Piojo de mar en salmónidos, mecanismos de control
En la última década de la maricultura han surgido nuevas enfermedades parasitarias que aquejan a los productos del mar. Entre estas enfermedades podemos mencionar a la provocada por el piojo de mar en los salmónidos.

En la última década de la maricultura han surgido nuevas enfermedades parasitarias que aquejan a los productos del mar. Entre estas enfermedades podemos mencionar a la provocada por el piojo de mar en los salmónidos.
El ciclo de vida del piojo de mar, como el de todos los crustáceos, se desarrolla con una serie de mudas. En su primera etapa de vida, es decir, cuando es nauplio, el piojo de mar nada libremente y se alimenta a través de sus reservas vitelinas, ya que no cuenta con un sistema digestivo bien desarrollado. En la etapa intermedia del copépodo, los piojos utilizan sus antenas enganchadas y sus filamentos frontales para adherirse a los peces. En esta etapa aún son demasiado pequeños para causar un verdadero severo a su hospedador. A medida que los piojos se mueven a través de las etapas más móviles de pre-adulto y adulto se adhieren a los peces por succión y pueden llegar a ser letales.
Los piojos pueden moverse en toda la superficie del cuerpo del pez huésped, prefiriendo la cabeza, dorso y aletas anales, como crustáceo adulto prefiere alimentarse del moco dérmico, sangre y piel de los peces.
Hay dos especies de piojos de mar que podemos encontrar en el salmón, Caligus elongates y Lepeophtheirus salmonis. El primero de ellos afecta a muchas especies de peces marinos, mientras que L. salmonis sólo se encuentra en el salmón y especies afines.
Los piojos de mar son comunes en los salmones adultos y se caen cuando los salmones regresan a los arroyos de agua dulce para desovar, ya que las condiciones físico – químicas del agua dulce no son favorables para este crustáceo. Esto, a su vez, asegura que no haya piojos de mar supervivientes cuando los salmones jóvenes emigran al mar en primavera.
Cómo afectan los piojos de mar a la producción de salmones
Los piojos de mar han existido desde hace tanto tiempo como el salmón, pero sólo recientemente se han convertido en un problema. La cercanía de las granjas de salmón de las áreas de distribución natural de salmones silvestres facilita el paso del copépodo de los peces silvestres a los de cultivo, cuyas condiciones de hacinamiento proporcionan un terreno de reproducción ideal para los piojos de mar.
En la naturaleza, los salmones jóvenes y los salmones adultos raramente se mezclan. Sin embargo, la piscicultura, tal como se practica actualmente, permite criar al salmón adulto en corrales estáticos de malla cerca de la ruta migratoria del salmón silvestre juvenil.
El salmón silvestre cercano a los estanques de producción tiene 73 veces más probabilidades de tener piojos marinos letales a diferencia de los juveniles no adyacentes a los centros de producción. Los piojos marinos pueden sobrevivir durante 3 semanas sin su huésped, lo que hace posible la transferencia del salmón cultivado al salmón salvaje.
Aunque un salmón adulto puede ser relativamente poco afectado por una infestación de piojos de mar, el tamaño pequeño y la piel fina del salmón joven lo hacen muy vulnerable a una infestación de piojos de mar. Además, los salmones rosados y jóvenes carecen de escamas, lo que los hace aún más vulnerables a los efectos de los piojos de mar que sus otros salmónidos escamosos. Las lesiones abiertas comprometen la capacidad de un pequeño pez para mantener su equilibrio en el agua salada.
Tratamiento contra el piojo de mar
La resistencia del piojo de mar a diversos quimioterapéuticos ha sido reportada constantemente en la última década. Por ello, la industria acuícola y farmacéutica ha trabajado para desarrollar un sistema de manejo integrado para el tratamiento del piojo de mar, con el objetivo de evitar la resistencia a quimioterapéuticos por parte de este crustáceo. Este enfoque considera buenas prácticas de manejo, rotación de quimioterapéuticos y el uso de medicina complementaria.
Dicho manejo integral puede considerar las siguientes prácticas:
- Planificación: Un plan convenido del manejo de las áreas, los tratamientos y el personal que se hará cargo de cada una de las tareas.
- Monitoreo: El monitoreo es fundamental para medir el éxito del tratamiento y así poder tomar decisiones informadas.
- Descanso sincronizado de un área: Un periodo de descanso de duración suficiente en un área puede eliminar a una población significativa de piojos mediante la ausencia de huéspedes.
- Máxima biomasa por área: Establecer la máxima biomasa en un estanque puede ser de gran ayuda en el control de los piojos.
- Adecuada ubicación de los centros de cultivo.
- Tratamientos sincronizados coordinados: Un tratamiento coordinado inicial puede ir seguido de un segundo tratamiento estratégico coordinado varios días o semanas después del primero con el objetivo de tratar cualquier reasentamiento de piojos. Se emplean diferentes quimioterápicos como tratamiento del piojo del salmón, sin embargo, la legislación relativa al uso de los mismos varía entre países. A continuación, se describen los principales terapéuticos utilizados:
- Piretroides sintéticos: provocan parálisis del piojo de mar y posteriormente su muerte. Ejemplos comunes son la cipermetrina y deltametrina.
- Organofosforados: como el azametifos y el diclorvos, que actúan sobre la enzima acetilcolinesterasa y que en consecuencia interfieren con la transmisión de los impulsos nerviosos, esto generará movimientos descoordinados, temblores, convulsiones y/o parálisis en el piojo.
- Lactonas macrocíclicas: han demostrado una eficacia de hasta el 95% contra todas las etapas de los piojos de mar.
- Reguladores del crecimiento: lufenurón, diflubenzurón y teflubenzurón son compuestos utilizados como inhibidores de la síntesis de quitina, lo que provoca un exoesqueleto débil e interrumpen el proceso de muda y el desarrollo del piojo.
- Agentes oxidantes: comúnmente se utiliza el peróxido de hidrogeno, sin embargo, este tipo de tratamiento desprende al parásito del pez, pero no mata el piojo.
Además de medidas terapéuticas, se han desarrollado numerosos métodos físicos para evitar, en la medida de lo posible, la entrada del parásito en las instalaciones acuícolas y su efecto sobre la salud de los animales. Estos métodos físicos tratan de minimizar la entrada del parasito en las jaulas, basándose en la premisa de que el parásito habita en los primeros metros de la columna de agua. De esta forma se han desarrollado diferentes modelos de jaulas, como jaulas cerradas, jaulas con faldones o jaulas con snorkels, que minimizan el contacto entre los animales y el parásito.
Ilustración 1. Jaula con falda y jaula de tipo snorkel para el control del piojo del salmón
Al mismo tiempo existen métodos físicos que permiten eliminar el parásito de animales afectados, como tratamientos térmicos, se hace pasar a los animales por aguas a diferentes temperaturas, provocando la separación del parásito del animal o empleando chorros de agua a presión.
Ilustración 2. Tratamientos por cambio de temperatura y mediante chorros de presión para eliminar el piojo de la superficie corporal de los animales.