguir los índices productos y económicos deseados.
Nuevos métodos para la prevención y el control de la coccidiosis
Los nuevos métodos aplicados a la prevención y el control de la coccidiosis, que reemplazan el uso de coccidiostáticos de forma continua, se basan en el control inmunológico de la coccidiosis, como son la vacunación o las soluciones naturales, como los pronutrientes.
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Vacunación
La vacunación busca estimular la inmunidad frente a Eimeria spp. mediante la administración de ooquistes y la reexposición a los ooquistes presentes en la cama. Se han desarrollado tres tipos de vacunas: las vacunas vivas atenuadas, las vacunas vivas no atenuadas y las vacunas de subunidades.
Las vacunas atenuadas se basan en la selección de cepas precoces de las especies de coccidia que causan la enfermedad. Estas cepas tienen un ciclo de vida más corto, su tasa de reproducción es menor y, gracias a ello, conservan su capacidad inmunogénica sin producir infecciones severas. Este tipo de vacuna es la utilizada en Europa.
Las vacunas no atenuadas contienen cepas no modificadas, aunque contienen una baja cantidad de ooquistes de las especies más patógenas, que permite inducir la inmunidad protectiva. Estas vacunas son ampliamente utilizadas en América del Norte, América del sur, Asia y Australia. Debido a su precio, la vacunación en Asia está más extendida en reproductoras que en broilers, y la vacunación con vacuna viva no atenuada es la habitual. De este modo, los animales suelen vacunarse a día 1 de vida, con una repetición habitualmente a los 7 días de vida.
Sin embargo, hay que tener en cuenta las limitaciones de la vacunación:
- Las especies de Eimeria incluidas en la vacuna pueden no coincidir con las especies presentes en la granja. Al no existir inmunidad cruzada entre especies, la administración de la vacuna no garantiza la protección total contra la enfermedad.
- En el caso de la vacunación con cepas no atenuadas, también hay que tener en cuenta que:
- Pueden fallar los ciclos de reinfección necesarios para generar buena inmunidad, ya por una reducción excesiva de la producción de ooquistes, por una esporulación reducida debido a las condiciones ambientales, cuando existe una baja densidad de animales o se realiza la recría en jaula.
- Puede causar una reducción del crecimiento en los broilers que no sea compensada antes del sacrificio.
Las vacunas constituidas por subunidades antigénicas de Eimeria se basan en la adquisición de inmunidad maternal. Estas vacunas se aplican en gallinas previo al inicio de la fase de puesta, y generan una protección para los primeros 7-10 días de vida del animal. Luego, debe ser el propio sistema inmune el que luche contra la enfermedad. Este sistema funciona cuando los broilers ingieren bajas cantidades de ooquistes, ya que su sistema inmune es aun inmaduro y puede verse superado si se enfrentan a un reto alto.
Por lo tanto, esta profilaxis puede funcionar en explotaciones con buen estatus sanitario, con pocos antecedentes de coccidiosis, y con medidas muy estrictas de limpieza, lo cual es prácticamente inexistente en producción comercial.
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Soluciones naturales: Pronutrientes
Las soluciones naturales, utilizadas como complementos dietéticos, tienen como objetivo mejorar los mecanismos innatos de defensa del animal y permiten reducir o eliminar el uso de fármacos contra la coccidiosis.
Los pronutrientes optimizadores intestinales son compuestos de origen vegetal de eficacia probada y con un mecanismo de acción metagenético. Estas moléculas potencian la inmunidad local del intestino, ya que estimulan la expresión de interleuquinas (IL-1, IL-12, IL-18) por parte de células polimorfonucleares intestinales (PMNs).
Las interleuquinas son proteínas que actúan como mediadores químicos en la reacción inmune celular, y atraen células de defensa a la zona afectada. Por ello, juegan un papel fundamental en la respuesta a la coccidiosis y en la prevención de la sintomatología.
Además, su ventaja radica en que son sustancias naturales que no tienen un efecto farmacológico, ya que estimulan la fisiología intestinal del animal, por lo que no generan resistencias, carecen de periodo de retiro y no dejan residuos en los tejidos.
Los productos basados en pronutrientes optimizadores intestinales ofrecen gran versatilidad para ser incluidos en el plan anticoccidial de las explotaciones, ya que permiten reemplazar a los coccidiostatos de forma total o parcial, y pueden complementar a la vacunación.
Para demostrar la eficacia de los pronutrientes optimizadores intestinales, a continuación se presentan los resultados obtenidos a nivel comercial entre dos lotes (Tabla 1) que recibieron:
- Lote 1 – pronutrientes:
- Día 0-22: narasina + nicarbazina (0.5 kg/t)
- Día 23-sacrificio: pronutrientes optimizadores intestinales (0.5 kg/t)
- Lote 2 – monensina:
- Día 0-22: narasina + nicarbazina (0.5 kg/t)
- Día 23-29: monensina (0.5 kg/t)
- Día 30-sacrificio: pronutrientes optimizadores intestinales (0.5 kg/t)

Tal y como se muestra en la tabla 1, el lote con pronutrientes obtiene un mejor rendimiento, y permite corroborar que estos pronutrientes son una garantía de reemplazo de coccidiostatos como la monensina.
Conclusiones
La coccidiosis es una enfermedad de distribución mundial, favorecida por la producción avícola intensiva. Tradicionalmente, la prevención y el control de la coccidiosis se ha basado en la quimioprofilaxis, y su uso continuado ha generado la aparición de resistencias frente a estos productos.
La aparición de resistencias, junto con la tendencia mundial hacia la reducción y prohibición del uso de fármacos preventivos en animales para consumo humano, ha motivado la búsqueda de nuevas estrategias para el control de la enfermedad.
Los nuevos métodos aplicados a la prevención y el control de la coccidiosis se basan en el control inmunológico de la coccidiosis. Los pronutrientes optimizadores intestinales son una herramienta natural que estimula la respuesta inmune local del intestino contra la coccidiosis. Esta solución natural no genera resistencias y tiene gran versatilidad, ya que pueden aplicarse reemplazando coccidiostatos en programas continuos y/o duales y como soporte a la vacunación. Además, estos productos no dejan residuos en la carne o los huevos, por lo que pueden utilizarse en producción orgánica.
Sin embargo, hay que destacar que las medidas de manejo, medio ambiente y bioseguridad deben complementarse con las técnicas descritas anteriormente para asegurar un correcto control de la enfermedad.
Los pronutrientes optimizadores intestinales producidos por Biovet S.A. se comercializan con el nombre de Alquernat Zycox, disponible en presentación líquida para el agua de bebida y polvo para mezclarse con el alimento, para producción convencional y ecológica.
Alquernat Zycox es el único producto para la prevención y el control de la coccidiosis con una tecnología patentada, desarrollada por Biovet S.A., cuyo mecanismo de acción y efecto positivo en la inmunidad y la productividad ha sido demostrado en múltiples ensayos in vivo e in vitro.
Bibliografía:
Belli, S.; Smith, N.C. and Ferguson, D.J.P. (2006). The coccidian oocyst: a tough nut to crack. Trends in Parasitology 2006 Sep;22(9):416-23. Doi: 10.1016/j.pt.2006.07.004.
Chengat Prakashbabu, B.; Thenmozhi, V.; Limon, G.; Kundu, K.; Kumar, S.; Garg, R.; Clark, E.L.; Srinivasa Rao, A.S.R.; Raj, D.G.; Raman, M.; Banerjee, P.S.; Tomley, F.M.; Guitian, J. and Blake, D.P. (2017). Eimeria species occurrence varies between geographic regions and poultry production systems and may influence parasite genetic diversity. Veterinary Parasitology 2017 Jan 15; 233: 62–72. Doi: 10.1016/j.vetpar.2016.12.003
Huang, Y.; Ruan, X.; Li, L. and Zheng, M. (2017). Prevalence of Eimeria species in domestic chickens in Anhui province, China. Journal of Parasitic Diseases volume 41, pages1014–1019(2017).