Como es sabido el coste ocasionado por las micotoxinas depende de la calidad del maíz, de donde proviene el mismo y de cómo influyen las condiciones ambientales.

El peor aspecto en cuanto a nuestro sector se refiere es que perjudica el rendimiento de los animales, reduciendo la rentabilidad del productor.

Como siempre debemos ser proactivos en lugar de ser reactivos, ante las dificultades o amenazas debemos prevenir. El uso de captadores que mundialmente ya esta extendido es una de las principales armas de prevención. Escoger un buen captador, fiable, de amplio espectro y con resultados científicamente demostrables es la mejor manera de acercarse al éxito en la elección.

Aunque las perspectivas de micotoxinas del 2015 de la cosecha en Estados Unidos parecen buenas nunca hay que fiarse.

Las micotoxinas tienen un efecto negativo en la rentabilidad, la gestión de micotoxinas es importante desde el campo a los animales para reducir todos los riesgos.
El análisis de las muestras de maíz en laboratorio nos puede servir  para medir el contenido total de micotoxinas, pero para hacer frente el uso del captador de micotoxinas es esencial, es obvio que ese análisis nos ayudare en la dosis de captador que debemos aplicar.

Los análisis promedios de estudios desarrollados en 2015 en Estado Unidos dan que se encontró un promedio de 3,1 micotoxinas por muestra, done la mayoría tienen  2-5 micotoxinas – inferiores a los resultados de la cosecha del 2014. El setenta por ciento de las muestras tenía fumonisinas (FUM).

La presencia de micotoxinas, incluso a niveles bajos, puede costar a los productores de cerdos y aves de corral grandes pérdidas económicas.

Para pollos de engorde, puede significar una pérdida de ganancia en gramos por día por ave, con lo que lleva a un empeoramiento del índice de conversión por ave, una pérdida de beneficios por ave, y aumento de días días adicionales para alcanzar el peso de mercado deseado.

Para las ponedoras, significa una disminución de la puesta de huevos por gallina, una pérdida de peso del huevo, y la pérdida de ganancias monetarias.

Para lechones, puede significar una pérdida de de ganancia de peso media diaria por lechón por día, una empeoramiento del índice de conversión por lechón, una pérdida de margen por sobre alimentación, y días extra para llegar a peso de mercado deseado.

En definitiva un buen captador ayuda a reducir todas estas pérdidas.