Aflatoxinas en Rumiantes: ¿Qué efectos tienen?
Las aflatoxinas son metabolitos tóxicos producidos por hongos que pueden afectar los animales rumiantes y su producción.

Las aflatoxinas son metabolitos tóxicos producidos por hongos que pueden afectar los animales rumiantes y su producción.
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Las micotoxinas son un grupo de metabolitos tóxicos producidas por diferentes géneros de hongos que pueden contaminar el forraje y el alimento de los animales. Estas moléculas pueden alterar las propiedades fisicoquímicas y nutricionales de los piensos y forrajes suministrados a los rumiantes. Por esta razón se consideran un grupo de moléculas patógenas de gran importancia en las granjas y durante los procesos de producción en rumiantes de leche y de carne.
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¿Qué son las aflatoxinas?
Las aflatoxinas hacen parte del grupo general de micotoxinas que afectan a los animales. Estas aflatoxinas son metabolitos tóxicos secundarios producidos por los hongos de las especies Aspergillus flavus, Aspergillus parasiticus y Penicillium puberulum. La producción de aflatoxinas aumenta durante la fase estacionaria del crecimiento de estos hongos, es decir, cuando su multiplicación se ha estabilizado. Además, estos hongos crecen en grandes cantidades cuando las condiciones ambientales son favorables. Por ejemplo, cuando el pienso o forraje están almacenados en condiciones de excesiva humedad o durante mucho tiempo.
Los granos utilizados en alimentación animal que con más frecuencia se contaminan con aflatoxinas son el sorgo, el algodón, el maíz y el trigo. Los hongos productores de aflatoxinas pueden crecer tanto en los cultivos como en los momentos de transporte o en las fases de almacenamiento de estos productos. Debido a que las aflatoxinas son termoestables, siguen siendo potencialmente dañinas incluso en alimento que ya han sido procesados.
Importancia y clasificación de las aflatoxinas en rumiantes
Actualmente, las aflatoxinas son un grupo importante de estudio por sus efectos en los rumiantes y en el ser humano. También se están estudiando sus efectos desde hace algunos años en otros animales como los perros y en las aves, donde tienen un gran impacto.
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Las aflatoxinas que ingieren y eliminan los rumiantes son de interés para la medicina humana y medicina veterinaria ya que se ha reportado efecto mutagénico, carcinogénico, teratogénico e inmunosupresor de estos compuestos.
Entre todas las micotoxinas descritas, se reconocen más de 250. Dentro del grupo de Aflatoxinas, también se han realizado clasificaciones. De esta manera, se han agrupado respecto a la fluorescencia que emiten en la prueba de cromatografía en capa fina cuando se irradian con luz ultravioleta.
- B (Blue, emiten fluorescencia azul): B1 y B2
- G (Green, emiten fluorescencia verde): G1 y G2
- M (Milk, por su excreción en leche): M1 y M2.
La AFB1 es la más común de todas y tiene una gran importancia en rumiantes destinados a producción de leche. Una vez la AFB1 es consumida por los rumiantes se transforma a nivel hepático gracias a las enzimas citocromo P450 ubicadas en el hígado. Así, se metaboliza y pasa a ser AFM1 que tiene excreción en la leche y la orina.

Efectos clínicos de las aflatoxinas en rumiantes
Los efectos de las aflatoxinas en rumiantes se pueden clasificar dependiendo la dosis y el tiempo de exposición a estas, ya que, según esto, se pueden observar diferentes signos.
Efectos agudos
Los efectos agudos de la exposición a aflatoxinas en rumiantes incluyen una amplia gama de signos clínicos. Entre los más notorios se destacan: depresión, incoordinación (ataxia), disnea, anemia, epistaxis y melena. Además, estos signos se exacerban cuando hay condiciones estresantes para los animales como movilización, partos recientes, condiciones climáticas extremas, entre otras.
En terneros se ha observado la presentación de signos nerviosos como convulsiones, ceguera, caminata en círculos, ataxia, espasmos y tremores. En casos más severos, puede llevar a que las vacas preñadas expuestas a altas dosis de aflatoxinas presenten abortos.
Se reporta que dosis de 4 mg/kg en bovinos causan insuficiencia hepática agua y posteriormente la muerte.
Efectos subagudos
Los efectos subagudos tienen otra amplia gama de signos clínicos observados durante el examen y de anormalidades en pruebas de laboratorio. Los más destacados se relacionan con cambios en la coloración de las mucosas y piel, debido a ictericia y hematomas. También, se puede observar ascitis y prolapso rectal en los animales, producido por procesos inflamatorios del intestino (enteritis hemorrágica). Entre los hallazgos de laboratorio, se destaca la hipoprotrombinemia, lo que predispone a presentación de hemorragias subcutáneas.
Finalmente, se ha observado la aparición de fotosensibilización en los rumiantes, que favorece las lesiones alrededor de los ojos, ollares y lengua.
Efectos crónicos
Esta es la forma más común presentada en los animales, pero al mismo tiempo es difícil de detectar. Los animales pueden presentar anorexia, baja en la producción de leche, pelo hirsuto, anemia, ictericia, ascitis y depresión. A nivel de necropsia, los animales se han diagnosticado con lesiones hepáticas de tipo neoplásico, como hepatomas benignos, carcinoma de conductos biliares y carcinoma hepatocelular.
Por otro lado, se debe resaltar el papel de las aflatoxinas eliminadas en la leche en vacas que las consumen de forma crónica. La AFB1, una vez consumida, es metabolizada por los rumiantes a nivel hepático. Luego, en leche eliminan Aflatoxina M que ha demostrado tener efectos adversos. La AFM1 puede provocar inmunosupresión tanto en terneros como en seres humanos que consumen la leche. Se ha estudiado el efecto de las aflatoxinas sobre la síntesis de RNA y de DNA, lo que altera una gran cantidad de procesos celulares en animales y humanos expuestos.
Por esta razón, los entes reguladores de cada país deben establecer los límites máximos permitidos en leche de estas aflatoxinas. De hecho, la la Agencia Internacional de Investigación en Cáncer (IARC) clasifica la AFM1 en el grupo 1 de agentes carcinogénicos para el ser humano y los animales.
¿Qué son los captadores de micotoxinas?
Las micotoxinas presentes en productos alimentarios de origen animal son una preocupación para la industria pecuaria. Por ello, los campos de las ciencias animales y veterinaria han enfocado sus esfuerzos en el desarrollo de captadores de micotoxinas.
Estos captadores buscan reducir la eliminación de excreción en productos como leche caprina. El Silicoglycidol ha demostrado capacidad de reducción de forma considerable en la excreción en leche de la aflatoxina M1 en cabras, sin provocar efectos significativos sobre la producción.
Los captadores de micotoxinas evitan que la Aflatoxina B1 sea absorbida a nivel intestinal por los rumiantes y así que no se metabolice en el hígado. De esta manera, se evita su metabolismo hacia Aflatoxina M1 y la eliminación de esta en la leche. El captador de micotoxinas Silicoglycidol tiene una alta tasa de adsorción de estas micotoxinas lo que evita su eliminación en leche.
Uso de captadores de micotoxinas en animales
El efecto del Silicoglycidol fue evaluado en 18 cabras distribuidas en tres grupos aleatoriamente: grupo control negativo, grupo control positivo y grupo tratado con Silicoglycidol. El estudio fue realizado en la Universidad de Córdoba (España). En la tabla 1 se resume la distribución y tratamientos de cada grupo.

Los resultados indicaron que las cabras expuestas a AFB1 y tratadas con Silicoglycidol, eliminaron 26,27% menor cantidad de AFM1 comparadas con cabras expuestas y no tratadas. Esto es una reducción notable de la eliminación de Aflatoxina M1 en leche, la cual fue evaluada durante los 28 días del estudio. Por otro lado, el Silicoglycidol no tuvo cambios en la producción ni composición láctea, tampoco en los parámetros sanguíneos.
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Conclusiones
Las Aflatoxinas son un importante grupo de metabolitos tóxicos producidos por hongos que afectan a los rumiantes. Son producidas por hongos principalmente Aspergillus y se clasifican en grupo B, G y M. La más importante es la aflatoxina B1 que es transformada a Aflatoxina M1 en el hígado de rumiantes y es eliminada en leche.
Los efectos de las aflatoxinas se pueden clasificar por su dosis y tiempo de exposición en: agudas, subagudas y crónicas. Según esto, la variedad de signos observados en rumiantes es amplia y dificultar su diagnóstico.
Los estudios recientes se enfocan en el desarrollo de moléculas que tengan capacidad de captadores de micotoxinas para prevenir su absorción y eliminación. Por ello, se han realizado estudios en cabras para evaluar la eficacia de un captador llamado Silicoglycidol. Esta molécula ha mostrado excelentes resultados en cabras y aves expuestas a alimentos contaminados con aflatoxinas.
Finalmente, el efecto de las aflatoxinas en rumiantes es considerable también en salud pública, debido a su afectación en la salud animal y humana.
Jerson Andrés Cuéllar Sáenz
Estudiante medicina veterinaria (V año); Universidad Nacional de Colombia.
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