Mejora de la profilaxis vacunal frente Mycoplasma e influenza en cerdos debido a la utilización de pronutrientes inmunoestimulantes

Frente a una tendencia global en la reducción del uso de antibióticos de uso veterinario, una de las estrategias de control de enfermedades más importante es la vacunación preventiva o profilaxis vacunal. Por lo tanto, la eficacia de los planes vacunales se ha convertido en algo esencial para la industria porcina en los últimos años.
Existe en el mercado una amplia gama de vacunas para enfermedades bacterianas y víricas a nivel global: ileítis, neumonía enzoótica, colibacilosis, PRRS, PCV2, Aujezsky, parvo, pleuroneumonía porcina y gripe porcina son algunas de las principales vacunas usadas de manera rutinaria en las explotaciones de porcino.
Sin embargo, la respuesta inmune generada tras la aplicación de estas vacunas no solo depende de factores intrínsecos a la vacuna, como la calidad, fabricante, condiciones de almacenamiento, aplicación, etc. sino también del estado inmunológico del animal, a nivel individual o colectivo.
Existen numerosos factores que pueden afectar la inmunidad del cerdo. La mayoría de las veces aparecen en animales jóvenes, debidos a problemas de estrés, enfermedades parasíticas o alérgicas, inmunodeficiencias secundarias o adquiridas, uso de ciertos fármacos como corticoides y algunos antibióticos, entre otros. Un ejemplo sería la eficacia de la vacunación frente a micoplasma, que puede verse alterada ante la presencia de virus del PRRS o del circovirus porcino tipo 2 (PCV2). Estos factores desembocarán en una hiporrespuesta inmune por alteración de la función inmunitaria de células y órganos linfoides, incluso cuando no aparezcan signos clínicos aparentes.
¿Cómo evitar fallos vacunales?
Una de las soluciones para prevenir la falta de respuesta inmune es el uso de aditivos aplicados a la dieta, en concreto, los pronutrientes.
Gordon Rosen definió el concepto de pronutriente, ya en 1950, como un «microingrediente incluido en el alimento en cantidades relativamente pequeñas que tiene como misión mejorar la fisiología animal y el valor nutricional intrínseco y evitar la presencia de patógenos”.
Su mecanismo de acción radica en la inducción de determinados genes en células diana que provocarán un aumento de síntesis de proteínas funcionales que están involucradas en procesos fisiológicos y que mejorarán la salud general del animal. Por lo tanto, no tienen acción farmacológica, no generan residuos, resistencias ni requieren periodos de espera y pueden ser una alternativa adecuada al uso profiláctico de los antibióticos.
Los pronutrientes se pueden clasificar según su órgano o tejido diana: acondicionadores y optimizadores de la mucosa intestinal, inmunoestimulantes, acondicionadores hepáticos, promotores de la absorción mineral, etc.
Es decir, en el caso de añadir pronutrientes inmunoestimulantes en la dieta de animales, se activarán las células y tejidos inmunológicos responsables de la respuesta tras la vacunación.
Se ha comprobado que el uso de pronutrients inmunoestimulantes en la dieta tras varios días previos a la vacunación hace que aumenten significativamente los títulos de anticuerpos de vacunas como la de mycoplasma e influenza y, por consiguiente, el nivel de protección individual y colectivo de la granja.
A continuación, se muestra uno de los estudios que prueba la eficacia de los pronutrientes inmunoestimulantes.
Análisis de la eficacia de los pronutrientes optimizadores intestinales en cerdos vacunados con influenza y Mycoplasma
Introducción
Este estudio, realizado en la Universidad de Purdue (Estados Unidos), tuvo como objetivo evaluar el efecto de los pronutrientes inmunoestimulantes en la mejora de la respuesta inmunitaria, cuando se vacunó contra el virus de la Influenza Porcina (SIV) y Mycoplasma spp., mediante el análisis de los parámetros productivos (peso) y el título de anticuerpos.
Metodología
Para el ensayo se utilizaron lechones en transición, destetados a los 21 días, y la duración del proyecto fue de 42 días.
Los animales se separaron en 4 lotes: los dos primeros lotes no se vacunaron, al primero se le administró únicamente una dieta basal, y al segundo, la dieta combinada con pronutrientes inmunoestimulantes. El tercer y cuarto lote sí se vacunaron, y sólo en uno de ellos se incluyeron además pronutrientes inmunoestimulantes (cuarto lote). Ver diseño experimental en tabla 1.

Resultados
Se puede destacar que existen diferencias con respecto al título de anticuerpos entre los dos lotes de estudio vacunados. En el día 21 del estudio, solo el lote que recibe vacunación + pronutrientes inmunoestimulantes está protegidos frente a Mycoplasma spp. y en el día 42 del ensayo, ambas enfermedades han mejorado su título de anticuerpos (9% en influenza y 57% en Mycoplasma).
En el caso de influenza, aparecen un 40% más de animales con títulos de anticuerpo positivos, es decir, que están protegidos frente a la enfermedad, en el lote que ha recibido los pronutrientes inmunoestimulantes, que en el lote que sólo ha sido vacunado (ver gráfico 1.)
No se observan diferencias significativas entre los diferentes grupos, con respecto a los parámetros productivos.

Conclusiones
Aunque la ganancia de peso diaria no se vio afectada significativamente, el uso de pronutrientes inmunoestimulantes en la dieta sí tuvo un efecto sobre el título de anticuerpos: incrementó la producción de anticuerpos específicos frente a micoplasmosis e influenza en cerdos vacunados, lo que conlleva una mayor resistencia a estas enfermedades.
Como se ha visto, las vacunaciones de ciertas enfermedades que pueden ser críticas para la rentabilidad de la explotación porcina pueden llegar a no ser efectivas por varios motivos, entre ellos, la falta de respuesta inmune. Se ha comprobado que los pronutrientes inmunoestimulantes pueden ayudar a que se consiga una respuesta inmune eficaz y por lo tanto un buen estatus sanitario en granja. Además de esto, pueden disminuir la tasa de mortalidad, no requieren tiempo de retirada y funcionan a muy pequeñas dosis.
En un contexto global en el que se trata de reducir cada vez más el uso de terapias antimicrobianas, y la búsqueda de medidas preventivas se incrementa, los pronutrientes inmunoestimulantes juegan un papel esencial.
Los pronutrientes inmunoestimulantes, fabricados por Biovet S.A, se comercializan bajo el nombre Alquernat Inmuplus.