Producción de huevos libres de antibióticos
Las granjas avícolas de postura están enfocadas en la producción de huevos de alta calidad de forma segura y, además, en mantener a sus gallinas sanas, libres de enfermedades.

Las granjas avícolas de postura están enfocadas en la producción de huevos de alta calidad de forma segura y, además, en mantener a sus gallinas sanas, libres de enfermedades. Para lograrlo, el uso de vacunas y antibióticos, estos últimos ya sea como profilácticos, terapéuticos o para mejorar la performance de las gallinas, está ampliamente extendido.
Sin embargo, hoy en día, debido al importante rol que ha jugado el ganado en el desarrollo de la resistencia microbiana a antibióticos, los productores se ven obligados a buscar alternativas a los antimicrobianos que sean capaces de mantener o mejorar los niveles de producción, mientras reducen los efectos negativos de los antibióticos.
Otros dos aspectos importantes que marcan la tendencia de reducción del uso de antibióticos son, por un lado, las legislaciones de los países que, asumiendo el rol que les corresponde en materia de salud pública, marcan nuevas restricciones para el uso de fármacos; por otro lado, se advierte una demanda creciente por parte de los consumidores de productos libres de fármacos.
En la actualidad, ya contamos con una amplia variedad de alternativas para los antibióticos. Sin embargo, todavía hay productores que no están seguros de cómo mantener la calidad de sus huevos y a sus gallinas sanas sin usar antibióticos. Nuestro objetivo es presentar algunos sustitutos que han obtenido resultados positivos, tanto en la calidad de los huevos como sobre la salud de las gallinas.
INTEGRIDAD Y SALUD INTESTINAL PARA LA PRODUCCIÓN DE HUEVOS
Un tema bien conocido por todos es la relación directa que tiene la salud intestinal sobre los índices productivos de las gallinas ponedoras. La utilización de antibióticos terapéuticos o preventivos y de antibióticos promotores (AGP) se enfoca en ejercer un control sobre ciertos microorganismos patógenos favoreciendo el crecimiento de la flora benéfica. Este concepto es válido y también es el objetivo de los prebióticos, probióticos y de los productos desarrollados a base de extractos de plantas.
Buscando una estrategia completa y complementaria, debemos trabajar en la calidad microbiológica del alimento, en el equilibrio de la flora intestinal y en la integridad del epitelio intestinal.
Dentro de los compuestos conocidos, que cumplen una función acorde a esta estrategia, se encuentra el anillo cimenol. Es un compuesto extraído de plantas aromáticas, caracterizado por sus propiedades como bactericida y fungicida. Funciona como una herramienta de doble propósito; reduce la carga microbiológica del alimento gracias a su poder antimicrobiano, y, una vez que ingresa al tracto gastrointestinal, cumple una función microbicida, promoviendo el equilibrio de la flora intestinal y controlando microorganismos patógenos. Hay múltiples ensayos in vitro e in vivo que demuestran su eficacia en el control de Clostridium perfringens y Salmonella sp. El primero es el agente etiológico de la enteritis necrótica, enfermedad de presentación aguda con elevados índices de mortalidad, y el segundo es el responsable de la salmonelosis, enfermedad que constituye un reto para las explotaciones debido a la importancia que tiene para la salud pública, por ser una enfermedad zoonótica. La vacuna genera inmunidad específica frente al agente y el anillo cimenol reduce la carga de esta bacteria evitando reinfecciones.
Los productos formulados a base de extractos de plantas que mejoran la integridad intestinal también son una opción para reemplazar compuestos farmacológicos. Poseen componentes comunes que se los puede agrupar como pronutrientes acondicionadores intestinales. Éstas son moléculas biológicamente activas que inducen la expresión de genes implicados en la fisiología intestinal. Su función es, por un lado, aumentar la tasa de regeneración de los enterocitos, lo que mejora la absorción de nutrientes y, por otro lado, también actúan mejorando las uniones estrechas entre los enterocitos. Las uniones estrechas (tight junctions) son las que regulan la permeabilidad paracelular entre las células epiteliales, creando una barrera que impide el paso de toxinas y microorganismos, pero que permite el paso de nutrientes.
Los pronutrientes acondicionadores intestinales son promotores de crecimiento naturales y controlan el ingreso de infecciones por vía paracelular, actuando como sustitutos de los antibióticos promotores de crecimiento (AGP). Se han realizado investigaciones comparándolos con distintos antibióticos promotores de crecimiento (bacitracina, colistina) comprobando que obtienen resultados de desempeño similares. Los pronutrientes también mejoran la calidad interna del huevo (color, tamaño y resistencia de la yema). Esto se debe a la mejor absorción de nutrientes (vitaminas, minerales, pigmentos).
Otra alternativa a los AGP son los probióticos, cepas bacterianas que se cultivan en fermentadores para aumentar su concentración y se administran a los animales para promover el equilibrio de la microbiota intestinal. Los géneros más utilizados como microorganismos probióticos son Lactobacillus, Bifidobacterium, Enterococcus, Bacillus, Streptococcus y algunas levaduras como Saccharomyces. Estos compiten y se adhieren a los mismos sitios de unión que utilizan las bacterias patógenas. Además, producen ciertos metabolitos protectivos como los ácidos grasos, peróxido de hidrógeno y bacteriocinas que evitan el crecimiento de patógenos.
La nueva tendencia es combinar probióticos con productos basados en extractos naturales, ya que son perfectamente complementarios y los resultados son muy auspiciosos.
INMUNOESTIMULACIÓN
A la hora de trabajar reemplazando antibióticos, debemos considerar distintas estrategias para estimular el sistema inmune, preparando a nuestras gallinas para que puedan reaccionar adecuadamente a los desafíos.
La inmunización mediante vacunación es una herramienta de mucha utilidad y con excelentes resultados. Desarrollar y ejecutar un plan sanitario adaptado a nuestra problemática es necesario y fundamental en cualquier granja.
La efectividad de la vacunación está ampliamente probada. Sin embargo, existen fallos vacunales por mal manejo o manipulación, error en la vía de administración, momento incorrecto, rotura de la cadena de frío, cepas poco inmunógenas, etc.
Para dar soporte o complementar la vacunación, existen en el mercado inmunoestimulantes naturales basados en extractos de plantas. Estos extractos son ricos en pronutrientes inmunoestimulantes, actúan como potenciadores de la respuesta inmune inespecífica y específica, aumentando la producción y persistencia de los anticuerpos.
La utilización de inmunoestimulantes es importante para contrarrestar los distintos factores que provocan inmunosupresión. Dentro de estos destacan las micotoxinas (aflatoxinas, ocratoxina), causas infecciosas (enfermedad de Marek, de Gumboro, la bronquitis infecciosa), el estrés, la calidad de aire, la densidad poblacional, etc.
Los pronutrientes inmunoestimulantes pueden utilizarse en forma estratégica o de manera pulsátil. Como soporte a la vacunación, se administran durante 5 a 7 días previos y durante el mismo período posteriormente. Administraciones en pulsos de 15 días se recomiendan para mejorar el estado inmunitario y, así, disminuir la presentación de enfermedades. Estos períodos se ajustan en cada granja en función de las necesidades.
PROTECCIÓN HEPÁTICA PARA LA CALIDAD INTERNA DEL HUEVO
El hígado es el órgano fundamental para asegurar la calidad interna del huevo. El 50% de la síntesis proteica en este órgano está destinado a la producción de huevos. También se encarga de sintetizar parte de los lípidos que conforman la yema.
Juega un papel fundamental en el estado del sistema inmunológico, ya que de él dependen la efectividad del sistema inmune y la respuesta inmunitaria. Es el encargado de la producción de inmunoglubulinas, las proteínas que conforman los anticuerpos.

Por su función depurativa, está constantemente amenazado por distintos agentes: medicamentos, sobrecarga metabólica, microorganismos, micotoxinas, etc. Debemos saber que estos desafíos en mayor o en menor medida estarán presentes y, por ello, se recomienda utilizar aditivos que tengan una función hepatoprotectora.
Prolongar la vida útil de la ponedora a 100 semanas de puesta, es un reto que depende en gran medida de la condición hepática.
Las soluciones naturales a las que podemos recurrir son productos formulados a base de extractos de plantas ricas en pronutrientes hepatoprotectores. Estos actúan como regeneradores y protectores hepáticos, aumentan la síntesis proteica y la secreción biliar.
CONCLUSIONES
La producción de huevos sin antibióticos es posible, La investigación y el desarrollo de productos nos dotan de nuevas herramientas para llevarlo a cabo.
Todos los actores de la cadena alimentaria deben tomar conciencia y saber que se pueden mantener los mismos índices productivos sin recurrir al uso de antibióticos.
Produciendo huevos de manera más amigable evitamos la generación de resistencia bacteriana, obtenemos huevos sin residuos farmacológicos y, al mismo tiempo, se mantienen los índices productivos.
Debemos hacer la salvedad que la producción de huevos libre de antibiótico no es lo mismo que producción orgánica o ecológica. Ésta última posee una serie de requisitos regulados por lo ministerios de ganadería de los distintos países. Adaptarse a una producción sin antibióticos no requiere otra cosa que la decisión del productor.
La finalidad del presente artículo es mencionar algunas de las herramientas disponibles. Sin duda, debemos considerar la utilización de estrategias combinadas que comprendan distintos aspectos: salud e integridad intestinal, equilibrio de microbiota, inmunidad y condición hepática.
Los pronutrientes acondicionadores intestinales, hepatoprotectores e inmunoestimulantes, asi como el anillo cimenol, han demostrado ser una herramienta eficaz y alternativa a los antibióticos y otros productos químicos en la producción de huevos.