Micotoxicosis en animales domésticos
Debido al retiro del mercado de varios productos alimenticios para mascotas en el último año, el debate sobre el posible riesgo de las micotoxinas en los alimentos de animales de compañía ha incrementado.

Debido al retiro del mercado de varios productos alimenticios para mascotas en el último año, el debate sobre el posible riesgo de las micotoxinas en los alimentos de animales de compañía ha incrementado.
Las micotoxinas son metabolitos secundarios altamente tóxicos de los hongos, generalmente producidos por los géneros Fusarium, Aspergillus y Penicillium presentes en alimentos tan comunes como los cereales. Estos pueden causar diferentes efectos tóxicos en los animales que van desde la supresión inmune o efectos neurotóxicos, a la muerte en casos severos.
Por otra parte, la sensibilidad a las distintas micotoxinas difiere entre las especies animales y también depende de otros factores:
- Toxina: tipo de micotoxina consumida, nivel y duración de la ingesta.
- Animales: sexo, edad, raza, salud general, estado inmunológico, estado nutricional
- Medio ambiente: gestión de las explotaciones, higiene, temperatura.
Por lo tanto es muy difícil de detectar y diagnosticar los problemas con las micotoxinas en los animales.
Las micotoxinas representan ciertamente una amenaza potencial para la salud de los animales de compañía. Según un estudio publicado recientemente de micotoxinas, las materias primas que se utilizan en los alimentos comerciales están frecuentemente contaminadas con micotoxinas. El alimento seco de mascotas es de particular preocupación debido a su contenido de cereales.
Las micotoxinas más conocidas son las aflatoxinas debido a que son potencialmente cancerígenas y hepatotóxicas. En perros y gatos expuestos a las aflatoxinas se puede observar pérdida de apetito, ictericia, falta de energía, vómitos e incluso causar la muerte dentro de los 3 días de exposición.
Recientemente en una investigación de 180 muestras de alimentos para perros en Brasil para ver la presencia de hongos que puedan producir micotoxinas, se encontraron especies de A. flavus y A. parasiticus como las especies prevalentes en los alimentos. Estas micotoxinas estaban presentes en lugares donde las condiciones ambientales de almacenamiento no eran las adecuadas.
La sensibilidad de las distintas especies animales a las aflatoxinas varía mucho. Por ejemplo, en conejos basta con 0,3 mg / kg, en gatos 0,55 mg / kg, en perros 1,0 mg / kg y en conejillos de india 1.4-2.0 mg / kg. Estas especies de animales son más sensibles que por ejemplo, los ratones (9,0 mg / kg) o los hámsteres (10,2 mg / kg). Por otra parte, las aflatoxinas se han asociado con la muerte de equinos después de consumir maíz contaminado con una concentración de aflatoxina total de 130 ppb.
Otras micotoxinas encontradas comúnmente en alimentos son las ocratoxinas, siendo el riñón principalmente el órgano diana. Los perros son especialmente susceptibles a las ocratoxinas. En perros, el cuadro clínico de ocratoxinas varía desde anorexia, pérdida de peso y vómitos, hasta hipertemia, deshidratación y postración.
Las micotoxinas de Fusarium (tricotecenos, zearalenona y fumonisinas) son de gran preocupación para los animales de compañía, debido a que se conocen muchos ingredientes en los piensos que contienen estas toxinas.
Los tricotecenos causan efectos negativos sobre el sistema inmune y conducen a trastornos digestivos (vómitos, diarrea o rechazo del alimento) o hemorragias. La zearalenona causa problemas en el sistema de reproducción de todas las especies de animales, y por último, las fumosinas inhiben la síntesis de esfingolípidos y daños diversos órganos en los animales. Asimismo, en caballos puede causar leucoencefalomalacia equina, cojeras, ceguera, depresión, falta de apetito y la muerte.
La gestión de riesgos de micotoxinas
Las micotoxinas son posibles y muy comunes contaminantes de los alimentos para mascotas, por lo tanto, poseen una gran amenaza para la sanidad de los animales de compañía. Controles sanitarios de pre y post cosecha o el almacenamiento adecuado pueden reducir el riesgo de contaminación por micotoxinas, pero no evitarlo totalmente. Por lo tanto, para proteger a las mascotas de los peligrosos efectos de las micotoxinas, los aditivos en los piensos son indispensables. Estos aditivos en los alimentos pueden proteger la salud animal por la desactivación de las micotoxinas en los alimentos contaminados. Estos productos desactivan las toxinas directamente en el tracto gastrointestinal de los animales, ya sea basado en la adsorción de las micotoxinas o la degradación biológica.