Aditivos químicos en alimentos para mascotas

Nuestra sociedad actual cada día es más consciente de la importante repercusión que genera una correcta alimentación sobre nuestra salud y sobre la de nuestras mascotas. De hecho, existe una tendencia mayor hacia el consumo de alimentos y/o productos naturales, menos procesados y libres de aditivos químicos.
Con frecuencia, los propietarios de perros trasladan su filosofía de vida y hábitos alimentarios a la de sus mascotas.
Desde Veterinaria Digital nos viene a la mente una pregunta, ¿cómo sabemos si el pienso que diariamente ofrecemos a nuestro perro es beneficioso o perjudicial para su salud?
Para desvelar esta cuestión, nos centraremos en la etiqueta explicativa que todos los piensos comerciales para mascotas están obligados a tener y que por desgracia, no siempre resulta tan fácilmente legible. Esta etiqueta recoge información referente a la composición y formulación del alimento. Entre los componentes, podemos encontrar nutrientes (pollo, buey, cereales… expresado en porcentajes) y aditivos, entre los que destacamos estabilizantes, saborizantes y conservantes. Es precisamente la inclusión de aditivos conservantes químicos lo que han generado controversia en los últimos años debido a que algunos de ellos son precursores de cáncer.
Entre los aditivos conservantes más peligrosos para la salud de nuestra mascota cabe mencionar:
1) Butil-hidroxi-anisol, más conocido como BHA, identificado numéricamente por E-320 y el cual se emplea en la industria alimentaria como conservante. Actualmente su uso está totalmente prohibido para el consumo humano por tratarse de una sustancia cancerígena. Provoca afecciones renales y hepáticas además de estar asociado a reacciones alérgicas en mascotas. Su toxicidad es considerada inferior a la del BHT.
2) Butil-hidroxi-tolueno, conocido como BHT e identificado numéricamente como E-321. Al igual que el anterior aditivo químico, se incluye en la industria alimentaria como conservante. A principios de los años 70, unos estudios en ratones demostraron que la adicción de este conservante químico produce anomalías en el desarrollo fetal de las crías procedentes de madres suplementadas con este aditivo. A día de hoy está prohibido su uso en alimentos destinados al consumo humano, sin embargo, sigue siendo utilizado como un conservante artificial en mascotas.
3) Etoxiquina (E-324), conservante y antioxidante de alimentos destinados a mascotas. Un estudio demostró severas afecciones renales en ratas de experimentación, dos años después, la FDA decidió reducir los límites máximos permitidos de este conservante químico.
Todos estos aditivos proceden de la industria petrolera, siendo altamente eficaces capturando radicales libres responsables de la oxidación de grasas y aceites. Es por ello que son considerados muy buenos conservantes de alimentos, aunque no dejan de ser aditivos químicos baratos con aplicaciones también en la industria cosmética.
La lógica nos dicta a darles a nuestras mascotas una dieta cada vez más natural y sana, y dentro de esta tendencia estarían incluidos también los aditivos añadidos a su comida. No tiene sentido administrar un alimento que contenga nutrientes lo más naturales posible y obviar la cantidad y calidad de aditivos químicos incorporados.
En búsqueda de alternativas a los conservantes químicos, encontramos como ejemplo extractos de plantas o mezcla de tocoferoles, entre otros. Estos conservantes son de origen natural, seguros en alimentación animal y permitidos por la FDA. Desafortunadamente, el coste que les supone a los fabricantes de pienso emplear aditivos químicos es inferior al de añadir productos conservantes naturales en el alimento, lo cual justifica el uso que se está haciendo de ellos en la industria alimentaria animal.
A pesar de ello, los grandes fabricantes de pienso de mascotas parecen haber escuchado la demanda actual del mercado y atienden a las necesidades que los propietarios reclaman en el alimento de su perro. Muchas son las nuevas empresas de pienso para mascotas que están surgiendo y todas ellas tienen un denominador común caracterizado por una composición lo más natural posible y minuciosamente revisada, sin ni si quiera descuidar la procedencia de los aditivos añadidos. Precisamente son estas las que se encuentran en pleno auge.