El Ojé
La población de la selva del Perú emplea el látex que produce la corteza del ojé, con múltiples fines

El árbol Ficus insipida Willd se conoce popularmente en la Amazonía peruana como Ojé, Higuerón o Huito. Es un árbol de 18 metros de altura, de tronco recto, copa amplia y frondosa, corteza de color gris con fisuras paralelas y abundante savia o látex de color blanco – lechoso. Posee flores bisexuales y un fruto en forma de globo de 2 a 3 cm de diámetro que contiene semillas pequeñas abundantes.
Crece en forma silvestre y también es cultivado en la Selva Alta del Perú, cerca a ríos que se ubican entre los 800 a 1000 metros sobre el nivel del mar, en clima tropical y subtropical, con lluvias de 1500 a 4500 mm o más por año y temperaturas en un rango de 22 a 30°C.
Ficus insipida Willd tiene varios usos medicinales, la población de la selva del Perú emplea el látex que produce la corteza del ojé con múltiples fines: como purgante, antiparasitario, antirreumático, hematopoyético, depurativo de la sangre y para el dolor de muelas, picadura de hormiga, mordedura de serpiente y contra la leishmaniasis. Sin embargo, hay que conocer bien la dosis, ya que consumido en exceso produce intoxicación. La savia calentada es utilizada contra la mordedura de peces.
Las hojas de esta especie se usan como antiemético, antipirético, febrífugo y antianémico. A los frutos se les atribuye poderes afrodisíacos, además de estimular la memoria. También sirven de alimento a peces, aves, sachavacas y venados. La madera del ojé sirve para fabricar cajas y la fibra de la corteza se utiliza como tela.
El principio activo más importante de la savia del ojé es la ficina, una enzima proteolítica que disuelve la cutícula que protege el cuerpo de los parásitos gastrointestinales.
La gente de la selva, después de recolectar el látex, lo envasan en un recipiente de vidrio, previamente desinfectado con agua hirviente; agregándole una parte de aguardiente para su conservación y evitar la contaminación.