Immumología: Vacunas, Inmunoestimulantes y Antigenos. Parte 1 a 6

Immumología: Vacunas, Inmunoestimulantes y Antigenos. Parte 1
1-INTRODUCCIÓN
En la actualidad hay una amplia gama de productos biológicos para el control de las enfermedades aviares, que son controlables, y han surgido otras que han provocados nuevas investigaciones hasta conseguir la puesta a punto de nuevas vacunas hasta entonces desconocidas.
Lo mismo ha sucedido con los métodos de aplicación, por lo cual hay una serie de métodos y planes vacunales, y por último creo debemos de hablar de inmunidad.
El tema es amplísimo, y por tanto puede convertirse en extremadamente largo para las posibilidades de la publicación y poco ameno para el lector. Por lo tanto intentaremos dejar todo lo generalmente conocido y dedicaremos más espacio a lo que es poco conocido, o en lo que parece existir cierto confucionismo.
Las enfermedades controlables mediante vacunación en la actualidad son las siguientes:
A. Virus
• Enfermedad de Newcastle o Psudopeste Aviar.
• Bronquitis infecciosa
• Enfermedad de Marek
• Difero-viruela
• Encefalomielitis
• Enfermedad de Gumboro
• Laringotraqueitis
B. Bacterias:
• Micoplasmosis
• Cólera Aviar
• Tifosis Aviar
• Colibacilosis
• Coriza infeccioso
C. ProTozoos:
• Coccidios
2 – VACUNAS FRENTE A VIRUS
Se han enumerado para darle orden, de más a menos con relación a su extensión en uso, al menos en nuestro país.
2.1,- ENFERMEDAD DE NEW CASTLE
En primer lugar, se encuentra la enfermedad de Newcastle por ser la más usada, ya no sólo una vez, sino varias veces en una sola manada de aves en sus diferentes presentaciones y formas de aplicación.
Los virus de la peste son según su agresividad de tres tipos: Virus Letógenos, Mesógenos y Velógenos.
Sobre la base de estos datos las principales cepas de Newcastle son:
- IPIC: índice de patogenicidad intracerebral en pollitos de 1 día
- IPIV: índice de patogenicidad intravenosa en aves de 6 semanas
- ME: mortalidad embrionaria
Las cepas más usadas son las lentógenas, entre las cuales, están la conocidas B1, La Sota…
Las cepas Roakin, Haifa (Komarov) son mesógenas y por lo tanto más agresivas, su uso no está tan difundido y su aplicación es intradérmica normalmente.
Las vacunas llegan preparadas en diferentes formas, pero podemos distinguir dos tipos: las vacunas vivas, que tal como su nombre indica el virus es el apropiado, pero con modificaciones o atenuaciones y la otra forma de presentación son las vacunas inactivadas con sus diferentes adsorbentes o codyuvantes como son hidróxido de aluminio, B-propiolactona, u otras más actuales, basadas en aceites esenciales, que le confieren más larga actividad inmunológica.
Antes de profundizar más sobre estos puntos, merece la pena que nos detengamos unos momentos, para exponer unos hechos que creemos que son importantes a tener en cuenta.
El uso de vacunas vivas o inactivadas, será decidido según el tipo de ave afectada, según la zona donde va a ser expuesta y según las disponibilidades de mano de obra, pues esto tiene gran trascendencia a la hora de plantear un programa de vacunaciones correcto en cada unos de los casos.
Otro dato interesante es la vía de aplicación. Estas son en las vacunas vivas las siguientes: vía ocular (gota en el ojo), vía bucal (en el agua de bebida), vía aerógena (por spray) o vía intradérmica (untura en el ala o en los folículos de las plumas)
El otro aspecto a tener en cuenta, es el de las inmunidades heredaras o las adquiridas, puesto que con la inmunidad que tiene en aquel memento, el ave vacunada (con ello que no decir, que por vacunar los pollitos inmediatamente tras el nacimiento, o con poquísimos días, o bien vacunar a las manadas de aves de una forma reiterada), vayamos a conseguir más protección, sino que a veces es contraproducente, por tener alta inmunidad y producir entonces los que se llama Rotura de Inmunidad, con lo cual se está desprotegiendo el ave, cuando lo que se intentaba es todo lo contrario). Por lo tanto el uso de vacunas vivas, queda supeditado a las tasas de anticuerpos que muestren las aves a vacunar y como esto no es siempre realizable, se debe de ser muy cauteloso en las recomendaciones sobra la vacunación.
Las vacunas inactivadas, no tienen este inconveniente de las vacunas vivas, si bien éstas protegen por acción del bloqueo celular, de forma casi inmediata; las inactivadas son lentas en la creación del estímulo del organismo para que este desarrolle los anticuerpos adecuados.
Por todo lo expuesto hasta aquí, queremos crear una conciencia en el sentido de cada zona, y me atrevería a decir que cada granja debería de estudiarse de forma detenida y por personal preparado, antes de utilizar tal o cual programa de vacunación, o tal o cual método vacunal y con ello, se conseguiría una más perfecta vacunación con lo que se obtendría sacarle el mejor partido a las vacunas que tenemos a nuestras disposición.
El uso de las vacunas vivas se aplica por diferentes vías, tal como decíamos antes:
Por vía ocular, es la más efectiva, en el sentido de que cada ave recibe la dosis adecuada de partículas víricas, si bien tiene el inconveniente de la lentitud del método.
Por vía bucal, es de rápida aplicación evitando el inconveniente que menciona en el ocultar, pero la distribución de partículas víricas, se hace de forma irregular, y además , existe el riesgo de la destrucción en mayor o menor grado , de las partículas víricas al ponerse en contacto por largo tiempo por el medio ambiente y sobre todo a muy varias condiciones de las aguas que sirven de vehículo vacunal, por lo tanto, es muy necesario tener presente este punto y usar aguas que no vayan en detrimento de la efectividad de la vacuna.
Por vía aerógena o spray, ha tenido una amplia difusión, sobre todo en explotaciones de gran número de miles de aves explotadas, buscando con ello la facilidad de aplicación y la gran rapidez de la misma. Lo más importante de este método radica en el tamaño de las gotas. A menor tamaño, mejor acción vacunal ya la inversa, si bien esto entraña un grave riesgo si tenemos en cuenta, la particular disposición del aparato respiratorio de las aves, la frecuente presencia en las mismas de infecciones latentes de micoplasmas o de colibacilos o ambas a la vez, y en más ocasiones de las que sería de desear, las pocas condiciones higiénico-sanitarias en que son explotadas estas aves. Por todo ello, mucha atención a la hora de decidir usar este buen método, pero que para su realización requieren unas condiciones muy especiales.
El método intradérmico, es poco usado y sol se usa en todo caso, una sola vez en ponedoras o reproductoras, confiere una larga inmunidad por ser el virus usado en este tipo de vacunación de tipo mesogénico, o sea más agresivo que las letógenas.
Como inconvenientes, debe de señalar el de la lentitud de aplicación y la mayor agresividad y difusibilidad del virus usado.
La aplicación de las vacunas inactivadas se realiza siempre por vía parenteral, o sea, subcutánea o intramuscular, siendo el método preferido el de la vía subcutánea, pues la acción se realiza perfectamente y se evita el riesgo de cojeras si la inoculación es en los músculos de muslo o enquistamiento en los músculos pectorales, más teniendo en cuenta que estas zonas son las más nobles del ave desde el punto de vista del consumidor.
La inmunidad frente al virus de la Enfermedad de Newcastle se consigue con las vacunas vivas casi de inmediato por el bloqueo celular, a nivel de las mucosas respiratorias y digestivas ya más largo plazo por la reacción del organismo con la creación de anticuerpos.
En las vacunas inactivadas, esta inmunidad se crea, de una forma más lenta, si bien más duradera y con la enorme ventaja de no producir ni reacciones postvacunales, ni roturas inmunitarias, tal como apuntábamos más atrás.
En toda vacunación se debe tener en cuenta que cualquier otra enfermedad, ya sea vírica, bacteriana o parasitaria, interfiere en la vacunación retando eficacia a ésta por la creación de menos anticuerpos específicos (este punto, se debe de tener en cuenta, no solo en esta enfermedad sino en cualquiera de las que iremos tratando, Las enfermedades más corrientes que interfieren a la buena creación de anticuerpos frente a Enfermedad de Newcastle son : Coccidiosis, Bronquitis Infecciosa, Parasitosis intestinal, etc nombro sólo éstas como las más frecuentes, si bien cualquier desequilibrio del tipo que sea, es negativo en este sentido.
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2.2. Bronquitis Infecciosa.
En segundo lugar, tenemos a la Bronquitis Infecciosa. Como otra enfermedad ampliamente difundida y que crea varios problemas. Contra dicha dolencia disponemos desde principio de la década de los años 60 de dos cepas de virus vivos, ellos son, la cepa Massachusets y la cepa Connecticut, que se usarán en un principio, pero las investigaciones posteriores demostrarán que la cepa Massachusets confería inmunidad cruzada sobre la cepa Connecticut por lo cual prácticamente todas las vacunas que existen en la actualidad, se han basado en esta cepa Massachusets.
En esta cepa hay dos modalidades que consisten en la característica del virus, en que a cuantos más pases recibe a través del embrión de pollo, atenúa su agresividad hacia el pollito y se vuelve más patógena para dicho embrión. Con ello se ha conseguido dos formas de la misma vacuna, una más atenuada (para aves de poca edad) y otra más agresiva (para aves antes de iniciar la postura.)
El que deban aplicarse antes de la postura es debido, a que estos virus tienen una alta selectividad por el tejido del oviducto, al que pueden lesionar grave e irreversiblemente, si este está muy desarrollado, provocando las llamadas Falsas Ponedoras o fuertes deformaciones en la cáscara de los huevos y perdida de su calidad interior, con licuación de la clara.
Desde hace bastante tiempo, se ha apreciado un incremento de casos de Bronquitis Infecciosa a pesar de los planes, vacunas basándose en cepa Massachussets, por lo que parece ser que existe un virus de campo que no coincide, antigénicamente hablando, con el virus de las vacunas actuales, se debería de prestar más atención a esta enfermedad aunque parece que desde el punto de vista de investigación, se hace realmente difícil, dar una respuesta definitiva a este problema.
Las vías de aplicación de dicha vacuna son vía bucal u ocular, pudiéndose asociar a la vacuna de virus vivos contra la enfermedad de Newcastle, si bien es necesario tener en cuenta que la vacunación frente a Newcastle siempre sale perjudicada, desde el punto de vista inmunológico.
Si la vacunación se realiza asociada, ésta se realizará con el virus de B-1 más atenuado y si se realizan por separado, deberá haber un intervalo de 2 a 3 semanas, entre cada una de dichas vacunaciones.
Se ha intentado la fabricación de vacunas inactivadas de Bronquitis Infecciosa, sola o asociada a vacuna Inactivada de Enfermedad de Newcastle, pero en la práctica han dado escasos resultados.
Para controlar a estas dos enfermedades desde el punto de vista inmunológico, debo de decir, que existen varios métodos laboratoriales para detectar la presencia de anticuerpos en el suero sanguíneo, pero los más usados en la práctica diaria, so dos, que son los siguientes:
Inhibición de la hemoaglutinación, para el diagnóstico del estado inmunitario frente a Enfermedad de Newcastle, aprovechando la propiedad que tiene el virus de Newcastle de producir hemoaglutinación sobre los hematíes del pollo y la propiedad que tiene el suero con anticuerpos de inhibir dicha hemoaglutinación.
Respecto a la Bronquitis Infecciosa la prueba de elección es la llamada de suero-neutralización, que es la propiedad que tiene el suero con anticuerpos de B.I De neutralizar el virus patógeno para el embrión de pollo.
Con estos dos métodos de diagnóstico, podemos tener una gran ayuda a la hora de programar una vacunación, pues ellos nos indican, como orientación, el estado inmunitario de las aves sobre las que debemos de actuar.
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2.3. Enfermedad de Marek.
Respecto a la Enfermedad de Marek, diremos que ha sido una de las últimas enfermedades controlables mediante métodos vacunales, por vacunas de virus vivos. Esto sucedía por el año 1970.
Los virus empleados son de la familia de los herpes virus, y su procedencia es la del pavo, porque se demostró que no era patógeno para la gallina y que su poder de difusión prácticamente nulo, o sea, que es una vacuna de las llamadas Heterólogas, esto es, que proviene de una especie diferente a la cual deseamos vacunar, dicha vacuna es conocida con el nombre de HVT (Herpes Virus Turkey), este fue el camino de lo que podíamos llamar escuela Americana.
La escuela Holandesa, trabajó y trabaja en la actualidad con una cepa de virus de gallina que es apatógena para la misma, o sea, que a dicha vacuna se le puede llamar vacuna Homologada, esto es, que proviene de la misma especie a vacunar, como en nuestro país este tipo de vacuna no está autorizada, no merece la pena extendernos más en ella.
Sobre la vacuna de Virus Herpes de Pavo, hay dos modalidades que son importantes desde el punto de vista de conservación y de transporte. Una de ellas su fabricación se realiza a partir de células vivas infectadas con el virus vacunal, su conservación y su transporte se debe de realizar en nitrógeno líquido, para que se alcancen temperaturas de 180º bajo cero y se, sirve de una forma líquida en la cual las células están en suspensión.
La otra forma en que se fabrica es procedente de este mismo proceso, en el cual las partículas víricas se han separado de las células sobre las que han sido sembradas y se han desarrollado, y con este método se ha podido conseguir la liofilización del virus, y así se ha simplificado el almacenamiento y el trasporte, con lo que se puede actuar como una vacuna normal y corriente, desde el punto de vista de no necesitar contenedores especiales.
Merece la pena recordar aquí que cualquier vacuna necesita de un mínimo cuidado en su conservación y transporte, y no realizar éste mediante una simple nevera de material aislante, es ir en contra de la eficacia de la posterior vacunación.
La aplicación de la vacuna de Marek se realiza normalmente en la propia sala de incubación; donde han nacido los pollitos objetos de la vacunación, la vía es la subcutánea (debajo de la piel de la nuca) mediante unas jeringas automáticas, de graduación exacta, que permita calcular la cantidad de Unidades Formadoras de Placa de acuerdo a la concentración de la vacuna comercial.
Las Unidades Formadoras de Placa son las células que han sido infectadas por el virus, durante el proceso de fabricación en el cultivo celular, tienen la propiedad de formar unas placas en su posterior crecimiento, para comprobar la capacidad infectante del material vacual, dichas propiedad es por la que se titula la vacuna.
Se considera que con un mínimo de 700 a 800 UFP es suficiente, por ave a un día de vida, para protegerla contra la Enfermedad de Marek toda su vida. La mayoría de vacunas se venden entre 2000 y 3000 UFP, por cada dosis de 0.20 ml.
El segundo punto, que también sirve para otro tipo de vacunas en las cuales, su aplicación es parenteral, es el de las condiciones higiénicas de su aplicación.
Cuantas veces habremos visto las pocas condiciones que reúnen las jeringas sin ser desmontadas ni desinfectadas, con lo que se favorece el anidamiento de gérmenes en su interior, máxime teniendo en cuenta el material tan fácilmente contaminable que se queda retenido en su interior. Este aspecto es importante de tenerlo en cuenta y no dejar pasar ninguna ocasión de repetirlo, para orientar a quien deba de realizar dicha operación, de aplicar vacunas por vía parenteral.
Para concluir con este punto, sólo queda que hablemos de inmunidad frente a parálisis de Marek.
Esta cuestión de inmunidad ha sido muy discutida y se ha hablado de anticuerpos por un lado y de interferencia por el otro. De todas formas en la creación de resitencia frente a Enfermedad de Marek parece que juega un importantísimo papel la bolsa de Fabricio, por lo que cualquier agresión ha dicha bolsa, va en perjuicio de la creación de una adecuada resistencia, por ello quiero hacer constar, que un ataque de virus de Enfermedad de Gumboro, sobre todo si éste se presenta a temprana edad, creará serios problemas a la implantación del virus vacunal frente a Enfermedad de Marek. O sea, que como vemos, son muchos los puntos a tener en cuenta a la hora de valorar el buen o mal resultado de una vacunación, que puede fracasar porque no se cumpla uno solo de los varios factores que debe tenerse en cuenta.
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2.4. Diftero – Viruela
La Diftero-viruela en avicultura y su vacunación es una de las primeras que se realizó, si bien el correr de los años y debido primero a una barrera vacunal efectiva y a unas mejores condiciones higiénico sanitarias y de alojamiento en que se explotan las aves actualmente ha ido decreciendo su importancia en frecuencia y en intensidad, de todas formas creo que esta situación puede ser perjudicial si se abandona su uso, como está sucediendo actualmente.
Dicha vacuna se prepara a partir de virus vivos que tienen dos orígenes. Uno de ellos es el virus vivo procedente de gallina, y a dichas vacunas de les da el nombre de vacunas Homologas. El otro origen del virus es el procedente de la paloma, por lo que ha éstas vacunas se les denomina vacunas Heterólogas o virus Palom; siendo en la vacuna Homologa su aplicación corrientemente intradérmica (en el pliegue del ala), pudiéndose asociar en muchos casos a la cepa Roakin contra la Enfermedad de Newcastle.
Esta vacuna contra Diftero-viruela produce una reacción post-vacunal y al cabo de unos días aparece una pústula variólica en el lugar de su aplicación (debiéndose comprobar este hecho, pasados unos días de la vacuna, para verificar que la vacunación ha prendido perfectamente).
En cuanto a la aplicación del virus Palomo o vacuna Heteróloga, ésta se aplica en los folículos de las plumas, generalmente en la zona del muslo, mediante el arrancamiento de plumas en una superficie de 1 cm2 y luego mediante pincel impregnado de vacuna, se frotan dichos folículos. Este tipo de vacunación no produce apenas reacción, si bien la inmunidad conferida, es menos duradera que si la vacuna usada es la Homóloga.
2.5. Encefalomielitis
Dicha enfermedad es otra de las controlables mediante su adecuada vacunación, la cual se realiza mediante vacunas de virus vivos, pues las vacunas inactivadas no han tenido éxito en la práctica.
Esta vacunación solo interesa a las granjas que se dedican a la reproducción, puesto que la enfermedad en sí, en aves adultas, tiene muy poca acción económica. Donde realmente afecta de una forma grave es en los resultados de incubación y en la posterior mortalidad de los pollos nacidos de madres que recientemente sufrieron un brote de esta dolencia.
La aplicación de la vacuna se realiza siempre por vía oral; años atrás se realizaba con cánula directamente a la boca y sobre un % de la manada, para que éstas difundieran el virus entre el resto de la manada.
En la actualidad se realiza como una vacunación normal en el agua de bebida, a toda la manada en general, para evitar el problema que representa el que un número determinado de aves tengan que difundir el virus, máxime teniendo en cuenta que las aves dentro de una granja tienen una zona determinada para vivir.
Otro aspecto a tener en cuenta, es del momento más adecuado para efectuar dicha vacunación, puesto que realmente lo que se provoca es la verdadera enfermedad, esta debe de suceder durante el periodo de crianza y que no sea excesivamente cercana al periodo de inicio de la puesta, pues si fuera así en las primeras incubaciones podrían aparecer algunas anomalías en la misma, con posteriores bajas en los pollitos nacidos.
La inmunidad que adquieren las reproductoras vacunadas es transmitida a través del huevo a los embriones y de éstos al pollito. Este hecho es aprovechado para medir la inmunidad, mediante pruebas sobre huevos embrionados, procedentes de estas reproductoras, a dichos embriones se les inocula virus patógeno, cepa Van Roekel y si proceden de madres bien vacunadas resisten bien dicha prueba o no si las madres no disponen de los anticuerpos frente a dicha enfermedad.
Es una prueba práctica que sirve de gran ayuda para decidir el destino de la producción de unas reproductoras de las cuales se desconoce su programa de vacunación.
2.6 Enfermedad de Gumboro y Laringotraqueitis.
Incluyo aquí estas dos enfermedades para finalizar el grupo de enfermedades controlables, producidas por virus, contra las cuales existe en la actualidad vacunas preparadas.
En la enfermedad de Gumboro se están dando los primeros pasos en vacunación, y no está generalizado su uso, al tiempo que parece existir cierta desigualdad de pareceres sobre la conveniencia o no de extender su uso.
Referente a la Enfermedad de Laringotraqueítis es desconocida en España, por el contrario esta enfermedad es de presentación muy frecuente en Norte América.
Allí disponen de vacunas vivas contra dicha dolencia y su aplicación se realiza mediante pincelamiento de la vacuna en la mucosa de la cloaca, que al cabo de unos días aparece tumefacta y edematosa, indicando ello que la vacuna ha prendido perfectamente a los nueve días de la vacunación, se considera que ya las aves están suficientemente protegidas.
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3.- Vacunas frente a Bacterias. Micoplasmosis
En este grupo de enfermedades producidas por bacterias, incluidas al principio en el grupo B, destacamos:
Micoplasmosis
Cólera Aviar
Colibacilosis
Tifosis
Coriza infeccioso
Con el uso de antibióticos, las vacunaciones contra estas enfermedades tienen muy poco interés, salvo en la vacunación contra la Mycoplasmosis, por ser esta enfermedad de amplio alcance en la actualidad.
3.1. Mycoplasmosis
Es una enfermedad muy extendida desde hace algunos años, está producida por el Mycoplasma gallisepticum que es el responsable de la Enfermedad Respiratoria Crónica (CRD), aunque en el campo siempre se presenta con las complicaciones de tipo colibacilar y como factores desencadenantes tenemos dos de fundamentales, los virus y las condiciones de manejo.
En la lucha contra dicha enfermedad, aparte de los antibióticos, se han intentado en los últimos tiempos, dos caminos principalmente; el primero fue el conseguir unos lotes de aves libres de dicho germen, con lo que se consiguió aves denominadas de PPLC, pero estas aves y a su descendencia, para mantenerlas libres, era necesario explotarlas en unas condiciones excepcionales de aislamiento y bajo un estricto control, por lo que se ha hecho muy difícil obtener resultados generalmente buenos, salvo en contados casos. Como este camino es muy difícil, se ha seguido la investigación hacia la creación de una vacuna contra Micoplasmas y últimamente disponemos de una vacuna que reúne las condiciones adecuadas para ser efectiva y practico su uso.
Dicha vacuna está fabricada con gérmenes vivos de una cepa de Micoplasma gallisepticum que desplaza en el organismo de las aves vacunadas al Micoplasma patógeno, confiriéndole la adecuada resistencia a nuevas invasiones de dicho germen patógeno, mientras se mantenga la pauta vacunal y por otro lado el que el germen vacunal no cree en el organismo vacunado la presencia de aglutinas, esto da la posibilidad de realizar en las manadas vacunadas reacciones de aglutinación, para detectar la presencia de portadores patógenos.
Con este método vacunal es posible mantener aves libres de PPLO, sin tener que recurrir al tan difícil método de control y aislamiento. Sin embargo dicha vacuna no protege frente a M. sinoviae lo cual crea un segundo problema.
La aplicación de la vacuna se realiza por tres métodos, el de aerosol más complicado, por gota ocular, o bien el del agua de bebida, que por ser sumamente práctico es el usualmente empleado, dicha vacunación se puede realizar asociada a cualquier otra vacuna contra Enfermedad de Newcastle o de Bronquitis Infecciosa, con lo que se simplifica aún más los ya de por sí sobrecargados programas vacunales.
Para su aplicación se debe tener en cuenta los siguientes factores para obtener un buen resultado en la vacunación estos factores son los siguientes:
El agua que servirá de vehículo vacunal, debe de tener una concentración salina adecuada, para evitar fenómenos de osmosis, entre el agua y el interior del germen a través de su membrana celular, para ello, se recomienda una concentración de 85 gr. De CINa (Sal común) por litro de agua vacunal, con lo cual se consigue un medio Isotónico que en nada perjudicará a los micoplasmas en suspensión.
El agua estará libre de cloro o cualquier otro desinfectante, pues se trata de una norma general para toda vacunación en el agua de bebida.
Como la vacuna que se va aplicar es de gérmenes vivos y éstos gérmenes tiene sensibilidad específica a un grupo de productos medicamentosos entre ellos ala tylosina, Eritromicina, Spiramicina, se evitará que estas estén presentes en el pienso que consuman las aves a vacunar o en forma de otros tratamientos, por lo menos 5 días antes de la vacunación y 5 días después de haberse realizado ésta.
Si la aplicación de la vacuna se realiza por aerosol en sala de incubación, se tendrá en cuenta que los gases de formaldehído son perjudiciales para dicho germen, por 10 que se debe de tener muy en cuenta este hecho.
La pauta vacunal recomendada varía muchísimo según las circunstancias y el tipo de ave explotada, pero por regla general se consigue buen resultado, aplicando dicha vacuna cada 7 u 8 semanas y con ello se mantiene a las aves libres de PPLO. A, su descendencia deberá de seguirse una adecuada pauta vacunal, según el destino de las mismas.
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3.2. CÓLERA AVIAR, TIFOSIS AVIAR Y COLIBACILOSIS
Englobamos estas tres enfermedades por tener varios puntos en común y por ser su vacunación hoy en día casi nula.
En el Cólera Aviar, el germen causante es la Pasteurella multocida, de la cual se usa normalmente y de una forma particular, una vacuna inactivada (bacterina) que se puede fabricar a partir del germen aislado en un caso concreto y sólo en la misma granja, es decir se trata de una autovacuna, ya que como hay diferentes tipos serológicos, es imposible preparar una vacuna para su uso general.
En Tifosis Aviar, el germen causante es Salmonella gallinarum, y se puede aplicar lo dicho anteriormente en el caso del Cólera.
En las Colibacilosis, el problema aún es más intrincado, por existir tan amplia gama de tipos serológicos que hace imposible que tenga un buen resultado, incluso con vacunas polivalentes.
Es decir, entre los escasos resultados obtenidos por estas vacunas, y la existencia de productos medicamentosos que actúan bien en estas enfermedades, hace que el uso de vacunas quede reducido a casos concretos y muy específicos.
3.3. CORIZA INFECCIOSO
La vacunación frente a Coriza Infecciosos se basa en la aplicación de una bacterina a base de Haemophilus gallinarum (serotipos A,B,C) con buenos resultados en aves ponedoras y reproductoras. Respecto a estas últimas se ha detectado un aumento de la tasa de aglutinación frente a Micoplasma sinoviae, después de la vacunación Coriza Infecciosa, Finalmente debemos señalar que la inmunidad tiene una duración entre 6 y 9 meses según manadas ensayadas.
4. VACUNAS FRENTE A PARÁSITOS
Dentro de las enfermedades producidas por protozoos, destacamos la Coccidiosis, la cual la incluíamos en el apartado C al principio del escrito.
El protozoo causante de esta dolencia pertenece al género Eimeria spp, en el cual entramos numerosas especies si bien las más importantes son: E. tenella, E. necatrix, E. acervulina, no sólo por su frecuente presencia en las aves, sino también por las pérdidas que producen en las aves explotadas.
La lucha contra dicha enfermedad se ha planteado en varios campos que podrían resumirse en tres fundamentalmente. El primero y más ampliamente difundido ha sido la investigación y puesta en marcha de una amplia gama de productos farmacéuticos, que incorporados sistemáticamente al alimento, proporcionan protección, hasta unos ciertos límites.
El segundo se puede decir que descansa sobre normas de manejo e higiene y es de realización y divulgación difícil, por los cuidados que requiere su realización.
El tercero es el que entra de lleno en la temática que nos ocupa, pues depende de la vacunación contra la coccidiosis. Allá por 1965, se inició el uso de vacunas a base de ooquistes vivos y atenuados contra 6 de las especies más importantes de coccididos, dicha vacunación se realiza incorporando la vacuna en el agua de bebida a los 10 días de vida y a continuación se iniciaba un programa de coccidiostatico y de riego de litera, para a partir de este riego, crear las condiciones adecuadas para la esporulación los ooquistes expulsados por las heces de las aves vacunadas, para que con sucesivas reinfecciones se fuera creando la deseada resistencia a nivel de las células del aparato digestivo a futuras invasiones de protozoos.
El sistema acabado de exponer no tuvo el éxito deseado, por ser una vacunación sumamente tecnificada y llevó a una serie de fracasos debidos seguramente a un mal manejo de la litera y su riego, y por otro lado, tenía dicho sistema el inconveniente de introducir en la granja así tratada, nuevas formas de ooquistes, a través de la vacuna, los cuales no existían con anterioridad, por todo ello dichas vacunaciones se fueron abandonando hasta su total desaparición.
Sin embargo en 1982 se ha iniciado otra vez su práctica adicionando los ooquistes al pienso. Parece que los resultados son aceptables a nivel de aves reproductoras.