Transparencia 57: recuperación y sostenibilidad
En 1987 se presentó en Naciones Unidas el "informe Brundtland" que aconsejaba medidas para la conservación de la biodiversidad, la reducción del consumo de combustibles fósiles y su substitución por fuentes de energÃa renovables. El objetivo de tales medidas era que, en el futuro, la población tuviese cubiertas sus necesidades en sanidad, educación y vivienda, asà como acceso al agua potable

En 1987 se presentó en Naciones Unidas el «informe Brundtland†que aconsejaba medidas para la conservación de la biodiversidad, la reducción del consumo de combustibles fósiles y su substitución por fuentes de energÃa renovables. El objetivo de tales medidas era que, en el futuro, la población tuviese cubiertas sus necesidades en sanidad, educación y vivienda, asà como acceso al agua potable.
Esa exposición, explicada en estos términos, puede ser aceptada en todas las culturas y por todos los pueblos. De ahà la influencia que desde su presentación el informe Brundtland ha ejercido sobre la opinión pública, las polÃticas estatales y globalistas.
En el informe Brundtland se presentan dos condiciones para conseguir los objetivos anteriores, que pudieran no despertar consensos tan generalizados. La primera proponÃa que la población reduzca el consumo de forma que, cubriendo sus necesidades, no comprometa los recursos que las próximas generaciones pudiesen necesitar para cubrir las suyas. De esta condición deriva el actual concepto de «sostenibilidad». La segunda era la adopción de medidas para el control de la población.
En resumen, el informe Brundtland proponÃa conservación de la biodiversidad, reducción del consumo de combustibles fósiles, reducción de consumo (sostenibilidad) y control de la población.
Pero si nos preguntamos qué ha pasado de 1987 a hoy, con las propuestas del informe Bruntland, obtenemos los siguientes datos:
(1) Evolución población en millones habitantes:
- Noruega: 4,176 en 1987 al actual 5,367 es + 28,5%
- Mundial: 5,000 en 1984 al actual 7,837 es + 56.7%
(2) Evolución consumo de petróleo en barriles/dÃa:
- Noruega 165.000 en 1984 a 232.000 en 2012 + 40,6%
- Mundial 62 millones en 1987 a 100,7 millones + 62,4%
Se observa que tanto en Noruega (paÃs de la que Brundtland fue ministra de medio ambiente durante 5 años y primera ministra durante 10 años), como en el mundo (objetivo territorial de Naciones Unidas), aparentemente no se ha controlado la población ni se ha reducido el consumo de combustibles fósiles.
Entonces las preguntas que surgen son ¿porque sigue hablándose de sostenibilidad si aparentemente los objetivos del informe Brundtland no se han conseguido en 34 años? y ¿porque se ha convertido la sostenibilidad el eje central de la estrategia de recuperación económica a niveles estatales y globales para los próximos 30 años?
No tenemos las respuestas exactas a estas preguntas, pero si podemos observar algunas tendencias:
- Numerosos bancos centrales o equivalente están emitiendo cantidades ingentes de deuda pública para financiar proyectos una de cuyas principales caracterÃsticas debe ser la sostenibilidad.
- Se están desarrollando procesos de fusión entre empresas con el objetivo de crear entidades más grandes y de las que se destaca su sostenibilidad.
- Se está promoviendo la transformación de las empresas a nuevos modelos empresariales más productivos, digitalizados y sostenibles.
- Muchos empresarios están opinando que el Estado es su socio preferente y le están pidiendo ayuda para que su empresa pueda hacerse más grande, competitiva en una economÃa global a través de una mayor motivación de los trabajadores y por la mayor aceptación del usuario ante la percepción que se trata de actividades sostenibles.
- Aunque existen más ejemplos podemos resumir la situación actual en dos expresiones que han tenido éxito en los medios de comunicación:
«La digitalización y la sostenibilidad serán a partir de ahora el núcleo del que brota la semilla de un nuevo significado de la palabra progreso»
«Tener la capacidad para generar bienestar económico, social y medioambiental y saber adaptarse tanto a los objetivos de desarrollo sostenible como al nuevo entorno tecnológico»
Destacar las palabras «semilla» «progreso» y «nuevo entorno tecnológico» nos recuerda una situación que ya se dio entre 1798 y 1960.
En 1798 Thomas Malthus en su libro «Ensayo sobre el principio de la población» predijo que la superpoblación provocarÃa la extinción de la raza humana, para el año 1880, debido a la escasez de alimentos. Esta predicción hizo reaccionar a los gobiernos mediante innumerables medidas intervencionistas de la economÃa y, a pesar de que se demostró irreal, posteriormente tuvo influencia en dos pensadores: John M. Keynes y Paul R. Ehrlich.
Keynes público en 1919 «Las consecuencias económicas de la paz» considerando la presión demográfica como causa de inestabilidad económica y, Ehrlich, público en 1968 «La explosión demográfica» que ha influido en el movimiento ecologista y en el desarrollo de métodos anticonceptivos.
De alguna manera podrÃamos considerar que Malthus, Keynes y Ehrlich fueron precursores del informe Bruntland (1987).
Asà desde 1798 hasta 1987 (189 años) no se consideró que existieran otras opciones a las expuestas (control población, reducción consumo e intervencionismo estatal). Sin embargo, en 1960 un investigador desarrolló métodos para incrementar la producción de alimentos, que abrÃan perspectivas optimistas al futuro de la Humanidad.
En efecto Norman E. Borlaug salvo millones de personas, y por ello fue premiado en 1970 con el Premio Nobel de la Paz, mediante la introducción del uso de semillas de trigo hÃbrido investigadas en el desierto de Sonora.
AllÃ, lejos de las grandes ciudades, de los foros de debate y de los centros de decisión, Borlaug, en instalaciones modestas, acompañado de agricultores y gente del desierto consiguió encontrar la solución al problema planteado 162 años antes (1798 a 1960) por Malthus. Tras su muerte sus hijos expresaron:
«Quisiéramos que se tomará su vida como modelo de crear mejoras en la vida de los demás y trabajar realizando esfuerzos para dar fin a la miseria humana»
Asà pues, al inicio del siglo XXI encontramos dos propuestas, Borlaug (Nobel 1970) y Brundtland (ONU 1987), sobre cómo enfrentarnos a los retos del futuro de la Humanidad. La pregunta es ¿hacia dónde se encaminarán la población y los centros de decisión?
Hasta el momento podemos observar algunas acciones puestas en marcha recientemente:
- Muchos gobiernos están administrando cantidades ingentes de dinero, liberadas por sus bancos centrales, a través de los denominados planes de recuperación económica.
- Muchos de los planes de recuperación se publican con pocos dÃas de plazo para realizar la solicitud de participación por parte de los interesados.
- Entre las condiciones para acceder a los planes de recuperación destacan:
- Es necesario establecer la colaboración entre el sector público y el sector privado como garantÃa de aprovechamiento de dichos fondos.
- El acceso a dichos fondos se hace en forma de subvención para la parte del sector público y de préstamo para la parte del sector privado.
- Los principales objetivos relevantes de los proyectos que deben citarse para acceder a dichos fondos son la digitalización, la sostenibilidad, la movilidad, la electromovilidad y la inteligencia artificial a fin de conseguir un mercado de trabajo más dinámico e inclusivo y fomentar la competitividad de toda la cadena de valor.
- Sin embargo muchos economistas y empresarios consideran que en algunos paÃses no se podrán aprovechar estos fondos porque:
- Su paÃs presenta fallos estructurales derivados de una insuficiente inversión previa en investigación.
- Debido a los plazos cortos de presentación, los proyectos pueden mostrar deficiencias de metodologÃa cuando se trate de empresas sin departamentos especializados en pedir ayudas estatales. En cuanto a proyectos presentados por empresas con departamentos especializados en pedir ayudas estatales, es probable que no se trate de grandes novedades.
- Los términos usados para definir los proyectos (digitalización, sostenibilidad, movilidad, electromovilidad, inteligencia artificial, mercado de trabajo dinámico e inclusivo y competitividad de toda la cadena de valor) parecen, a ojos de muchos economistas y empresarios, poco propensos a dar lugar a inversiones productivas.
- Muchos economistas y empresarios consideran que una economÃa muy intervenida puede ser causa de que muchos de los proyectos que consigan éxito en su investigación finalmente no se conviertan en inversiones productivas.
- Por último, muchos ciudadanos consideran que las administraciones públicas sobrevaluan los resultados previstos para otorgarse el supuesto éxito de los planes de recuperación.
A la vista de los hechos, y de las opiniones expuestos, en Transparencia nos preguntamos:
- ¿Es posible que los actuales intentos de bancos centrales y gobiernos no den inmediatamente los resultados esperados y que la solución, a las actuales dificultades, emerja dentro de muchos años como ocurrió con Borlaug respecto del problema planteado por Malthus?
- ¿Es posible que, al subvencionar a las instituciones públicas, con cargo a créditos solicitados por los gobiernos, la deuda pública crezca hasta niveles muy superiores al PIB del paÃs?
- ¿Si la solución tarda en llegar es posible que la deuda pública acumulada, que debe ser devuelta con los impuestos a los ciudadanos y a las empresas privadas, sea motivo de malestar social?
- ¿Si el sector público ya tiene asignado su presupuesto anual, la subvención prevista en los fondos de recuperación supone un incremento de remuneraciones para la actual estructura o un incremento de contrataciones en el sector público?
- ¿Existe posibilidad de sobreendeudamiento porque las clases dirigentes alientan proyectos en nombre de la recuperación económica y la sostenibilidad?
- Si la clase media pudiese tener que pagar la deuda pública con sus impuestos ¿Porque acepta la puesta en marcha de estos planes de recuperación sin ser consultada?
En Veterinaria Digital apoyamos todas las iniciativas que busquen mejorar la calidad de vida de los ciudadanos en general y del sector agropecuario en particular, y en Transparencia apoyamos que los fondos para ello se administren de forma transparente manteniendo un nivel razonable de la deuda pública y un tamaño razonable del sector público en relación al tamaño de la población.