Materias primas para la nutrición animal en el marco de la globalización económica
Esta comunicación pretende mostrar la evolución de los precios de las materias primas más utilizadas en la alimentación animal. En segundo lugar se compara la producción y el consumo de los Países más relevantes en este tema. Finalmente se mencionan las causas de las subidas de precios y se enuncian algunos datos que advierten y pueden mitigar las consecuencias que esto tiene para la economía mundial.

Esta comunicación pretende mostrar la evolución de los precios de las materias primas más utilizadas en la alimentación animal. En segundo lugar se compara la producción y el consumo de los Países más relevantes en este tema. Finalmente se mencionan las causas de las subidas de precios y se enuncian algunos datos que advierten y pueden mitigar las consecuencias que esto tiene para la economía mundial.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación FAO ya advirtió en el año 2008 sobre cuáles podrían ser los efectos del cambio climático y la derivación de los alimentos para producir biocombustibles. Una de las primeras consecuencias fue el aumento de los precios de los alimentos y esto provoco privaciones a los colectivos sociales con rentas per cápita más bajas. Este año 2011 la FAO también ha advertido sobre otro record del precio de los alimentos básicos con la consecuente repercusión sobre la alimentación humana.
En el sector agropecuario el precio de los cereales y de las oleaginosas, materias primas básicas para la alimentación animal, han experimenta- do una subida espectacular. Estos incrementos están provocando un encarecimiento de los piensos compuestos y por tanto un aumento de los productos cárnicos, lácteos y los alimentos en general. Las prime- ras consecuencias las sufre el sector ganadero y las industrias afines pero lamentablemente tiene un efecto dramático sobre las personas que viven en países en desarrollo y los miembros más desfavorecidos de la sociedad. Si hoy en día hay 800 millones de seres humanos, que padecen hambre crónica, esta cifra seguirá aumentando si no se adoptan medidas estabilizadoras.
En la figura 1 se muestran los precios del maíz, trigo y cebada (cereales) y de la soja (leguminosa-oleaginosa) en los últimos treinta años. Durante las dos primeras décadas de este periodo los precios mostraron una pendiente mesurada y regular. Fue en el 2008 en que los precios sufrieron un incremento desmesurado, que se confirmó en el bienio 2010-2011 en que en algunos casos se dobló el precio por tonelada.
Los cereales representan un 55-65% de la composición de los piensos que se utilizan para la alimentación animal y las oleaginosas un 17-22% (ver fig.2). Como siempre, pero ahora con mayor exigencia, se habrá de buscar nuevos insumos para la formulación de los piensos. Los cereales y las oleaginosas deberán reducir su presencia a cambio de incrementar otros componentes como las tortas proteicas, salvados, harinas forrajeras. Los precios descartan a unos y hacen más atractivos a otros.
En España se consumen anualmente unos 30.6 millones de toneladas de ce- real, de los cuales se destinan 23 a la alimentación animal, 4.3 a la humana, 2.2 a usos industriales y el resto poco más de un millón de toneladas a semillas y otras utilizaciones. España es uno de los gran- des fabricantes de piensos, su producción se aproxima al 15% del total euro- peo UE-27. La mayor parte del pienso se destina a la ganadería intensiva: porcino 33%, avicultura 32% y rumiantes 27%.
Las oscilaciones en la producción mundial anual de cereales están muy ligadas a la climatología, pero tomando la media de los diez últimos años en el caso del maíz la producción ha aumentado un 3% anual, la de trigo 1% y la de cebada se ha mantenido estancada. En el caso de la soja el aumento anual es de un 3.5%. En la figura 3 se expone la producción mundial de los principales cereales y leguminosas utilizados para la fabricación de pienso. Se adjuntan los rendimientos de dichos cultivos por hectárea. Los rendimientos por hectárea son aproximados, ya que hay amplias zonas de Francia y Estados Unidos que tienen rendimientos del maíz algo superiores a 8000 kg/hectárea.
Se podrían poner otros ejemplos de excelentes rendimientos cuando concurren una climatología, un suelo y una genética óptimos. El número de países que han aceptado, en mayor o menor grado, los cultivos transgénicos ya son 29 y entre ellos los más productivos. China autorizó en el año 2009 el cultivo transgénico del arroz y del maíz.
En las figuras 4 a 7 se han comparado los mayores productores y consumido- res de las materias primas que son: Estados Unidos, China, Unión Europea (UE-27), Brasil y Argentina. Incluimos España para tener una referencia comparativa de cuál es nuestra situación en el mercado global. La obtención de estos datos se anota en cada figura, principalmente se obtuvieron de www.indexmundi.com y reflejan las producciones actualizadas del año 2010.
Estados Unidos es el principal productor de maíz y de soja y tiene excedentes en trigo. Además los Estados Unidos a través de la bolsa de Chicago, imponen los precios del mercado global. La República Popular China muestra un equilibrio entre producción y consumo excepto en soja que es deficitaria. La de- manda creciente de China unido al volumen de su población produce la desestabilización de todo el mercado. La UE-27 mantiene resultados positivos con los cereales pero debe de importar soja para equilibrar su demanda. Brasil y Argentina son netos productores tanto de maíz como de soja y por tanto exportadores de estas materias primas. España es deficitaria en maíz, trigo y soja
La creciente utilización de alimentos básicos como el maíz para la obtención de bioetanol queda reflejada en la figura 8, para el caso de Estados Unidos. Los biocombustibles se con- vierten así en competidores de la producción de alimentos.
La producción de bioetanol proviene principalmente del maíz, caña de azúcar y del trigo. Los principales productores son los Estados Unidos y Brasil (figura 9). El biodiesel proviene principalmente del aceite de palma, soja, colza y girasol. La producción europea sobresale un poco sobre las producciones de Brasil, Argentina y Estados Unidos (figura 10).
La creciente demanda mundial de alimentos y de energía hace que la producción de energía se convierta en competidora de la producción de alimentos. El desvío de las materias primas alimenticias para obtener biocombustibles obedece al aumento del precio del petróleo.
El Fondo Monetario Internacional FMI calculó que los biocombustibles bioetanol y biodiesel fueron responsables entre un 20-30% del aumento del precio de los alimentos en 2008.
Comparando los precios de los combustibles antes de los impuestos se obtienen los valores siguientes: gasolina sin plomo en España 0.51€/l, biodiesel en EEUU 0.6 €/l bioetanol en Brasil
0.41 €/l, que demuestran que los precios de los biocombustibles ya son competitivos. Lo que no es posible es sustituir el petróleo por los biocombustibles. El consumo de petróleo en EEUU es de 21 millones de barriles/día, en Europa 19 millones de barriles/día y el total mundial es de 84 millones de barriles diarios. Estas magnitudes son imposibles de sustituir por los biocombustibles.
Cada país intenta solventar de la mejor manera esta nueva situación mundial. Brasil en la primera crisis del petróleo el famoso Peak Oil de los EEUU en 1971 (Marion King Hubbert lo anunció quince años antes) modificó los moto- res de sus vehículos para poder consumir bioetanol. La empresa Neste Oil de Finlandia inauguró en noviembre de 2010 la mayor compañía del mundo para la obtención de aceite de palma en Singapur (800.000 Tm/año). En el año 2010 el Presidente Obama de los Estados Unidos permitió, con algunas reservas, la búsqueda de petróleo en Alaska (25 años vetada por el Congreso). Lo que todo el mundo ya sabe es que nuestro modelo económico basado en el consumo creciente y la energía barata ya no es posible.
La AIE – Agencia Internacional de la Energía – consideró que el peak Oil mundial fue en el año 2006. La asociación para el estudio del peak oil y el gas ASPO (nuestra epresa petrolera Repsol-YPF le da crédito) considera que el peak oil fue en el año 2010. Otras opiniones, no parecen muy acertadas, consideran que tenemos petróleo sine die, y que ya se verá.
La buena gestión de los recursos alimenticios y energéticos es crítica para el futuro de la humanidad y los veterinarios tienen un papel importante en ello. De momento no se dispone de una alternativa energética barata al petróleo que goce de amplio consenso social. Se debe evitar el derroche energético y promover una gestión racional y más equitativa de los recursos alimentarios. Además hay que tener presente que el planeta no puede aguantar un crecimiento indefinido de la población mundial.
*Este artículo ha sido cedido por la «Acadèmia de Ciències Veterinaries de Catalunya»
Pueden ver el artículo original en el siguiente link:http://www.acvc.cat/publicacions.html