Un oso con anteojos
Existen pocos ejemplares del único oso de Sudamérica en: Ecuador, Colombia, Perú y Bolivia.

El oso de anteojos- Tremarctos ornatus-, conocido también como oso andino, se encuentra en peligro de extinción, existen pocos ejemplares del único oso de Sudamérica en: Ecuador, Colombia, Perú y Bolivia. En Perú, no se sabe a ciencia cierta cuantos ejemplares hay. La tala de árboles, la invasión de su hábitat por el hombre, las actividades mineras, el ataque de algunos carnívoros, entre otras acciones, han ocasionado la merma de su población. En ciertos lugares de la región Amazonas, la gente del campo prepara potajes con la carne y las vísceras del oso, guardando la piel para demostrar su captura. Es un plantígrado que puede comer vegetales, frutas y carne, por lo que, si el ganado vacuno desaparece o es encontrado muerto, se le atribuye lo acontecido. Esto da lugar a que los criadores organicen cacerías para dar muerte al “depredador”, aunque unos autores no creen posible que el oso pueda dar muerte a un vacuno, más bien podría aprovechar de comer al encontrar algún animal muerto.
En los lugares donde venden insumos para los rituales de los brujos y curanderos, en mercados de Chiclayo, se puede encontrar las garras del oso, a las que se atribuyen poderes mágicos o curativos.
Se le ubica desde los 500 hasta los 4,800 msnm, en los bosques secos del cerro Chaparrí (Chiclayo), en Cutervo (Cajamarca), Amazonas, Jaén, en algunas zonas de reserva en la selva peruana, en el santuario Machu Picchu, en los departamentos andinos en general.
El oso de anteojos macho puede llegar a medir 2 metros, parado sobre sus patas, y pesar hasta 190 kilos, mientras que la hembra es mucho más pequeña, se puede decir que alcanza el 75% del tamaño de su compañero y un peso de 60 kilos.
Es de color negro y en algunos casos de tonalidades marrones, presenta manchas de color claro en la cara, cuello y pecho, que son características únicas de cada espécimen. Las manchas claras alrededor de los ojos han originado el nombre de “oso de anteojos”. Tiene una corta cola escondida entre el pelaje.
La gran Reserva de Chaparrí con una extensión importante de muchas hectáreas en la región Lambayeque comprende un centro de rescate de osos andinos, allí albergan a unos cuantos, que proceden de decomisos a circos donde se les maltrataba, otros han sido criados como mascotas.
En el año 1999 se aprobó el Decreto Supremo Nº 013-99-AG que prohíbe la caza, transporte, exportación, etc. de especies en vías de extinción, entre las que se incluye el oso de anteojos. Sin embargo, después de doce años de vigencia de la norma, se necesita con urgencia educar a la población para que tome conciencia de la importancia de preservar los bosques, la naturaleza en general, incluyendo la fauna y la flora. En la actualidad, el caso del oso de anteojos es uno entre muchas especies que se encuentran en peligro de extinción. No es por falta de alimento que la población de osos disminuye sino fundamentalmente por la acción del hombre que destruye los bosques, ejerce la cacería ilegal so pretexto de que ataca a los animales domésticos y cree en usos folklórico mágicos de partes de ciertos animales.
Hace unos días se publicó en El Comercio una grata noticia, una osa silvestre acompañada de dos hijitos ha ingresado a la Reserva de Chaparrí por cuenta propia, seguramente buscando alimento. Este hecho es un buen indicio, podría haber más osos en otras zonas. Esperamos que este cuidado que se ha iniciado en la mencionada Reserva, de los resultados que en China se han obtenido con la crianza de pandas en cautiverio, donde empezaron con seis o siete ejemplares y ahora ya cuentan más de 350. En Chaparrí se está solicitando el apoyo del público amante de los animales y el de la empresa privada, que podrían apadrinar un oso y ayudar en su manutención.
Esta nota sirvió para que esta servidora diera una vuelta por el Parque Las Leyendas, el zoológico más grande de Lima, donde albergan a tres osos de anteojos que son la delicia de los visitantes…se pueden apreciar en las fotos adjuntas.