Principales causas de diarrea en porcino
Métodos tradicionales de prevención y soluciones naturales para la diarrea en porcino.

Dentro de las problemáticas de gran importancia debido a su impacto negativo sobre la productividad y rentabilidad en producción porcícola están los trastornos gastrointestinales y entre éstos la diarrea en porcino fundamentalmente.
La diarrea en porcino es un signo clínico presente en muchas enfermedades. Las causas son múltiples: los agentes etiológicos intervinientes son bacterias, virus y parásitos; también los factores nutricionales están presentes en esta problemática.
Los tipos de diarrea varían en las distintas etapas productivas: existen la diarrea neonatal, la diarrea post-destete y la diarrea gris del engorde. En la producción industrializada, muchas veces tienen una presentación endémica debido a que los productores recurren a la utilización excesiva de antibióticos, deteriorando la salud intestinal e incrementando la resistencia bacteriana.
Como objetivo de preservar la eficacia de los antibióticos importantes para la medicina humana, la Organización Mundial de la Salud (OMS) pide restringir el uso de estos sólo para los casos en los que sean necesarios y eliminar su uso sistemático como promotores crecimiento o de forma preventiva en animales
En línea con estas directrices también está la restricción del óxido de zinc (antidiarreico), ya que se han documentado casos de resistencia bacteriana, sumado al impacto negativo que produce en el medio ambiente. En Europa, a partir del año 2022, su uso estará limitado a 150 ppm, por lo que deberán buscarse nuevas alternativas.
Las soluciones naturales formuladas con extractos de plantas (pronutrientes, moduladores de flora) son una herramienta que ha demostrado tener eficacia para el control de diarrea en porcino, reemplazando al óxido de zinc y promotores de crecimiento.
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Causas de diarrea en porcino
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Virales
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- Infección por rotavirus:
Este virus está ampliamente difundido en las poblaciones porcinas de todo el mundo y es la principal causa de gastroenteritis aguda en animales jóvenes. Existen cuatro serotipos que afectan a los porcinos: el A es el que se detecta con mayor frecuencia, pero la infección también puede ser causada por los tipos B, C y E y, en algunos casos, ocurren infecciones mixtas, con más de un serotipo a la vez.
El virus se transmite por vía fecal-oral y la infección resulta en la destrucción de los enterocitos del intestino delgado. Los afectados son, principalmente, los lechones lactantes y los de recría y es más frecuente durante la primera semana de vida. La población adulta experimenta, en la mayoría de las granjas, un 100 % de seroconversión y no enferman.
El daño causado por el virus en los enterocitos afecta la absorción intestinal, causando una diarrea acuosa, blanquecina y profusa que puede estar acompañada de vómitos, lo que lleva a la deshidratación, aunque con baja mortalidad.
Esta enfermedad es causada por un coronavirus (DEPv), que puede afectar a cualquier categoría productiva. Los más susceptibles son los lechones, donde la morbilidad puede llegar al 100%, siendo más variable en las cerdas.
En lechones de menos de una semana de vida, la enfermedad cursa con un cuadro digestivo agudo, vómitos, diarrea acuosa y profusa, seguida de un desbalance electrolítico y, en muchos casos, muerte. La mortalidad en esta categoría oscila entre el 50 y el 100%. Pasado este período de máxima susceptibilidad, la mortalidad puede bajar hasta el 10 %. Los cerdos de engorde tienen síntomas similares a los de los lechones, pero menos graves, que se autolimitan al cabo de una semana, afectando, así, su performance.
Las cerdas pueden no tener diarrea y simplemente manifestar síntomas como decaimiento y anorexia. En los casos en que pierden su camada, nos enfrentamos a desórdenes reproductivos como agalaxia o estros tardíos, resultado de la ausencia de lechones durante el período de lactancia.
Los brotes agudos de DEP ocurren cuando la enfermedad entra por primera vez a una granja, tras lo cual puede desaparecer del establecimiento, permanecer en las parideras sino hay suficiente higiene, o persistir entre los lechones de destete y cerdos de engorde, donde queda el virus circulante, ocasionando cuadros de diarrea post-destete leves. En estos casos endémicos se corre el riesgo de que, ante una mala inmunización de las cerdas a sus lechones, ocurra un nuevo brote.
- Gastroenteritis transmisible porcina (GET):
Esta enfermedad, al igual que la DEP, es causada por un coronavirus monotípico. Es el más virulento de los enterovirus que afectan a los porcinos y puede afectar a todas las categorías. Prácticamente todos los cerdos afectados durante la primera semana de vida mueren por deshidratación y, a pesar de que la enfermedad se autolimita pasadas las tres semanas, las pérdidas económicas son altas.
El virus entra en los cerdos por vía oral y se multiplica en las vellosidades del intestino delgado, destruyéndolas. Como consecuencia, los signos clínicos son diarrea y vómitos de aparición aguda. La enfermedad puede persistir en la maternidad durante tres a cuatro semanas hasta que las cerdas logran desarrollar inmunidad suficiente para proteger a los lechones.
Su presentación es similar a la diarrea epidémica porcina, pero, en el caso de ésta, el cuadro suele ser menos agudo y con menor mortalidad en los lechones de destete.
La GET puede volverse endémica en aquellas granjas que no aplican el sistema todo dentro, todo fuera, o que tienen pobres condiciones de higiene. En esta forma de presentación, la enfermedad se manifiesta como diarrea leve en el destete, con alta morbilidad y baja mortalidad.
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Bacterianas
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- Diarrea por Escherichia coli, colibacilosis
La colibacilosis es una enfermedad común en los cerdos lactantes y de destete causada por la colonización del intestino delgado por cepas enterotoxigénicas de Escherichia coli. Estas cepas de E. coli tienen fimbrias o pilis que les permiten adherirse al epitelio del yeyuno e íleon. Las patogénicas producen enterotoxinas que causan que los fluidos y los electrolitos sean secretados al lumen intestinal, lo que resulta en diarrea.
Las infecciones por E. coli ocurren en tres niveles principalmente: diarrea neonatal (en los primeros días de vida), diarrea de los lechones (después de los primeros días tras el nacimiento hasta el destete) y diarrea post-destete (en las primeras semanas después del destete). Esta bacteria puede estar presente en combinación con otros agentes patógenos como rotavirus.
La diarrea en lechones recién nacidos puede empezar apenas 2-3 horas después de la infección. Las heces pueden ser blanquecinas, amarillentas o marrones. Los casos severos pueden conducir a la deshidratación y tener una mortalidad superior al 70%. Cuanto más pequeños se infecten, mayor será este porcentaje. La diarrea puede volverse hemorrágica y causar la muerte rápidamente.
Una vez que los lechones son destetados, período que se caracteriza por estar asociado frecuentemente a desórdenes digestivos, E. coli puede infectarlos. En esta categoría podemos ver signos como letargia y desorientación con una notable caída del consumo. Sin embargo, la diarrea tiende a ser menos severa y la mortalidad es baja, en torno al 10 %.
- Enteritis necrótica por Clostridium perfringens
Es una enfermedad que siempre es una amenaza para las cerdas y sus lechones, el agente etiológico responsable es Clostridium perfringens tipo A y C. Se encuentra en el suelo y en el intestino de todos los cerdos.
Los lechones se infectan con C. perfringens oralmente, desde las heces de las cerdas, usualmente durante los primeros días de vida. Los lechones son más susceptibles a la enteritis cuando no han calostrado correctamente.
Cuando se dan las condiciones en el hospedador, el microorganismo penetra entre las células absortivas del yeyuno y elabora una exotoxina que causa la necrosis de los componentes estructurales de las vellosidades.
- perfringens tipo A puede causar mortalidad, pero frecuentemente cursa como una enteritis leve comparada con la que causa tipo C, que es más virulento. Los cerdos con tipo A tienen generalmente una diarrea pastosa, sus pelos pueden volverse ásperos, suelen recuperarse, pero vemos su impacto en un retraso del crecimiento.
El cuadro es bastante diferente cuando es causado por C. perfringens tipo C: los lechones presentan diarrea con olor desagradable que es, con frecuencia, sanguinolenta y muchos de ellos mueren rápidamente. En camadas débiles, la mortalidad del tipo C puede llegar al 100% y ser tan rápida que ocurra en pocas horas, incluso antes de que aparezca el signo. La presentación más frecuente es la aguda.
- Enfermedades por clostridios:
La enfermedad por Clostridium difficile se caracteriza por diarrea en lechones recién nacidos. El curso de la enfermedad es tan rápido que, normalmente, se infectan pocas horas después del parto e incluso parece que nazcan con diarrea.
Al igual que C. perfringens, C. difficile es ubicuo, estando presente también en el intestino de los cerdos. En condiciones propicias se multiplican a gran velocidad y producen toxinas que causan la diarrea.
- Enteropatía proliferativa o ileítis por Lawsonia intracellularis
El curso de la enfermedad se caracteriza, en su inicio, por una proliferación de células epiteliales intestinales inmaduras que, en su interior, contienen gran cantidad de Lawsonia intracellularis. Las lesiones se producen en los últimos 50 centímetros del íleon y el tercio ascendente del colon.
Los cambios en el intestino van desde edema e hiperemia con engrosamiento y enrojecimiento de la mucosa a una mucosa con aspecto cerebroide. El cuadro puede empeorar hasta la aparición de sangre coagulada en la luz intestinal y acúmulos fibrinonecróticos en la mucosa.
Afecta a los cerdos en engorde, generando lotes heterogéneos en los que aparece un porcentaje variable de animales con bajo peso, que, en su mayoría, presentan diarrea crónica de color gris.
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Diarreas parasitarias
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La coccidiosis es la causa más frecuente de diarrea parasitaria en lechones. Se presenta a partir del 5º día de vida. El agente etiológico más frecuente es Cystoisospora suis (=Isospora suis) y es característica la diarrea amarillenta y sin olor. Otros coccidios menos frecuentes son algunos del género Eimeria y Cryptosporidium.
Los tratamientos tradicionales están enfocados en el control de Cystoisospora suis y los fármacos más utilizados son toltrazuril, trimetroprima-sulfonamida.
Los pronutrientes optimizadores intestinales administrados oralmente a los lechones son una herramienta eficaz para el control de coccidios.
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Tratamientos tradicionales y soluciones naturales para la diarrea en porcino
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Preventivos
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- Soluciones naturales
– Pronutrientes
En su estado natural, los animales buscan, instintivamente, consumir plantas que contengan pronutrientes. Se trata de moléculas botánicas activas necesarias en pequeñas cantidades para el correcto funcionamiento del organismo. Los pronutrientes se deben añadir a las dietas comerciales para potenciar el funcionamiento de los órganos e incrementar la resistencia a infecciones de los animales.
Los pronutrientes actúan estimulando ciertas porciones del ADN, ayudando a activar genes específicos que no se expresarían o cuya expresión sería reducida. Esta estimulación del ADN producida por los pronutrientes incrementa la síntesis de proteínas funcionales, mejorando la fisiología de los órganos diana.
Existen diferentes tipos de pronutrientes. A continuación, se describen los que tienen aplicación para prevenir cuadros entéricos que cursen con diarrea en porcino.
– Acondicionadores intestinales
Los acondicionadores intestinales son un grupo de pronutrientes que tienen a los enterocitos como células diana. En pequeñas cantidades, promueven la regeneración y la actividad de estas células, de esta manera, la mucosa intestinal está mejor organizada, favoreciendo la absorción de nutrientes. El aumento de la tasa de renovación de los enterocitos mejora la integridad de la mucosa y limita la colonización por bacterias patógenas. Además, las células se renuevan más rápidamente, limitando, así, la colonización por bacterias
Tanto in vitro como in vivo, múltiples estudios han probado que éstos incrementan los niveles de absorción de las vitaminas y aminoácidos, mejoran la tasa de crecimiento y el índice de conversión.
Por sus características, los pronutrientes acondicionadores pueden utilizarse para sustituir promotores de crecimiento y también son una herramienta para sustituir al óxido de zinc para la prevención de diarreas post-destete.
– Resultados del uso de pronutrientes en cerdo post-destete

– Optimizadores intestinales
Los pronutrientes que actúan como optimizadores intestinales promueven la actividad del sistema inmune local en el intestino, de esta manera, las células del sistema inmune local están listas para reaccionar frente a protozoos como Cystoisospora suis y otros patógenos durante su paso por el intestino.
– Uso de pronutrientes optimizadores en cerdos lactantes

– Moduladores de la microbiota intestinal
Existen en el mercado soluciones naturales que tienen la capacidad de equilibrar la flora intestinal, limitando el desarrollo de bacterias patógenas y favoreciendo el desarrollo de flora beneficiosa.
El anillo cimenol es un extracto botánico utilizado como conservante y biocida intestinal. Es efectivo frente E. coli, Salmonella, Clostridium y otros microorganismos relacionados con cuadros de diarrea.
La modulación de la microbiota producida por el efecto biocida del anillo cimenol previene la diarrea y mejora los parámetros productivos de los cerdos en las distintas etapas de crecimiento.
Un método indirecto para controlar la diarrea en los lechones es trabajar sobre la microbiota de la cerda. El anillo cimenol, administrado previo al parto y durante la lactancia, disminuye la carga bacteriana de las heces maternas. La materia fecal de la cerda es la principal fuente de infección de los lechones.
– Parámetros productivos y efecto en la microbiota con el uso de anillo cimenol en cerdos post-destete


- Antibióticos promotores de crecimiento
Los tratamientos comúnmente aplicados para el control de diarreas bacterianas se caracterizan por la utilización de distintos tipos de antibióticos.
Los antibióticos promotores de crecimiento (APC) se utilizan de forma continua a dosis subterapéutica para controlar el desarrollo de las bacterias asociadas a los procesos diarreicos y promover el desarrollo.
Son bien conocidos los beneficios de los APC, sin embargo, los residuos que dejan en la carne y la resistencia que adquieren las bacterias son los motivos por los cuales la legislación de distintos países prohíbe o limita su uso, con el objetivo de resguardar la salud humana.
Vale agregar que en la Unión Europea están prohibidos desde el 2006.
- Vacunas
Existen en el mercado vacunas de E. coli constituidas por cepas muertas, determinados patógenos, antígenos específicos o una combinación de éstos. También se utilizan vacunas que combinan antígenos de endotoxinas de Clostridium perfringens con antígenos de E. coli.
Otro método utilizado es la inmunización por autovacunas. Estas pueden ser elaboradas en laboratorio a partir de patógenos aislados en la misma explotación donde se van a utilizar.
Como herramienta de menor complejidad, las granjas pueden aplicar el sistema feedback. Es un proceso que consiste en recolectar material infectivo proveniente de heces de lechones con diarrea que, luego, se diluye y se administra oralmente a cerdas o nulíparas para inmunizarlas. Esta inmunidad se transferirá a sus lechones durante la lactancia.
Las vacunas antivirales no han demostrado ser suficientes como única medida de prevención. Si bien existen tanto para rotavirus como para los coronavirus mencionados, las medidas de bioseguridad, así como el control de infecciones secundarias, son fundamentales para reducir su morbilidad.
Para mejorar la eficacia de la vacunación, hay en el mercado herramientas naturales. Los pronutrientes inmunoestimulantes son moléculas biológicamente activas que tienen el objetivo de estimular la inmunidad específica e inespecífica. Son potenciadores de la vacunación y se utilizan de manera estratégica en distintos períodos. Su uso está indicado tanto para las madres, ya que mejoraran el título de anticuerpos en el calostro, como en combinación con la vacunación de los cerdos en cualquier etapa de vida.
- Óxido de zinc
Es un compuesto ampliamente utilizado para la prevención de la diarrea en lechones. Incorporado a 3000 ppm en el pienso es eficaz para el controlar bacterias causantes de diarrea, sin embargo, es necesario utilizar este ingrediente en altas dosis debido a su baja biodisponibilidad (22%), lo que supone un riesgo para el medio ambiente. Como consecuencia, su uso será limitado en Europa a 150 ppm a partir del 2022, limitaciones que no tardarán en llegar al resto del mundo.
- Curativos
Otra estrategia para el control de diarreas bacterianas es el uso de antibióticos a dosis terapéuticas. Pueden administrarse por vía parenteral o en alimento en forma de pulsos.
A pesar de utilizarse a dosis terapéutica, la administración en ciclos sucesivos genera una menor sensibilidad de las bacterias a estos antibióticos, con el riesgo de aparición de resistencias.
Existen limitaciones para su uso en muchos países (ej. Unión Europea), donde es necesario la prescripción veterinaria, el veterinario debe evaluar el lote de animales afectados decidirá si está justificado el tratamiento con antibióticos.
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Conclusiones
Los veterinarios como agentes sanitarios estamos comprometidos con los lineamientos marcados por la Organización Mundial de la Salud, que se enfocan en la reducción sistemática del uso antibióticos. Esta recomendación tiene el objetivo de conservar la eficacia de los antibióticos para salud humana.
Hoy en día tenemos disponibles distintas soluciones naturales para controlar diarreas (pronutrientes, anillo cimenol) que nos permiten disminuir el uso de antibióticos y aditivos de impacto ambiental.
Conocer los agentes etiológicos de mayor prevalencia en cuadros de diarrea nos permitirá elaborar una estrategia preventiva, con la finalidad de reducir el impacto o establecer un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado.