Relación entre la Nutrición y la Genética en la Producción Avícola
Relación entre la nutrición y la genética en la producción avícola, que ha sido pionera en la producción cárnica a escala industrial en la mayoría de los países

Índice de Contenidos
- 1 I. INTRODUCCIÓN
- 2 II. FISIOLOGÍA Y DIGESTIBILIDAD
- 3 III. INGREDIENTES DE LA ALIMENTACIÓN DEL BROILER
- 4 IV. NUTRIENTES Y NECESIDADES
- 5 V. FACTORES ANTINUTRITIVOS: EFECTOS Y MEDIDAS DE CONTROL
- 6 VI. ESTADOS CARENCIALES, DESEQUILIBRIOS, ESTRÉS Y PASTOREO
- 7 VII. NUTRICIÓN, MANEJO Y PATOLOGÍA: RENDIMIENTOS PRODUCTIVOS
- 8 VIII. CONCLUSIONES
I. INTRODUCCIÓN
La avicultura ha sido pionera en la producción cárnica a escala industrial en la mayoría de los países.
El reducido espacio necesario, la rapidez en cerrar los ciclos productivos y la facilidad en transportar huevos fértiles o pollitos, han facilitado esta implantación industrial. Como toda industria, la avicultura requiere del soporte científico y tecnológico de diversas disciplinas: genética, fisiología, bioquímica, nutrición, microbiología, inmunología. Si atendemos al aspecto económico, en cuanto a costes de producción, destaca por su incidencia porcentual el coste alimenticio.
Se hacen necesarios los conocimientos nutricionales que permiten producir carne de pollo adecuada para la alimentación humana a costes aceptables. Con ello, se consigue una fuente de proteína de fácil acceso para la mayoría de la población.
El presente estudio sobre nutrición del broiler ha sido estructurado atendiendo los diversos aspectos. Se inicia por un capítulo destinado a exponer la fisiología de la digestión aviar para continuar con el estudio de los ingredientes utilizados en la elaboración de alimentos compuestos, incluyendo compuestos nutritivos y compuestos de uso tecnológico. En el siguiente capítulo se descubren los compuestos químicos básicos que debe aportar el alimento y se expone una tabla sobre las necesidades de los broilers a diferentes edades del ciclo.
Más adelante se estudian aquellos compuestos contaminantes que tienen acción antinutritiva y se exponen las medidas para evitar o reducir su efecto (programa de formulación, instalaciones, análisis y tecnología). También se descubren los estados carenciales, de desequilibrio nutricional y factores de estrés que pueden influir en la alimentación o en su rendimiento y se dedica un apartado a la crianza de broilers en pastoreo. Por último, el estudio relaciona la nutrición con el manejo y la patología y propone un plan de trabajo que incluye el método para evaluar los resultados.
II. FISIOLOGÍA Y DIGESTIBILIDAD
El aparato digestivo de los broilers y su funcionamiento condicionan la nutrición de las aves. Es necesario un breve repaso de su fisiología para poder estudiar más adelante los aspectos prácticos.
Las aves carecen de dientes y, por tanto, de función masticadora. Por ello, la secreción salivar es escasa y cumple su misión de lubricación. Contiene amilasa.
Desde la boca, los alimentos pasan al buche, donde permanecen un tiempo variable según el estado de repleción de la molleja. El buche no tiene ninguna secreción digestiva, pero el contenido en amilasa de la saliva puede iniciar la digestión de los almidones y, en general, se ablandan los alimentos. Los granos enteros pueden permanecer 12 horas o más. Pasadas 24 horas, todos los alimentos han salido del buche.
Desde el buche, los alimentos pasan por el proventrículo o estómago glandular, donde se produce la secreción del jugo gástrico que contiene ácido clorhídrico y pepsinógeno. El primero produce el descenso del pH y activa la conversión del pepsinógeno a pepsina que tiene como misión la digestión de la proteína.
El alimento y el jugo gástrico pasan al ventrículo o molleja, que es un potente aparato triturador muscular recubierto interiormente de una capa córnea amarilla. En ella se muelen finalmente los alimentos con ayuda de arena o piedrecillas. No tiene secreción, pero en su interior actúa el jugo gástrico segregado por el proventrículo.
Los alimentos parcialmente digeridos pasan al intestino delgado. Compuesto por duodeno, yeyuno e íleon, recibe la secreción pancreática (asa duodenal) y hepática (final del asa duodenal) y en su primer tramo se realiza la digestión.
La secreción pancreática contiene bicarbonato (estabilizador del pH), amilasa (digestión almidones), carboxipeptidasa (digestión proteína), tripepsinógeno y quimi-tripepsinógeno. Estos dos últimos se convierten, respectivamente, en tripsina y quimio-tripsina por efecto de las enteropeptidasas segregadas por el duodeno. Por último, la secreción pancreática contiene lipasas que digieren las grasas.
La secreción hepática consiste en la bilis, cuya misión es emulsionar la grasa y estimular la actividad de la lipasa pancreática. Este aspecto de la fisiología de la digestión tiene especial interés por cuanto las actuales dietas de broilers contienen elevados porcentajes de grasa, con la finalidad de aumentar el peso corporal, por encima de las necesidades fisiológicas del ave.
El yeyuno e íleon segregan maltasas y sucrasas (digestión de carbohidratos), dipeptidasas y aminopeptidasas (digestión de proteínas) y estearasas (digestión de grasas).
El intestino grueso de las aves tiene poca capacidad y nula actividad digestiva. En los ciegos tiene lugar una formación bacteriana y en el colon continua la digestión por los enzimas procedentes del intestino delgado. Por el contrario, el colon absorbe agua al igual que la cloaca, si bien esta última lo hace del agua procedente de la orina.
De todo lo anteriormente expuesto, se concluyen aspectos relacionados con la digestibilidad de los alimentos aviares:
Puede afirmarse que son mal digeridas la lactosa y la fibra, salvo fermentación bacteriana en los ciegos, y esta falta de digestibilidad afecta a todos los nutrientes contenidos en alimentos que contengan lactosa o alto porcentaje de fibra. Conviene que el alimento final del broiler contenga menos del 5-8% de fibra y se ha probado que contenidos superiores al 10% retrasan el crecimiento.
Para terminar este capítulo, señalaremos que las excretas de los broilers están compuestas por residuos de orina y digestión intestinal. La orina, una vez reabsorbida el agua, se expulsa en forma de pasta blanquecina. Las heces finales son ricas en nutrientes para otros animales, y, en esencia, contienen carbohidratos sin digerir, productos de fermentación cecal (ácidos grasos y vitamina B), células de pared intestinal, lisina 0.39%, metionina 0.12%, calcio 7.4% y fósforo 2.1%.
Sobre esta base, en algunos países se reciclan las excretas de broiler en la alimentación de otros animales, especialmente rumiantes.
III. INGREDIENTES DE LA ALIMENTACIÓN DEL BROILER
Los ingredientes destinados a la alimentación de los broilers pueden agruparse en:
- Granos y subproductos
- Ingredientes proteicos de origen animal
- Ingredientes proteicos de origen vegetal
- Grasas
- Minerales fosfo-cálcicos
- Premezclas que aportan vitaminas y microminerales
- Premezclas tecnológicas
- Otros ingredientes
a) Los granos y subproductos de granos:
Son alimentos ricos en carbohidratos y aportan esencialmente energía. En general, son pobres en proteína, calcio y fósforo. En avicultura, el maíz, trigo, sorgo y arroz son los más utilizados. La mezcla total de todos ellos y sus subproductos oscila entre 45-75% del alimento de iniciación y entre 60-80% del alimento de broiler en crecimiento con un mínimo de 40-60% de grano.
b) Los ingredientes proteicos de origen animal:
Son alimentos ricos en proteína, calcio y fósforo. Pueden contener cantidades variables de grasa según el proceso de producción y la materia prima. En avicultura son muy usados la harina de carne 50-55% y la harina de pescado 60-65%, la mezcla total de ellos en el alimento no debe ser inferior al 3-5% si bien nuestra experiencia aconseja su uso entre 7-8%. No se suele usar harina procedente de la propia especie.
c) Los ingredientes proteicos de origen vegetal:
Son alimentos ricos en proteína, pero pobres en calcio y fósforo. En avicultura son usados la soja integral desactivada, la soja extraída, la torta de cacahuete y el gluten de maíz. El contenido del alimento compuesto en estos ingredientes puede oscilar entre 18-25% en iniciación y alrededor del 17-21% en broilers en crecimiento.
En periodos de escasez de harina de carne o pescado, estos ingredientes vegetales pueden sustituirse entre el 50 y 100% siempre que se tenga en cuenta las deficiencias de calcio, fósforo y algún aminoácido y se disponga de un buen aporte de vitaminas.
Un ingrediente proteico vegetal puede ser sustituido por otro y una parte de harinas de carne o pescado.
d) Las grasas:
Son necesarias en la alimentación aviar en cantidades mínimas del 2-3%. En general, el aporte de hasta el 5% de grasa puede considerarse como suministro de energía. Las cantidades que oscilan entre 5 y 10%, es decir, un 5% suplementario sobre el mínimo, son destinadas por el organismo a depositarse. De esta forma, 50 g de grasa por kg de alimento consumido se convierten en 50 g de peso corporal.
Sin embargo, existe un límite: por encima del 10% total de grasa, aumenta notablemente el depósito de lípidos en el sistema circulatorio y, con el depósito, aumenta el riesgo de muerte. De esta forma, las ventajas del aumento de peso se contrarrestan por la mortalidad de broilers de mayor peso.
Por otra parte, broilers alimentados con bajos contenidos grasos pueden tener depósitos grasos de elevado punto de fusión procedentes del exceso de carbohidratos.
En avicultura, las grasas más usadas son las de origen animal, las grasas vegetales y las oleínas. Las grasas de origen animal y vegetal son más estables en su composición, mientras que las oleínas son muy variables en su composición, ya que no se trata de un producto objeto de fabricación propia, sino que son el subproducto de los procesos de producción de aceites vegetales. De hecho, ni siquiera el nombre oleína es correcto. Por definición, oleína es un compuesto químico; éster glicérico de ácido oleico. Por extensión, oleínas son una mezcla de ésteres glicéricos de numerosos ácidos grasos: oleico, linoleico, palmítico y otros. Ello se presta a mezclas incluyendo grasas animales y de pescado.
En general, las grasas de punto de fusión alto son menos digestibles para las aves que aquellas de menor punto de fusión.
e) Los mineralesfosfo-cálcicos:
Aportan, en esencia, calcio y fósforo. En avicultura son usados el carbonato cálcico, fosfato bicálcico, harina de huesos, caliza molida, conchilla de ostras. Cuando se utilice alguna fuente natural de fósforo debe tenerse en cuenta su contenido en flúor, ya que puede ser tóxico y no debe estar contenido en los alimentos aviares por encima del 0.015%.
Es conveniente que el alimento contenga entre el 1-2% de minerales fosfocálcicos, si bien la cantidad y el ingrediente dependerán del uso de harina de carne (Ca 8%, P 4%) y harina de pescado (Ca 5%, P 2%).
f) Premezclas que aportan vitaminas y microminerales:
Se denominan correctores vitamínico-minerales. Se diseñan sin tener en cuenta los posibles contenidos de tales componentes que pudieran aportar los otros ingredientes del alimento.
Para broilers, suelen utilizarse tres tipos (uno por etapa de crianza): 0-20 días, 20 días a 5 días del final y otro para los últimos cinco días. Se incorporan en cantidades variables de 0.25 – 0.5% según el concepto del fabricante. Este debe tener en cuenta que la incorporación por debajo del 0.2% no garantiza una mezcla homogénea del corrector con el alimento, salvo su incorporación a premix.
Por otra parte, se debe tener en cuenta que correctores fabricados excesivamente concentrados pueden permitir el contacto de vitaminas y minerales con la consiguiente pérdida de potencia de las primeras.
Para determinado sector productivo avícola es necesario el uso de macrocorrectores, es decir, aquellos que incorporan, además de vitaminas y microminerales, los minerales fosfo-cálcicos.
La mejora de los conocimientos científicos y la mejora genética de las estirpes de broilers obligan a la revisión y actualización de la composición de tales premezclas. La incorporación de biotina y piridoxina (B6) son ejemplos significativos de esta evolución de los correctores para broilers. Nuestra experiencia en estirpes de alta productividad es sobrepasar en un 10% las tablas internacionales de necesidades.
g) Las premezclas tecnológicas:
Están compuestas por materias no nutritivas pero cuya acción principal es influir en la producción animal. Dado que su empleo es continuo pueden crear residuos en la carne e influir en la salud pública. Por ello se han desarrollado legislaciones que regulan su uso, dosis, especies de destino y períodos de supresión.
Las premezclas permitidas y de interés avícola pueden clasificarse en: promotores de crecimiento, antioxidantes, coccidiostáticos, pigmentantes, conservantes (conservadores), aglomerantes.
Tanto los promotores de crecimiento como los coccidiostáticos y pigmentantes acostumbran a incorporarse dentro de los correctores vitamínico-minerales:
Los promotores de crecimiento
Dentro del concepto “promotores de crecimiento” podemos incluir algunos antibióticos y los acondicionadores intestinales, que actúan mediante mecanismos diferentes. Así, mientras los antibióticos controlan la flora bacteriana, adherida a la mucosa intestinal envejecida, los acondicionadores intestinales recuperan el ritmo fisiológico de renovación de los enterocitos. Así, manteniendo una mucosa intestinal joven no hay adhesión bacteriana y no son necesarios los antibióticos.
La bacitracina, espiramicina, virginiamicina, flavofosfolipol y avoparcina son algunos de los antibióticos aún permitidos en determinados países, si bien la tendencia general es eliminarlos de la nutrición animal.
Los coccidiostatos
Se usan en la prevención de la coccidiosis y no en su curación. En este grupo podemos incluir los coccidiostatos químicos y los optimizadores intestinales. El amprolio, asociado a metilbenzocuato, dicoquinato, monensina sódica, robenidina, aprincoid, lasalocid, halofuginona, narasina, salinomicina y nicarbacina son algunos de los coccidiostatos aún permitidos en determinados países, si bien la tendencia general es eliminarlos de la nutrición animal.
Los pigmentantes
Se utilizan exclusivamente con la finalidad de presentar el broiler de forma adecuada a las exigencias del mercado. En broilers está permitido el uso de capsantina, luteína y sus moléculas Otros colorantes pueden incorporarse al alimento de los broilers procedentes de algún ingrediente que haya sido marcado por el uso de tales substancias (azul, verde brillante, tartrazina) como, por ejemplo, microtrazadores.
Contrariamente a los tres grupos descritos hasta ahora, otras premezclas tecnológicas son utilizadas de forma directa en la fabricación de alimento de broiler: los antioxidantes, los conservantes, los aglomerantes y los captadores de micotoxinas.
Los antioxidantes
Se utilizan para garantizar el mantenimiento de la calidad de las grasas y de las vitaminas incorporadas al alimento. En broilers está permitido el uso de ácido ascórbico y sus derivados, tocoferol y sus derivados, galato de propilo, de octilo y de dodecilo, BHA, BHT y etoxiquin. Los tres últimos son los más usados a dosis no superiores a 150 ppm en el alimento.
Los conservantes
Se utilizan para evitar la alteración de los alimentos por efecto de los microorganismos (bacterias y hongos). Por lo tanto, también sirven para evitar que los alimentos se conviertan en transmisores de enfermedades en especial micosis, salmonelosis y clostridiosis.
En avicultura está permitido el uso de ácidos orgánicos y cimenol, que actúan contra bacterias y hongos presentes en los granos y el alimento, si bien su mecanismo de acción es diferente.
Así, los ácidos orgánicos inhiben temporalmente el metabolismo de los microorganismos (son, por tanto, bacteriostáticos y fungistáticos) mediante el descenso del pH interno tras su ingreso, en forma ionizada, a través de la membrana; mientras que cimenol inhibe de forma definitiva la síntesis y desestabiliza un componente de la membrana (es, por tanto, fungicida y bactericida).
No todos los ácidos actúan por igual con todos los microorganismos. Así, el ácido propiónico es más eficaz frente a gérmenes gram negativos y hongos, excepto Penicillium. En cambio, el propionato amónico tiene mejor actividad frente a Penicillium y Salmonella.
El formiato amónico es eficaz frente a bacterias gram positivas, negativas y levaduras.
En general, se ha señalado mejor eficacia frente a Salmonella en los ácidos con menor número de carbonos en su molécula. También se conocen efectos sinérgicos, aditivos y antagénicos entre los conservantes.
*La utilización de conservantes puede realizarse también a través del agua de bebida, como controladores de la flora intestinal patógena. En este aspecto realizan una función sustitutoria de los antibióticos del alimento con la ventaja, si son ácidos orgánicos, de que no crean residuos en tejidos.
*Su utilización es necesaria según climatología y humedad del alimento a partir de:
- 12% de humedad en climas cálidos
- 13% de humedad en climas templados
- 14% de humedad en climas almacenamientos prolongados
Los aglomerantes
Son sustancias que se utilizan en la elaboración de alimentos granulados. Esta acción en sí misma no tiene ningún interés si se emplean ingredientes nobles. Por lo contrario, la granulación permite la incorporación de subproductos cuya digestibilidad no siempre es la adecuada.
Los captadores de micotoxinas
Son polímeros de carbono o de sílice que fijan las micotoxinas en el medio ácido gástrico y ruminal, pero ninguno lo hace en el alimento. Existen diferentes mecanismos de fijación, si bien las moléculas que actúan mediante el establecimiento de puentes de hidrógeno son los más seguros. Es importante conocer la capacidad de fijación y el porcentaje de absorción en los diferentes tramos intestinales para decidir el captador más adecuado y la dosis recomendable.
Esta acción se realiza mediante el establecimiento de puentes de hidrógeno y es eficaz en aflatoxina B1, B2, G1, G2, sterigmatocistina, ocratoxina, fumonisinas, zearalenona y tricotecenos.
En broilers está permitido el uso de sílice, kieselgur, silicato cálcico, silicato sódico y alumínico, bentonita, vermiculita, Silicogyicidol y Polysilicol. Sin embargo, no todos ellos tienen eficacia como adsorbentes de micotoxinas.
Los pronutrientes
Son moléculas orgánicas, procedentes de extractos de plantas, capaces de estimular la expresión génica y regular la fisiología sin tener un efecto farmacológico. No dejan residuos y no requieren periodo de supresión.
Es importante diferenciar los pronutrientes de los fármacos: un fármaco es una molécula que modifica la acción de una proteína, mientras que un pronutriente es una molécula que estimula la producción de las proteínas.
Por este motivo, un pronutriente se considera una substancia incluida dentro de los mecanismos fisiológicos de los animales y un fármaco es una substancia ajena a estos mecanismos.
Son moléculas derivadas del ácido shikímico, molécula que únicamente las plantas son capaces de sintetizar. El ácido Shikímico, es el precursor de diferentes rutas biosintéticas de metabolitos aromáticos como la lignina, los flavonoides, alcaloides y quinononas o folatos, que desempeñan un importante papel en la fisiología animal.

Los pronutrientes fueros descritos por el Dr. Gordon Rosen en 1950 como microingredientes incluidos en el alimento en cantidades relativamente pequeñas que tienen como misión mejorar la fisiología animal, el valor nutricional intrínseco y evitar la presencia de patógenos.
En la naturaleza, los animales ingieren pequeñas cantidades de distintas fuentes vegetales que les aportan estos principios activos, sin embargo, en la producción animal el acceso a dichas fuentes vegetales se encuentra restringido, lo que, junto al estrés al que se ven sometidos los animales, los hace mucho más susceptibles al padecimiento de enfermedades. La inclusión de pronutrientes en la dieta permite mejorar el funcionamiento fisiológico normal.
1. Mecanismo de acción
Los pronutrientes actúan modulando la expresión génica, incrementando la síntesis de ARNm. El incremento de la síntesis de ARNm conlleva a una mayor producción de proteínas funcionales a nivel celular, que resultan en la mejora del funcionamiento orgánico.

2. Ensayos
Para comprobar el mecanismo de acción de los pronutrientes se han realizado diferentes ensayos empleando cultivos de enterocitos y otras células, como hepatocitos y macrófagos. Se ha estudiado la expresión de marcadores intestinales mediante las técnicas SUnSET-protein y RNA seq-mRNA, la permeabilidad intestinal mediante la formación de uniones estrechas epiteliales o Tight Junctions (FITC permeability), y la absorción de nutrientes.
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Estudio de marcadores intestinales: Técnica SUnSET-protein
Es una técnica no-isotópica, que se empleó para conocer el efecto de los pronutrientes en las tasas de traducción de RNAm en proteína. La técnica se basa en el uso de puromicina, análogo estructural de tirosil-RNAt, incorporado en proteínas nuevas a través de un enlace peptídico no hidrolizable.

La unión de la puromicina da como resultado la terminación del alargamiento peptídico y conduce a la liberación del péptido unido a la puromicina truncada del ribosoma. Por lo tanto, la medición de puromicina, a través de un anticuerpo anti-puromicina (western blot-ELISA) puede correlacionarse con la tasa de traducción de mRNA en proteína.

En función de las células diana de los pronutrientes estudiados se emplearon diferentes modelos in vitro:
- Enterocitos IPEC-J2: las células IPEC-J2 son cultivadas en DMEM/F-12 mix (mezcla Dulbecco’s Modified Eagle Medium, Ham’s F-12) suplementado con HEPES, suero bovino fetal (FBS) o suero porcino (PS), insulina/transferrina/selenio (ITS), penicilina/estreptomicina y cultivadas en un ambiente húmedo a 37 °C con 5 % CO2. El medio fue cambiado cada dos días y los pases se realizaron cada 4-5 días.

- Hepatocitos: medio Dulbecco’s modified Eagle, mezcla de nutrientes F-12 (Ham) (1:1) con GlutaMAX™-I (DMEM/F12) suplementado con suero fetal bovino al 20%. Atmósfera húmeda con 5% CO2 a 37°C. Se realizaron pases hasta que se obtuvo una densidad celular de 2×105 células/ml con 5 ml de medio fresco, en placas de cultivo de 25 cm2, cada 4 días.

- Macrófagos alveolares 3D4/2: medic Dulbecco’s modified Eagle, mezcla de nutrientes F-12 (Ham) (1:1) con GlutaMAXTM-1 (DMEM/f12) suplementado con suero bovino fetal al 20%. Atmósfera húmeda con 5% CO2 a 37ºC. Para la amplificación, se realizaron pases hasta una densidad de 2×105 ml con 5 ml de medio fresco en placas de cultivo de 25 cm2, cada 4 días.

Procedimiento
Los ensayos se realizaron en placas de 12 pocillos, donde se añadieron 1,2 x 10⁵ células/ml en 2 ml de volumen por pocillo. Transcurridos 4 días de cultivo, se alcanzó confluencia y el medio de cultivo fue sustituido y suplementado con pronutrientes siguiendo el esquema que se describe a continuación:

Tras aplicar los tratamientos, se recuperaron las células y se obtuvieron los extractos de proteína bruta. Se midió la concentración de proteína bruta y se separaron cantidades de muestra iguales mediante SDS PAGE. Después de la electroforesis, las proteínas se transfirieron a una membrana de nitrocelulosa y se realizaron ensayos de inmunotransferencia usando anticuerpos Kerafast Anti-puromicina [3EH11] como anticuerpo primario y un anticuerpo secundario marcado con HRP anti-ratón.

Resultados
Se observó un incremento de la síntesis de ARNm en los tratamientos con diferentes pronutrientes, en comparación con los tratamientos control.

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Estudio de marcadores intestinales: RNA seq-mRNA
Como siguiente paso en la caracterización de los mecanismos subyacentes a los efectos de los pronutrientes, se analizó qué proteínas habían aumentado su expresión en las células entéricas tratadas (IPEC J2).
Para ello, se obtuvo el RNA total de las células del epitelio intestinal (IPEC) no tratadas y tratadas con pronutrientes, se realizó un análisis de expresión diferencial mediante ARN-seq y su posterior análisis bioinformático.
Procedimiento
El ensayo se realizó en seis placas de 6 pocillos, donde se añadieron 1,2×10⁵ células/ml en un volumen de 3 ml por pocillo. Transcurridos 4 días de crecimiento, se alcanzó la confluencia y el medio de cultivo se sustituyó y suplementó con un producto a base de pronutrientes (1:10000) en tres placas, mientras que las otras tres placas se usaron como controles negativos no tratados. Tras 60 minutos de exposición, se retiró el medio y el ARN se extrajo directamente empleando un protocolo mixto trizol-columna.

La integridad de las muestras de ARN se verificó en geles de agarosa no desnaturalizados, a través de Bioanalyzer. Las seis muestras que mostraron las mejores puntuaciones de integridad y pureza se eligieron para la construcción de una biblioteca transcriptómica completa.

El análisis estadístico de los resultados se realizó mediante un mapa de calor y mediante un gráfico de volcán.

Resultados
En las células tratadas con pronutrientes se observó un incremento de la expresión de genes relacionados con la respuesta inmune y el metabolismo. Se incremento la expresión de genes asociados a la adhesión célula a célula, receptores de citoquinas (IL10, IL17) y defensinas de la familia BPI, así como la producción de exosomas que aumentan la presentación de antígenos. También se observó un incremento de la expresión el gen CCDC85B, que inhibe la proliferación celular, así como genes relacionados con tres tipos de quitinasas, glucosidasas y proteínas implicadas en el transporte y metabolismo de lípidos y aminoácidos.

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Expresión de marcadores intestinales: Formación de uniones estrechas epiteliales o Tight Functions (FICT permeability)
Una función crítica del epitelio intestinal es formar una barrera que impida la penetración de moléculas proinflamatorias, como patógenos, toxinas y antígenos, desde el entorno luminal hacia los tejidos de la mucosa y el sistema circulatorio.
Las uniones estrechas epiteliales o zonula occludens (ZO) son las estructuras clave que regulan el tráfico paracelular de macromoléculas. La alteración de la barrera intestinal ZO induce una perturbación del sistema inmune de la mucosa e inflamación.

Procedimiento
Los enterocitos IPEC-J2 se sembraron en insertos Transwell, con una membrana recubierta de colágeno, un tamaño de poro de 0,4 micras y un diámetro de membrana de 6,5 mm (Corning, NY, EE. UU.), a una densidad de 5×105/ml, cultivándose durante 21 días hasta alcanzar la confluencia. Cada tres días se añadió medio celular nuevo.
Las monocapas se trataron con pronutrientes acondicionadores intestinales 1:10000 durante 90 min y luego se midió el paso de FICT desde el apical (1 mg/ml) hasta el medio basolateral.

El análisis de los resultados se realizó mediante fluorimetría (Biotech Sinergy TH).
Resultados
Los resultados mostraron como la aplicación de pronutrientes acondicionadores intestinales en células epiteliales intestinales reduce la permeabilidad paracelular. De esta forma, los pronutrientes permiten reforzar la integridad de la barrera intestinal protegiendo a los animales contra patógenos entéricos, antígenos alimentarios y tensiones fisicoquímicas causadas por productos digestivos y microbianos, mejorando el estado de salud de los animales y los parámetros productivos.

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Estudio de la absorción de nutrientes: Vitaminas
Se realizó un ensayo con el fin de conocer el efecto de los pronutrientes sobre la absorción de vitaminas. El incremento de la absorción de estos micronutrientes es de gran importancia dado que son lo que presentan un mayor coste dentro de la formulación.
Procedimiento
El ensayo se realizó en placas de 9 pocillos, donde se añadieron 1,2 x 10⁵ células/ml en un volumen final de 3 ml por pocillo. Después de 4 días de crecimiento se alcanzó la confluencia y el medio se sustituyó por un medio suplementado con pronutrientes en 6 placas. Las 3 placas restantes se utilizaron como controles negativos.
Tras 60 minutos de exposición a pronutrientes acondicionadores intestinales (Alquernat Nebsui), el medio se reemplazó por medio HBBS (3 pocillos/placa). Transcurridos 90 minutos, las células se lavaron y lisaron, y se midió la concentración intracelular de vitamina B12 (cobalamina) mediante un ensayo colorimétrico.
El método colorimétrico empleado se basa en la descomposición de la vitamina B₁₂ por HNO₃ seguido de la subsecuente formación de un complejo estable con color (λ max 435nm) entre el ion de cobalto liberado y la sal Nitroso-R.

Resultados
Tras el ensayo se observó que cuando se coadministran los pronutrientes junto con la vitamina B12 5micromM, los niveles intracelulares de dicha vitamina se incrementan en un 30% en comparación con el tratamiento control.

A la vista de los resultados obtenidos podemos afirmar que el tratamiento con pronutrientes permite aumentar la absorción de vitamina B12 exógena y, por lo tanto, permite reducir sus niveles de inclusión en el pienso reduciendo los costes productivos.

El mismo ensayo se llevó a cabo también con otras vitaminas hidrosolubles con vitaminas liposolubles y con aminoácidos, obteniendo los siguientes incrementos de absorción:
- Vitamina B1: 56%
- Vitamina E: 39%
- Vitamina A: 43%
- Vitamina D3: 15%
- Lisina: 158.6-175.9%
- Triptófano: 113.8-114.2%
- Luteína: 33-42%
3. Conclusiones generales
- Los pronutrientes inducen las tasas de traducción de ARNm-proteína en las células diana.
- Una mayor tasa de traducción de ARNm-proteína, se correlaciona con un aumento de la producción de proteínas específicas y, por tanto, un mejor rendimiento del órgano diana.
- En el caso del intestino, órgano clave en la producción animal, los pronutrientes refuerzan la integridad de la barrera intestinal y protegen a los animales contra patógenos entéricos, antígenos alimentarios y tensiones fisicoquímicas causadas por productos digestivos y microbianos, mejorando el estado de salud de los animales y los parámetros productivos.
- Esta mejora a nivel de fisiología conduce a mejores rendimientos productivos debido a mejores tasas de conversión del alimento y a una menor mortalidad.
Los pronutrientes más importantes en la nutrición animal son:
- Los optimizadores intestinales
- Los acondicionadores intestinales
- Los acondicionadores hepáticos
Otros ingredientes
Se utilizan en la alimentación del broiler y que hemos agrupado en este último apartado:
- El cloruro sódico se utiliza en cantidades diversas según el porcentaje de harina de carne y pescado empleadas en el alimento y del grado de salinidad del agua de bebida. El contenido final de sal debe ser de 0.5- 0.6%.
- Las enzimas digestivas se utilizan para mejorar la digestibilidad de aquellos alimentos que incorporan gran cantidad de un mismo cereal, subproductos o cereales que contienen algún componente poco digestible para los broilers como es el caso de la cebada. Los enzimas más usados en avicultura son las β-glucanasas, arabinoxilanasas, celulasas y fitasas.
- Los probióticos son mezclas de gérmenes vivos que se utilizan para colonizar el aparato digestivo de las aves con las misiones de producir ácido láctico, producir enzimas que mejoren la digestibilidad y ocupar el espacio que otra forma ocuparía la flora de fermentación patógena.
Las actuales propuestas incluyen el uso de microorganismos de los siguientes géneros: Aspergillus, Bacillus, Bacteroides, Bifidobacterium, Lactobacillus, Leuconostoc, Pediococcus, Propionibacterium, Streptococcus, Sacharomyces, E. coli, Kluveromyces y Selenomonas ruminantium.
Hemos propuesto la incorporación de Candida, Clostridium, Mucor, Rhizopus, Penicillium y Trichoderma. - Los aminoácidos esenciales: en la alimentación aviar son la lisina, metionina, triptófano, fenilalanina, histidina, leucina, isoleucina, valina y treonina y otros aminoácidos importantes para el broiler (arginina, cistina, glicina) acostumbran a estar presentes en cantidad suficiente en los ingredientes.
IV. NUTRIENTES Y NECESIDADES
A partir de los ingredientes citados en el apartado anterior puede elaborarse un alimento que aporte los elementos químicos nutrientes adecuados para el desarrollo de los broilers:
La proteína:
Ha perdido valor como indicativo general. Es necesario conocer la proteína total y la digestible, ya que de su diferencia se obtiene la proteína no utilizable que puede ser objeto de fermentación en el intestino y en la yacija y por lo tanto origen de procesos patógenos. En el aspecto nutricional los requerimientos en proteína deben ser sustituidos por los requerimientos en aminoácidos esenciales y por las relaciones entre otros no esenciales: metionina + cistina, fenilalanina + tirosina y glicina + serina.
La energía:
Es un concepto de gran importancia. Parte de la energía aportada se destina al mantenimiento de las actividades vitales y otra es consumida en el crecimiento. De esta forma debe estar relacionada con el aporte de proteína y macrominerales. El desequilibrio producirá retraso en el crecimiento, alteraciones de consumo y alteraciones del rendimiento de la canal.
La grasa:
Tiene importancia como aporte de energía y como fuente de ácidos grasos constituyentes de la grasa del broiler. Los ácidos grasos esenciales son los poliinsaturados: linoleico, araquidónico, linolénico y eicosapentanoico (en aceite de pescado). Algunos de estos ácidos pueden ser responsables de transmisión de sabores de otras especies a la carne del broiler. Se ha demostrado que el aumento de Vitamina E en el alimento es un factor decisivo para evitar este efecto desagradable.
Los minerales:
Los fundamentales en la alimentación del broiler son calcio, fósforo y magnesio por su aportación a la estructura del esqueleto. Otros como sodio, potasio, magnesio tiene una misión osmótica y homeostática.
Las vitaminas:
Se clasifican en dos grupos: liposolubles e hidrosolubles.
Las vitaminas liposolubles son A, D3, E y K. Su absorción no se ve influida por la cantidad de grasa del alimento. Por el contrario, su depósito orgánico está relacionado con el contenido graso del alimento.
Las vitaminas hidrosolubles son la vitamina C, las correspondientes al complejo B: B1 (tiamina), B2 (riboflavina), B6 (pirodoxina), PP (ácido nicotínico), H (biotina), ácido pantoténico, ácido fólico y B12 (cobalamina).
Bajo la denominación de “vitamina F” se conocen a los ácidos grasos poli-insaturados citados anteriormente.
El uso de vitamina C en nutrición de broiler es considerado innecesario, pero no así su uso en estados infecciosos o de estrés. Otro tanto ocurría con la biotina, pero se ha demostrado que la mejora genética y el mayor uso de raciones alimenticias a base de trigo y harina de carne hacen necesario su uso. También se ha considerado innecesario el aporte de vitamina B6, pero el conocimiento de procesos deficitarios y el notable esfuerzo cardíaco a que están sometidos los broilers hace aconsejable su uso.
Teniendo en cuenta estos apartados, podemos realizar la exposición de la tabla de necesidades del broiler expresada en porcentajes o en miligramos o unidades por kg de alimento. Los aminoácidos están expresados en base digestible y no total.
Se establecen los siguientes mínimos para las tres edades del broiler:

V. FACTORES ANTINUTRITIVOS: EFECTOS Y MEDIDAS DE CONTROL
La presencia de contaminantes xenobióticos en los alimentos para animales es controlada por los productores, consumidores y autoridades sanitarias. Como consecuencia de estas pautas, su incidencia negativa sobre la salud animal y humana es cada vez menor.
Sin embargo, la mejora de los métodos analíticos y el aumento de las exigencias en la eficacia de los alimentos permiten conocer mejor la bioquímica y la microbiología de los alimentos, produciéndose un nuevo listado de contaminantes con repercusión negativa en la producción y sanidad animal que viene a añadirse a los contaminantes tradicionalmente conocidos.
Como paso previo a la descripción de los métodos de control se hace necesaria la enumeración de tales contaminantes y de las consecuencias de su presencia en las materias primas y piensos.
V.1. Contaminantes bioquímicos propios de diversas materias primas:
- Alfagalactósidos: son frecuentes en las habas, altramuz dulce, guisante. Reducen la degradación de los alimentos en ciego y dan molestias digestivas.
- Vicina: se aísla en las habas.
- Enzimas lipoxigénicas: se encuentran en la soja. Producen mal sabor del grano.
- Resorcinas: se encuentran en el centeno. Tiene estructura alcaloidea con 15 a 23 carbonos. Provocan disminución del apetito.
- Isotiocianatos: se presentan en la colza. Producen rechazo del consumo.
- Ácido eúrico: se aísla en la colza. Afecta al crecimiento y aumenta el tamaño hepático y cardíaco.
- Sinapina: se presenta en la colza en concentraciones cercanas al 1%. Químicamente es el éster del ácido sinápico con la colina. Produce rechazo del consumo. Es hidrosoluble y resiste la desolificación. Cuando su nivel en pienso alcanza 0.1% confiere olor y sabor de pescado a la carne y huevos.
- Factores antitrípsicos del guisante, soja y habas: evitan que la tripsina pancreática actúe sobre la proteína. El organismo aviar reacciona hipertrofiando el páncreas. Se conocen los factores de Kunitz y de Browman-Brik que provocan una carencia secundaria de aminoácidos esenciales, en especial azufrados.
- Nitrilos: se encuentran en la colza.
- Glucosinolados: se encuentran en la colza. La progoitrina origina por hidrólisisel VOT (viniltiooxazolina), que tiene actividad antitiroidea por inhibición de tireoglobulina. Otros glucosinolados son la gluconapina y la glucoprasinapina.
- β-glucanos: se presentan en avena, cebada, centeno. Tienen actividad depresora del crecimiento y aumentan la viscosidad del contenido
- Antienzimas: es posible aislarlos en arena, cebada. Tienen efectos antinutricionales.
- Taninos: se encuentran en cebada, habas y sorgo(en especial las variedades resistentes a los pájaros). Son fenoles aromáticos. Disminuyen la palatabilidad y secuestran grupos metílicos de los aminoácidos (colina y metionina) durante su paso a ácido metiltánico.
- Polifenoles: se encuentran en centeno. Tienen efectos antinutricionales.
- Ácido cianhídrico: se encuentra en mandioca. En pienso no debe superarse 50 ppm. Tiene efecto antinutricional por carencia secundaria de metionina y yodo. Lo liberan los glucósidos denominados linamarin y lotaustralin por acción de linamarinas.
- Saponinas: se encuentran en la soja. Son glucósidos triterpenoides, amargos y hemolíticos. Son insolubles en solventes orgánicos y resisten la desolificación.
- Antifosfatasas: se aíslan en mandioca y soja.
- Ácido fítico: se aísla en centeno, avena y arroz. Aporta fósforo analítico, pero poco biodisponible.
- Acumulación de minerales: tales como calcio en harina de carne y potasio en las melazas (efecto diarreico).
- Alcaloides: se aíslan en altramuces. Disminuyen el consumo de alimento.
- Gosipol: se encuentran en la torta de algodón. En pienso no debe exceder de 20 ppm. El gosipol libre se combina con lisina. Produce lesiones hepáticas y renales.
- Ácidos grasos insaturados, en harinas de pescado.
- Lecitinas: se aíslan en soja y germen de trigo. Son macromoléculas de efecto negativo sobre el crecimiento.
V.2. Contaminantes bacterianos
La presencia de bacterias en materias primas y piensos compuestos es constante. El alimento puede actuar como soporte o transporte físico, pero, en la mayoría de los casos, el alimento es rico en algún nutriente esencial en el metabolismo de las bacterias. Este es uno de los tres condicionantes que deben cumplirse para convertir en posible patógeno al microorganismo vehiculado.
- Relación nutricional entre vehículo alimentario y microorganismo.
- Presencia numérica importante.
- Dotación enzimática de la cepa.
Entre todos los microorganismos posiblemente vehiculados a través de las materias primas y alimentos, se produce una selección, en cuanto a la peligrosidad, a partir de las tres condiciones expuestas. De esta forma los contaminantes bacterianos potencialmente más peligrosos son:
Escherichia coli: Puede contaminar los alimentos a partir de excrementos, pero, en ocasiones, sus orígenes son cepas inicialmente apatógenas utilizadas como probióticos. La legislación actual limita su número a ausencia en 0.1 g. Consideramos que aquellas cepas dotadas enzimáticamente de capacidad hemolítica y productora de SH2 son potencialmente más patógenas. Su presencia puede ocasionar trastornos digestivos y respiratorios.
Salmonella sp.: Se conocen unas 1300 variedades capaces de ocasionar procesos patógenos. Serotipos no-pullorum de salmonella similares a typhimurium, enteritidis y heidelberg son agentes etiológicos de muchos procesos toxinfecciosos.
Puede contaminar alimentos a partir de excrementos, de materias primas elaboradas con subproductos contaminados, tales como harinas de origen animal (5%) y cereales (1%).
La legislación actual limita su número a ausencia en 25 g.
Además de su clasificación bioquímica y serológica, es precisa la prueba de patogenicidad en ratón para determinar su peligrosidad.
Su presencia no altera la apariencia, olor y sabor de los alimentos, pero puede ocasionar trastornos digestivos, hepáticos y reproductivos con repercusión en la incubabilidad y procesos onfalíticos y articulares del pollito. Como hemos expresado en otras ocasiones, consideramos que existen dudas razonables en cuanto a la relación entre presencia de salmonelas en materias primas y alimentos aviares con las intoxicaciones alimentarias humanas.
Estas dudas se basan en la especificidad entre hospedador y bacteria infectante, así como en la desproporción numérica entre procesos hepáticos y reproductivos aviares con los casos de toxiinfecciones humanas.
Otras enterobacterias: Hacemos referencia especial a microorganismos que en muchas ocasiones pueden ser confundidos tanto clínica como microbiológicamente con las salmonelas: Proteus y Citrobacter.
Pseudomonas: Estos microorganismos polifacéticos son cada vez más frecuentes. Su presencia numérica no está legalmente regulada y las características enzimáticas más relacionadas con su patogeneicidad le otorgan capacidad hemolítica, productora de SH2 y pigmento piociánico.
Clostridium: Su presencia en los alimentos es muy frecuente pero la incidencia de la clostridiosis intestinal está más relacionada con el nivel proteico del pienso que con el número de clostridios en el mismo. Además de proceso intestinal, la producción de tóxicos ocasiona un cuadro renal y circulatorio.
Otros esporulados: Pueden originar enfermedades similares a las clostridiosis en especial Bacillus. Su origen, además de subproductos tratados térmicamente y ricos en proteína, puede encontrarse en algunas cepas utilizadas como probióticos.
Staphylococcus: Pueden encontrar indiscriminadamente en cualquier material o alimento.
Las características enzimáticas que se vinculan con su poder patógeno son la coagulasa y termonucleasa positivos.
V.3. Contaminantes fúngicos
Se conocen actualmente más de 200.000 especies, pero solamente unas 50 son potencialmente peligrosas por sí mismas o por la elaboración de toxinas bajo ciertas circunstancias de sustrato nutritivo, temperatura y valores de actividad de agua en las materias primas o piensos.
La potencialidad patogénica de los hongos está relacionada con el contenido numérico y la estación climática, mientras que la elaboración de toxinas está íntimamente relacionada con su crecimiento sobre sustratos ricos en carbohidratos en condiciones de temperatura y humedad adecuadas.
Los géneros de hongos que mayor incidencia patológica tienen en avicultura son: Fusarium, Penicillium, Mucor, Aspergillus, Alternaria, Cladosporium, varios pertenecientes a las levaduras (Rodotorula, Candida, Geotrichum) y micelios estériles. Su incidencia en la patología aviar es fuertemente estacional. Además, se conocen casi doscientas especies productoras de toxinas, de las cuales tienen interés unas doce toxinas agrupadas en cinco grupos según su estructura y origen fúngico.
- Derivados con anillos cumarínicos producidos por Aspergillus: aflatoxinas B1, B2, G1, G2 y sterigmatocistina.
- Derivados con anillos lactónicos producidos por Penicillium y Aspergillus: patulina y ocratoxinas.
- Derivados con anillos lactónicos producidos por Fusarium: zearalenona.
- Sesquiterpenos derivados de tricoteceno producidos por Fusarium: Nivalenol, deoxini-valenol, toxina T-2 y diacetoxiscirpenol.
- Aminoalcoholes producidos por Fusarium: fumonisinas.
Las consecuencias de la presencia de hongos y micotoxinas en los alimentos pueden tener carácter nutricional, sanitario e industrial.
Desde el punto de vista de calidad nutricional, el crecimiento de los hongos en las materias primas y piensos, produce el descenso de la energía metabolizable de los granos entre el 5 y 25% y produce destrucción de grasas, proteínas, carbohidratos y vitaminas.
- Las reacciones proteolíticas: Son pequeñas y la destrucción de aminoácidos no es medible hasta estados muy avanzados del deterioro. Los aminoácidos más afectados son la lisina y arginina.
- Las reacciones lipolíticas.
- La destrucción de los carbohidratos con la liberación de anhídrido carbónico.
- Las vitaminas son utilizadas en el crecimiento de los propios hongos. En especial, son destruidas las vitaminas A, D3, E, K, B1, B2, B6, ácido nicotínico, ácido pantoténico y biotina.
Las consecuencias sanitarias son la producción de micosis y micotoxicosis. Estás últimas, en función de su estructura química, desarrollan morbilidad, erosiones de la mucosa gastrointestinal, retraso del crecimiento, rechazo del alimento, interferencia del sistema inmunitario, síndrome hepatorenal y síndrome hemorrágico, síndrome nervioso y/o reproductivo.
Las consecuencias industriales afectan al manejo por la formación de acúmulos de cereales o piensos con la consiguiente pérdida de eficacia de la maquinaria y el inicio de los procesos de recalentamiento:
En los cereales o piensos contaminados por hongos se inicia la elevación de temperatura que puede alcanzar los 50-55°C y aumenta el grado de humedad.
A partir de este momento, las levaduras pueden elevar rápidamente la temperatura hasta 65°C. A esta temperatura los hongos y bacterias termofílicas inician su actividad llevándola hasta 75-80°C. Si no se interviene el proceso inicialmente microbiológico, inicia una fase de descomposición química que puede alcanzar entre 200 y 250°C.
Dado que cada material tiene una temperatura crítica de ignición, puede ocasionarse una combustión espontánea lenta o explosiva.
Los productos más inflamables son aquellos que tienen un elevado índice de yodo que indica el grado de insaturación: linaza, soja, algodón, cacahuete y colza.
V.4. Insectos
Los gorgojos (gorgojo del maíz o Sitophilus zeamais, gorgojo del trigo o S. granarius y gorgojo del arroz o S. oryzae) y la mariposa son parásitos frecuentes de cereales almacenados y piensos. Su presencia destruye la cutícula y permite la diseminación de microorganismos contaminantes y el contacto con sustratos ricos en almidones. El arroz y maíz son los más frecuentemente atacados.
V.5. Medidas de control de contaminantes
Con la descripción de los cinco grupos de contaminantes (bioquímicos, bacterianos, fúngicos, insectos y semillas tóxicas) y de sus peligros contra la calidad nutritiva, salud de los animales o eficiencia de la maquinaria, hemos señalado cuáles son los objetivos esenciales que deben perseguir los métodos de procesado con la finalidad de paliar o eliminar su presencia y consecuencias.
Dada la actual diferenciación entre zonas productoras de ingredientes para el alimento del broiler y zonas productoras de broilers y su alimento, es necesario distinguir dos grupos de medidas para el control de los factores antinutritivos: previas a la planta de elaboración de alimentos y propias de la planta de alimentos.
Las medidas anteriores a la planta de procesamiento corresponden al sector productor de semillas y agrícola no serán descritas en esta exposición
Las medidas propias de la planta de alimentos pueden describirse en 4 apartados:
a) Programa de formulación de alimentos
Deberá contemplar los límites máximos en contenido de ciertos factores antinutritivos y limitar el uso de aquellos ingredientes que los aportan:

b) Controles en las instalaciones
Los silos de almacenamiento deberán cumplir las siguientes características: evitar la madera y ladrillo como material de construcción, evitar paredes ahuecadas, falsos techos, evitar formas cuadradas y angulosas, estar dotadas con sistemas de ventilación para ser usados en caso de humedad superior al 12%, tener instalados sistemas de control de la temperatura (anillos de superficie, placas en el suelo e internos o diferentes niveles). El resto de la instalación (molinos, básculas, mezcladora, granuladora) debe limpiarse de forma periódica.
c) Controles en las materias primas
A la recepción de las mismas deberán tomarse medidas higiénicas (separar polvo del grano, separar grano partido de grano completo) y realizarse los controles analíticos sistemáticos: humedad, porcentajes de polvo y grano partido, contenido bacteriano, contenido en hongos y micotoxinas, análisis macroscópico (semillas) y microscópico para detectar alteraciones.
d) Empleo de tecnologías e ingredientes que mejoren la calidad
Relacionaremos entre ellos:
- Técnicas de control de mezclado basado en el uso de los microtrazadores o del análisis de cloruros.
- Uso de granulación para la lucha contra alcaloides, inhibidores de la tripsina, bacterias y mohos No es eficaz frente a bacterias esporuladas y toxinas.
- Uso de la extrusión, que además de los efectos de la granulación, incrementa la digestibilidad.
- Uso de antioxidantes, conservantes, absorbentes de micotoxinas, probióticos y enzimas.
- Uso de nutrientes específicos:
- Iodo. Debe ser incorporado en mayor porcentaje cuando las dietas son ricas en mandioca o ácido cianhídrico que disminuyen su absorción.
- Metionina. Su contenido será aumentado en alimentos ricos en taninos y ácido cianhídrico.
- Triptófano. Su contenido será aumentado para reducir el efecto de los alcaloides.
- Colina. Debe aumentarse en alimentos con sinapia y taninos.
- Aminoácidos Aumentar en alimentos ricos en factores antitrípsicos.
- Lisina. Debe ser aumentada en alimentos ricos en gosipol.
- D-manosa. Incorporada a la dieta previene la colonización cecal de tiphimurium. Su uso es poco económico.
VI. ESTADOS CARENCIALES, DESEQUILIBRIOS, ESTRÉS Y PASTOREO
Los estados carenciales son situaciones excepcionales en la moderna avicultura o bien fruto de algún error de producción de alimentos. Las carencias más probables son la vitaminosis A, E y riboflavina que, por mecanismos diversos, cursan con alteraciones motoras: ataxia, encefalomalacia y parálisis musculares.
La carencia de biotina origina el síndrome del riñón e hígado graso, mientras que la carencia de manganeso produce perosis.
La falta total o parcial de agua da lugar a deshidratación, que desemboca en canibalismo.
Los estados de desequilibrio son más frecuentes y se deben a excesos de algún componente.
Así, el uso desmesurado de maíz puede ocasionar canibalismo, el exceso de calcio, gota y si va combinado con falta de fósforo, urolitiasis. Ya hemos citado que deben formularse los alimentos siguiendo criterios limitantes en el uso de ciertos ingredientes y evitarse la acumulación de antioxidantes (complejo neumonía-ascitis).
El estrés puede considerarse también como desequilibrio. Se origina por factores ambientales (calor y frío), de manejo (sobre concentración) e infecciosos:
- a) El calor: Es el principal agente de estrés en el broiler. Produce un descenso del consumo de alimento que puede valorarse en 1.5% por cada grado centígrado de aumento. Esta disminución del consumo puede ocasionar carencias de nutrientes no energéticos tales como proteína, minerales y vitaminas. La lucha contra el calor debe basarse esencialmente en medidas de manejo (ventilación, cortinas de agua) y adaptación de la construcción (techos refractarios blancos, refrigeración).
Es posible incorporar fármacos a la alimentación para combatir los efectos del calor: ácido acetilsalicílico y bicarbonato sódico. El uso de ácido acetilsalicílico en el agua de bebida a dosis de 10-15 mg/l disminuye la mortalidad en olas de calor. Por el contrario, el uso de bicarbonato sódico debe realizarse en períodos calurosos usuales. La incorporación de 17 kg de bicarbonato por Tm de alimento o de 8.5 kg por mil litros de agua consigue aumentar el consumo de alimento (2300 a 2400 g en 20 días) y el peso del broiler (1150 a 1220 g en 20 días) a 30ºC de temperatura. - b) El frío: Es un factor de estrés que afecta en menor grado al broiler a partir de los 15-20 días de edad. Su principal consecuencia es el aumento del consumo que puede combatirse aumentando el contenido energético.
- c) El exceso de concentración: Afecta en medida que descompensa la disponibilidad de agua, alimento y dificulta el intercambio de gases y calor con el exterior. Sus consecuencias serán las correspondientes a cada caso, si bien en general aumenta el riesgo de canibalismo, el número de broilers ahogados y la carga microbiana. Es aconsejable no sobrepasar los 25 kg de carne por m2 en verano y los 27 kg en invierno. No deben intentarse criar en cada nave más broilers que la media de los sacados en las crianzas anteriores. En todo caso, el descenso de la luminosidad es una medida provechosa en circunstancias de sobre concentración.
- d) Los estados infecciosos clínicos (CRD, salmonelosis, enteritis necróticas, coccidiosis) o subclínicos (sobrecarga y reacciones vacunales) son factores importantes de estrés que deben minimizarse. El uso de programas medicamentosos profilácticos y reducir las vacunaciones con gérmenes vivos a las imprescindibles son aconsejables. En todo caso el uso de vitamina C es beneficioso.
El pastoreo. Es un sistema de crianza inusual en la moderna avicultura. Aunque el pasto es muy rico en vitamina A, complejo B, calcio y proteína; presenta el problema de falta de consumo y de digestibilidad si no es tierno, debido al aumento del contenido fibroso.
Por lo tanto, si se quiere criar broilers en pastoreo es preciso programar la rotación de parcelas de pasto, la siembra de especies vegetales adecuadas como el trébol, alfalfa, leguminosas y colza; así como disponer de espacio suficiente (1300 m2 para 100 broilers).
Con todo ello se consigue ahorrar entre 5 y 20% del alimento necesario en crianza convencional en granja.
Otra variante es la crianza confinada con el aporte de heno. Este debe ser de buena calidad y mantener el color verde. En esta crianza es aconsejable suministrar el heno al mediodía y retirarlo por la noche. Es necesario aportar unos 3 kg diarios para 100 broilers. Este aporte también ahorra alimento compuesto.
VII. NUTRICIÓN, MANEJO Y PATOLOGÍA: RENDIMIENTOS PRODUCTIVOS
Se dice tradicionalmente que un animal es como una mesa de tres patas: crecimiento, salud y reproducción. Si alguna de ellas es manipulada para aumentar su rendimiento o rusticidad se produce un desequilibrio desfavorable a las otras.
El broiler es un caso claro. Su alta eficiencia en el crecimiento afecta a su rusticidad. Por ello, los beneficios de una buena nutrición no se observarán sin un adecuado control de los factores de manejo y microbiológicos que pueden ser causa de enfermedad.
Por tanto, aconsejamos adoptar un plan integral teniendo en cuenta:
7.1. Utilizar pollitos de un proveedor que produzca de forma adecuada.
7.2. Controlar el peso y estado inmunitario (micoplasmas y salmonelas) a la llegada. Peso mínimo 35g. Peso medio aceptable 38-40 g.
7.3. Rehidratar el pollito.
7.4. Adoptar una tabla de requerimientos que tenga en cuenta para cada edad las necesidades de espacio, disponibilidad de comederos y bebederos, temperatura, iluminación y ventilación. Entrenar al granjero en el detalle.
7.5. Controlar periódicamente el peso, las bajas y los consumos de alimentos con especial incidencia en los días de cambio de alimento.

estándar
Resultados granja experimental (distintos al de las granjas estándar debido a las condiciones específicas de una granja experimental).

7.6. Adoptar la formulación del alimento a la época climática.
7.7. Adoptar un programa sanitario basado en análisis y uso preventivo de fármacos.
Nuestra línea de trabajo se basa en el uso de un antimicoplasmático los días 1-2-3, 15-16-17 de vida, en la toma de muestras (cabeza y fémur) a los días 21 y en el tratamiento preventivo a los 33-34-35 días, basado en los resultados analíticos de las muestras del día 21.
Adoptar un índice de eficiencia que permita evaluar, al final de cada crianza, los resultados del programa de trabajo. Nuestro criterio es adoptar:
Si el resultado es inferior a 250, la eficiencia es mala.
Si el resultado está comprendido entre 250-310, la eficiencia es aceptable.
Si el resultado supera los 315, la crianza es muy eficiente.
Paralelamente a esta evaluación productiva, debe realizarse otra económica que tenga en cuenta los costes del pollito, el alimento y la medicación respecto al peso del pollito, el valor de la carne producida y el índice de eficiencia.
VIII. CONCLUSIONES
Existen conocimientos suficientes para producir carne de pollo de calidad a un precio asequible y segura para la población.
La aplicación de estos conocimientos científicos a través de programas tecnológicos constituye un arte con rasgos profesionales de cada nutriólogo.
La nutrición constituye el mayor coste en la producción avícola.