Conceptos básicos para establecer tratamientos Farmacológicos en Avicultura.

Las empresas avícolas actuales se han convertido en industria productora de alimentos a gran escala. La industrialización avícola crea la necesidad de sistematizar todos los aspectos de la actividad de dicha industria.
Asumida esta realidad es posible que el diseñador de cada etapa recurra a diversas opiniones de expertos, internos o externos a la empresa, con el objetivo de formarse el criterio más adecuado posible.
Es posible que entre las opiniones consultadas se escuchen razonamientos radicales opuestos entre sí, al partir de criterios interdisciplinares y que por lo general tienen ciertos tintes utópicos.
Es utópico pensar en la eliminación del uso de fármacos, es utópico pensar en producir aves a fuerza de medicaciones, es utópico seleccionar los medicamentos por el precio de compra o por el laboratorio productor.
Es necesario pensar en el uso racional de los fármacos basado en conocimientos multidisciplinares que combinen fisiología, patología aviar, farmacología, toxicología, galenica, manejo avícola, economía empresarial y salud pública.
Solamente a la luz de todos estos conocimientos seremos capaces de elaborar un plan terapéutico adecuado a la moderna avicultura.
Dada la diversidad de planes terapéuticos y fármacos que son empleados en avicultura se haría demasiado extensa nuestra exposición. Por ello la mayoría de ejemplos prácticos que usaremos harán referencia a tratamientos antibióticos en broiler.
En los siguientes apartados consideraremos los conocimientos básicos enumerados anteriormente para llegar al paso de la terapéutica a la veterinaria preventiva, para llegar a la necesidad de colaboración de clínico, analista, nutrólogo y para llegar finalmente ala evaluación de los resultados obtenidos con la aplicación de planes sanitarios.
Conocimientos a considerar
A) Relacionados con la Anatomía y Fisiología Aviar.
Las características anatómicas y fisiológicas aviares de mayor interés son:
1. Proximidad anatómica entre sacos aéreos, hígado, ovario e intestinos que permite la transmisión de gérmenes entre tales órganos y es la razón de la difusión de E. coli de intestino a sacos aéreos e hígado (CRD) y de salmonela de intestino e hígado a ovario.
2. Presencia de vitelo nutritivo durante los primeros días que permite la difusión de salmonelas, desde pollitos portadores a pollitos sanos, mediante el excremento.
3. Elevada temperatura fisiológica inicialmente usada como mecanismo de lucha contra las infecciones, en los primeros animales homeotermos, es también causa del largo periodo de incubación de ciertas infecciones bacterianas avícolas.
4. Ausencia de sistema linfático ganglionar, al estilo del desarrollado posteriormente por los mamíferos, es la causa de que muchas infecciones avícolas cursen de forma septicémica en lugar de tener carácter regional.
Algunas de las características descritas pueden ser utilizadas, en favor nuestro, y permitirnos establecer diagnósticos precoces en infecciones respiratorias de carácter septicémico frecuentes en aves de 30-35 días ya que los microorganismos causantes pueden aislarse, en la médula ósea, entre 10 y 15 días antes de causar síntomas clínicos.
Este conocimiento es un avance extraordinario en la terapéutica avícola ya que permite siempre usar antibióticos específicos seleccionados por antibiograma.
B) RELACIONADOS CON LOS PRINCIPIOS ACTIVOS
El desarrollo de la industria avícola no se corresponde con el desarrollo de conocimientos en farmacología aviar. Desgraciadamente la mayoría de tratamientos y en especial los aspectos relacionados con la dosis y la seguridad se basan en datos empíricos derivados de la experiencia clínica individual.
Es común el uso de la extrapolación de datos desde informes experimentales sobre mamíferos así como el uso de productos en tratamientos, no indicados en la documentación existente, aunque basados en la experiencia clínica.
Es también precisa la colaboración de clínicos avícolas en el desarrollo de protocolos de ensayos clínicos y de farmacólogos en el estudio de los parámetros farmacológicos y toxicológicos de cada molécula tanto en aves como en animales de experimentación.
Se hace necesaria la incorporación de datos específicos para avicultura en textos esenciales como farmacopea veterinaria.
En la actual situación el veterinario clínico debe esforzarse en buscar información básica, de las moléculas que está utilizando, relacionada en la farmacodinamia, farmacocinética, concentraciones mínimas inhibitorias, relaciones dosis/peso/metabolismo de diferentes especies aviares y espectro de actividad.
El uso de quinolonas diferentes según se destinen al tratamiento de procesos respiratorios o al tratamiento de salmonelosis, constituye un ejemplo práctico ya que su eliminación renal o por circuito enterohepático es un conocimiento decisivo para recomendar en cada caso el principio activo más adecuado.
C) RELACIONADOS CON LA VÍA DE ADMINISTRACIÓN
Las vías de administración más usadas en la industria avícola son: oral agua de bebida, oral alimento, parenteral subcutánea y parenteral intramuscular.
Contrariamente la vía aerógena y parenteral intravenosa son las vías menos frecuentes por su dificultad.
La vía utilizada puede influir fundamentalmente en la estabilidad del principio activo entre la aplicación y la ingestión y en la dosis final de principio activo que llega al ave.
En la vía oral a través del agua de bebida adquieren gran influencia la estabilidad del principio activo en agua y la variación del consumo de agua de bebida debida a la temperatura ambiental que puede aumentar hasta un 6% por cada ºC que supera los 20ºC. La administración de doxiciclina es un ejemplo práctico de lo indicado.
Para evitar estas dificultades se están implantando sistemas de administración mediante bombas dosificadoras que todavía presentan algunas dificultades (predisolución en agua para conseguir dosificación precisa). Finalmente deben tenerse en cuenta la proliferación de hongos, especialmente levaduras productoras de polímeros dentro de los conductos de agua, en presencia de algunos excipientes que contengan lactosa.
La administración a través del alimento está sometida a influencia del consumo de alimento, palatabilidad, homogeneidad de la mezcla, estabilidad del medicamento durante el proceso de preparación del alimento y desde su elaboración hasta su consumo por las aves y a la fijación en otros componentes del alimento. Estos aspectos adquieren importancia en medicaciones realizadas durante fases de alimentación racionada en ponedoras o reproductoras en recría, en el uso de probióticos, enzimas sensibles a tratamientos térmicos, agentes conservadores y en el empleo de tetraciclinas que pueden fijarse con sales cálcicas.
En la administración parenteral debe tenerse en cuenta la necesidad de asepsia en el instrumental y en el uso de disolventes estériles evitando la práctica tan extendida del uso de agua de bebida no estéril o desinfectada, con agentes químicos, que pueden tener efecto oxidante sobre el principio activo.
En la administración parenteral subcutánea considérese la posibilidad de que el medicamento llegue físicamente a prolongaciones de sacos aéreos. Es importante que la aplicación se realice en zona cervical alta.
La administración parenteral intramuscular se realiza frecuentemente en la musculatura pectoral y extremidades. Debe tenerse presente que el medicamento puede ocasionar necrosis local que afecte a la comercialización posterior ya sea en aplicación única o por aplicación reiterada. Cuando el principio activo es neurotóxico o se excreta por riñón debe ser aplicado en musculatura pectoral ya que la especial anatomía de sistema portal renal evita la difusión correcta por el organismo.
D) Relacionados con el Manejo.
De todas las pautas de manejo diario, en una granja avícola, el programa de iluminación es el factor que tiene mayor influencia en las medicaciones orales (agua bebida y alimento) al crear una diferencia horaria en el ritmo de administración.
El veterinario prescriptor debe tener en cuenta el concepto farmacológico de vida media plasmática (tiempo en que la concentración de un fármaco en plasma se reduce al 50%). Si este tiempo es corto, y las horas de oscuridad superiores, es posible que durante unas horas, cada día, la concentración plasmática del fármaco sea inferior a su concentración eficaz. Por tanto el veterinario prescriptor debe conocer la concentración inhibitoria mínima de los Quimioterápicos que recomienda y adoptar una pauta de administración adecuada al ritmo lumínico.
E) Relacionados con la Especialidad Farmacológica.
Toda especialidad farmacológica está compuesta por principios activos, componentes no activos necesarios para conseguir la forma farmacéutica y excipientes.
Los componentes no activos y excipientes pueden influir positiva o negativamente en las características farmacológicas del principio activo ya descritas anteriormente especialmente en la absorción y estabilidad. Las empresas elaboradoras de medicamentos veterinarios deben informar de las características de sus preparados a los veterinarios clínicos.
En este punto queremos introducir la temática de las asociaciones medicamentosas que constituyen la mayoría de composiciones de las especialidades farmacológicas veterinarias. Es estéril la discusión sobre el uso de monodrogas y el uso de asociaciones como lo es asimismo la justificación a ultranza de asociaciones con múltiples principios activos. La práctica clínica requiere el uso de especialidades compuestas por asociaciones farmacológicas pero es imprescindible que estén suficientemente documentadas, por existencia de sinergismos demostrados, por el aumento del espectro de actividad o por menor dosificación.
Teniendo en cuenta la etiología, conociendo el espectro de actividad y las implicaciones debidas a las asociaciones o a principios no activos el veterinario puede decidir si es aconsejable el uso de un preparado o el uso simultaneo de preparados monodrogas. Nuestra experiencia es positiva cuando se utilizan conjuntamente dos quimicoterápicos sinérgicos acompañados por una molécula de efecto sintomático. Sin embargo deben cumplirse dos condiciones: el sinergismo debe estar demostrado y el sintomático no debe ser favorecedor de la difusión infecciosa (corticoides).
Los espectros de acción aconsejan clasificar en grupos terapéuticos:
-Quimioterápicos de amplio espectro: betalactámicos, fluorquinolonas, sulfamidas y tetraciclinas.
– Quimioterápicos frente a G negativos: aminoglicosidos, quinolonas de primera generación.
– Quimioterápicos frente a G positivos: macrólidos
Entre los grupos indicados está reconocido el sinergismo entre quinolonas con betalactámicos y aminoglicosidos; eritromicina con sulfamidas y aminoglicosidos, sulfamida con doxiciclina.
En cuanto a los productos sintomáticos es aconsejable el uso de derivados de pirazol( antipirina y fenilbutazona) y derivados indólicos ( indometacina) si bien este último grupo presenta cierta toxicidad hepática.
F) RELACIONADOS CON LAS NECESIDADES PRODUCTIVAS
Está muy extendido el criterio de tratar cuando es imprescindible. Debe tenerse en cuenta que en esta situación se ve afectado el crecimiento de las aves y por tanto la enfermedad ya ha lesionado la economía de la industria avícola aunque la tasa de mortalidad sea poco elevada.
Nuestro criterio es realizar acción terapéutica cuando la mortalidad supera el 1 por mil diario durante 2 días consecutivos. Para ello es necesario disponer del análisis microbiológico realizado con anticipación según se ha indicado en el apartado de anatomía y fisiología aviar.
G) RELACIONADOS CON LA SALUD PÚBLICA
Finalmente para establecer un tratamiento farmacológico el veterinario clínico debe considerar los conocimientos relacionados con la incidencia de los residuos de medicamentos sobre la salud pública.
Las tres legislaciones de referencia internacional vigentes en Unión Europea, FDA norteamericana y Japón definen como residuo a todo principio activo o metabolito derivado contenido en alimentos, de origen animal, con destino a consumo humano y en especial en músculo, hígado, riñón, grasa y huevos.
En dichas legislaciones se han omitido los residuos para aditivos (conservantes, antioxidantes y probióticos) ya que previamente a su incorporación en la lista positiva de aditivos se han estudiado sus principales características toxicológicas (IDA, efectos de su administración única y administración reiterada).
Para cada principio activo y alimento se han fijado unas cantidades máximas (LMR) que no pueden sobrepasarse. Con ello se obliga a los laboratorios productores a fijar para cada especialidad un periodo de retirada derivado de las características farmacológicas del principio activo y la influencia que sobre ellas tienen el excipiente y los principios no activos usados para conseguir la forma farmacéutica.
El veterinario clínico debe establecer sus tratamientos teniendo en cuenta estos periodos de retirada. Esta nueva situación aunque mejora la calidad de los alimentos que consumimos presenta una serie de dificultades que deben señalarse:
• Existen ciertas dificultades en establecer el calendario de sacrificio de las aves ya que depende más de las necesidades del matadero que de las fechas relacionadas con el periodo de retirada.
• Se encarece el proceso de producción y el precio de mercado o se reducen los beneficios empresariales.
• Se deforman los criterios de selección que hasta ahora se podían basar solo en un criterio terapéutico.
CAMINO A LA PREVENCIÓN TERAPÉUTICA, ANÁLISIS Y NUTRICIÓN
De los criterios expresados anteriormente se desprende la necesidad de cambiar la mentalidad y optar claramente por el establecimiento de tratamientos farmacológicos que podemos calificar de preventivos. Para ello debemos colaborar clínicos con analistas de laboratorio y nutrólogos.
El desarrollo genético de las estirpes avícolas actuales y el aumento de la presencia de tricótecenos en los cereales produce un importante desfase entre las necesidades vitamínicas reales y las tablas de necesidades especialmente en grupo vitamínico B y vitamina C. En nuestra opinión una parte importante de la actual patología aviar está relacionada con estas subcarencias vitamínicas: deficiencias inmunitarias, marek y gumboro entre otros.
Por tanto se hace necesaria la colaboración con el nutrólogo a fin de disponer de alimentos ricos en vitaminas o incorporar choques vitamínicos a los programas terapéuticos.
Otro elemento a tener en cuenta es la información obtenida por los análisis sistemáticos que, además de información preventiva, suministran una importante estadística que estudiada, por estaciones climáticas, permite obtener un mapa epidemiológico y de sensibilidades antibióticas de gran valor cuando deben decidirse tratamientos.
PLANES TERAPÉUTICOS Y SU VALORACIÓN
En los apartados anteriores hemos estudiado las diferentes piezas que constituyen los elementos básicos de los planes terapéuticos en avicultura. Podemos ahora organizarlos en las siguientes fases:
1. Debemos formular alimentos balanceados ricos en vitaminas del grupo B y vitamina C.
2. Debemos incorporar, al alimento, productos absorbentes de micotoxinas que permitan mantener la mucosa intestinal en buen estado.
3. Realización de análisis sistemáticos en determinados días de vida del ave. Por ejemplo en broiler deben realizarse análisis serológicos al 1 día de edad (micoplasma y S. enteritidis) bacteriológicos y antibiograma a los 16 días (médula ósea y senos infraorbitarios) y nuevamente serológicos al final de la vida (micoplasma).
4. Aplicar macrólidos con aminoglicosidos en los primeros tres días de vida y repetir a los 24-26 días de vida.
5. Aplicar entre 28-32 días un tratamiento, si aumenta la mortalidad por encima del 1 por mil, según resultado de los análisis del día 16.
6. Aplicar sintomático si fuera necesario más allá del día 30 con o sin antibiótico según la gravedad del proceso y teniendo en cuenta el tema residuos.
7. Finalmente debemos valorar sistemáticamente el índice de eficiencia de cada crianza (IE= 250-340) con la finalidad de refrendar los criterios que hemos escogido.