Las enzimas en la alimentación animal no tienen efectos perjudiciales para el medio ambiente, ya que se trata de una proteína segura sin ningún tipo de efectos secundarios. Es por eso que también es ampliamente llamada «aditivo para piensos verdes» y su aplicación se ha favorecido cada vez más en el mundo.

Amilasa y proteasa son dos de las enzimas popularmente utilizadas para mejorar la digestión del animal de la alimentación sólida y de la proteína cruda. En cierta medida, aumenta el uso de amoniaco y reduce la producción de heces, por lo tanto, la contaminación de NH3 y H2S se reduce.

Podemos incorporar al pienso algunas proteínas de rechazo, tales como plumas, en la proteína de alimentación animal con la aplicación de la proteasa. Las enzimas, especialmente las que van en contra de factores antinutricionales, como la fitasa y beta-glucanasa, son muy importantes para la protección del medio ambiente.

La mayor parte del fósforo en alimentación animal viene de los recursos vegetales en forma de ácido o sal, proporcionando alrededor del 60 a 80% de fósforo total. Y el radical fósforo del ácido fítico puede ser hidrolizado por la fitasa. La sal, sustancia muy difícil de absorber y también un tipo de factor antinutricional, puede ser usada mediante la fitasa transformada a fósforo inorgánico y a hidratos de carbono que los animales pueden usar para vivir.

Este procedimiento podría aumentar la utilización de los piensos a aproximadamente 10%, y reducir la adición de fósforo inorgánico y la sustancia mineral como el calcio a más del 70%. Mientras tanto se disminuye el transporte de fósforo de las heces al medio ambiente.

En total, las enzimas son aditivos muy interesantes para usar en la industria de la alimentación, ayudando a mejorar los parámetros de los animales de una manera favorable al medio ambiente.