¿Sobrevivirán Avicultura de Puesta Catalana y Española?

Recuerdo que cuando yo era pequeño el huevo era un extra delicioso en el menú A finales de los años 60 el aumento de la población, la concentración urbana y la mejora de las rentas, supuso una fuerte demanda de alimentos que se cubrió con el desarrollo de métodos intensivos de producción. La avicultura, tanto de puesta como de carne; fue el primero de los sectores ganaderos que se basó en la genética, la nutrición, el manejo y los avances en sanidad aviar. Entre 1960 y 1985 España se sitúa en los primeros lugares de la producción avícola mundial, el valor de la misma superaba el 3,5 por ciento de la producción final agraria. Sin embargo, hoy, la producción avícola de puesta en Europa tiene comprometida su supervivencia. Los avicultores han de acondicionar sus granjas a las disposiciones de la Directiva 1999/74/ Ce del Consejo de la Unión Europea y todo apunta a que este sector sufrirá un importante recorte de activos a partir de 2012.
Se está evaluando que a partir del 1 de enero de 2012 las actuales cifras de la producción avícola europea no se podrán mantener y, de hecho, los sondeos realizados en algunos países de3 nuestro entorno, como es el caso del Reino Unido, revelan que 2012 será un año de escasez de huevos, La razón principal es que buena parte de los pequeños productores no pueden continuar con la actividad por no poder afrontar los elevados costes de la adaptación de sus explotaciones a la normativa vigente.
También hay que tener en cuenta que el sector acusa un cierto envejecimiento, aunque, resulta imposible ofrecer un dato específico y documentado al respecto pues, si bien es sencillo dar con datos contrastados sobre el número de explotaciones, su tipología, su nivel de activad, etcétera, no se pueden localizar datos sobre el perfil de los productores.
La edad y las dudas sobre la continuidad del negocio por razones generacionales pueden ser también factores decisivos en el futuro inmediato de este sector.
Sobre las jaulas acondicionadas (también llamadas “enriquecidas”)
Desde el 1 de enero de 2003 las jaulas en uso tienen una altura mínima de 40 centímetros en el 65 por ciento de su superficie; una pendiente máxima del 14 por ciento, un mínimo de 10 centímetros de comedero, un dispositivo para el limado de uñas y garantizar un espacio mínimo por gallina de 550 centímetros cuadrados por ave.
Pero desde el 1 de enero de 2012, las jaulas instaladas por primera vez tendrán que tener 750 centímetros cuadrados por ave, nidal y cama, perchas, espacio mínimo de comedero de 12 centímetros por encima del nidal, y distancia mínima del piso inferior al suelo de 35 centímetros. Además, los pasillos de servicio deben tener una anchura mínima de 1 metro.
Se cree que las llamadas jaulas enriquecidas aportan un mayor grado de bienestar a las gallinas puesto que éstas tienen más espacio y cuentan con perchas, nidales y baños de arena que les permiten realizar algunas de sus pautas de comportamiento natural. Sin embargo, se ha comprobado que el manejo de las aves se complica, lo que incluye el control sanitario de las mismas, y la higiene (aumento de huevos sucios). También se ha contabilizado un mayor número de huevos rotos y más suciedad en las jaulas, En cuanto al estado físico de las aves, hay que señalar que hay menor pérdida de plumaje; un aumento de la resistencia ósea, aunque ligero; menos uñas deformes y partidas; menos hiperqueratosis y menos heridas en dorso. Aunque hay que decir que han aparecido deformaciones del esternón y patas por el uso de las perchas. La tasa de mortalidad parece ser ligeramente superior a las de las jaulas en batería convencional y la producción de huevos es similar; aunque el consumo de pienso y el índice de conversión aumenta.
Huevos más caros
Los costes de producción aumentan entre un 20 y un 30 por ciento ya que se reduce el número de gallinas por m2. No se produce un aumento de la puesta de huevos; se incrementa el consumo de pienso; y suben los costes de mantenimiento de las jaulas para lograr niveles correctos de higiene. Esto tiene una doble consecuencia: los avicultores europeos serán menos competitivos frente a los de terceros países que también podrán vender aquí sus productos sin tener que respectar el sistema de producción europeo: y el precio del producto autóctono en el supermercado se duplicará. En un país en el que se vigila el gasto en alimentación, uno de los capítulos más “nutridos” de las cesta de la compra, todo indica que a la hora de comprar no se escogerán los huevos más caros.
Polonia ha solicitado un retraso en la aplicación de la directiva para no desabastecer su mercado, debido a la imposibilidad de actualizar las instalaciones ya que su mercado que difícilmente aceptará incrementos de precios en un producto básico en la cesta de la compra. Sin embargo el Consejo Europeo no lo ha aprobado.
Algunas partes más avanzadas en la adaptación a la Directiva pretenden, con la excusa de que no se llegará al cambio total en 2012, que hay un número 4 que distinga los huevos de jaula acondicionada de los de convencional. Sin embargo, la Comisión y muchos otros países no están a favor.
El dilema es saber si los grandes supermercados en 203 aceptarán en sus lineales huevos que no provengan de jaulas enriquecidas (clase 3) ó bien si los pocos productores adaptados a dicha normativa y con costes de producción superiores permiten un aplazamiento.
El sector europeo no ha podido adaptar sus instalaciones para 2012 posiblemente por una falta de capital para renovar y aumentar los costes de producción.
En países como Inglaterra, Alemania y Holanda con mercados de mayor poder adquisitivo y con incrementos significativos en ventas de de huevo campero, algunos pequeños avicultores han sustituido las jaulas convencionales por sistemas alternativos.
La avicultura que sobrevivirá a 2013 es una duda, debido a dichas normativas impuestas por la administración, que no contemplan incrementos de precios al consumidor final.
Académico numerario «Revista de L’ Academia de Ciencias Veterinarias de Catalunya»