Rinitis atrófica porcina: ¿Cómo controlar esta enfermedad?
La rinitis atrófica porcina es una enfermedad infecciosa que afecta el sistema respiratorio de los cerdos y tiene un gran impacto en la producción.

La rinitis atrófica porcina es una enfermedad infecciosa que afecta el sistema respiratorio de los cerdos y tiene un gran impacto en la producción.
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Los cornetes nasales son una estructura formada por hueso esponjoso que tiene como función calentar, humidificar y filtrar el aire que los animales respiran. Estos se ubican en la cavidad nasal y se distribuyen dos en la porción dorsal y dos en la ventral. Cuando estos cornetes se ven afectados, la función respiratoria empieza a verse afectada, como en el caso de la rinitis atrófica del cerdo.
¿Qué es la rinitis atrófica porcina?
La rinitis atrófica porcina es una enfermedad infecciosa del tracto respiratorio superior, causada por la bacteria Bordetella bronchiseptica en su forma clínica leve a moderada. Este cuadro leve se caracteriza porque los cerdos afectados tienen secreción nasal serosa o mucopurulenta, el hocico se acorta o deforma y se reduce la producción.
Sin embargo, cuando solo hay infección con B. bronchiseptica la atrofia de los cornetes nasales es regresiva (o no progresiva). Por otro lado, cuando hay coinfección con cepas toxigénicas de Pasteurella multocida, esta bacteria empeora el cuadro clínico gravemente. En la rinitis atrófica causada por ambas bacterias al mismo tiempo, los cerdos sufren una atrofia progresiva y completa de los cornetes nasales. Esto termina afectando gravemente la función respiratoria y, por consiguiente, otras funciones fisiológicas de los cerdos.

Esta enfermedad bacteriana está distribuida mundialmente y afecta las producciones intensivas porcinas. Estudios en México señalan una prevalencia de 54% de lesiones compatibles con rinitis atrófica en granjas porcinas de la región de Yucatán. En Estados Unidos se reporta un 69% de alguna lesión compatible con RAP y en Inglaterra 75% cerdos muestreados fueron positivos a RAP. (Torres-León, M., et. al, 2000).
¿Cómo se transmite la RAP?
Existen dos vías de transmisión principales para la rinitis atrófica del cerdo. La transmisión vertical ocurre cuando las cerdas reproductoras que son portadoras transmiten las bacterias a los lechones durante la lactancia. No existe transmisión de estas bacterias a través del semen ni por trasplante de embriones.
Otra vía de transmisión es por vía horizontal cuando los lechones infectados eliminan las bacterias por las heces entre 2-3 semanas post-destete. Además, por aerosoles también hay transmisión, siendo afectados principalmente los lechones entre 5 a 8 semanas de vida.
Por otro lado, debe tenerse en cuenta la concentración de amoniaco en el ambiente. Este compuesto se genera en forma de gas a partir de la descomposición de orina y heces en la nave porcícola. El gas de amoniaco en el aire es respirado por los cerdos y tiene un efecto irritante sobre la mucosa respiratoria. Esto dificulta el correcto funcionamiento de los cilios en la eliminación de bacterias presentes en el tracto respiratorio.
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Este efecto nocivo del amoniaco predispone a los animales a infecciones bacterianas como la Pasteurella spp. o Bordetella spp. y contribuye en su transmisión.
Finalmente, el estado inmune del grupo de animales determina la aparición de los signos clínicos. Unas veces puede ser en estos lechones o cerdas reproductoras, y en otras ocasiones en los cerdos más adultos.
¿Qué signos tiene la rinitis atrófica del cerdo?
Los signos agudos de la rinitis atrófica progresiva de los cerdos ocurren entre 3-8 semanas de vida. Algunos de los signos observados son estornudos, tos, inflamación del conducto lagrimal. Si el cuadro es de grado severo, estos conductos lagrimales pueden llegar a ocluirse. Además, los cerdos afectados pueden tener la mandíbula superior acortada o los cornetes atrofiados sin signos externos evidentes.
A nivel clínico es difícil observar el grado de distorsión de los cornetes nasales. Sin embargo, si se tienen en cuenta las características de cada raza, se puede juzgar la relación de los incisivos superiores e inferiores.
Por otro lado, la rinitis atrófica porcina tiene un impacto en la producción. Por un lado, en los lechones se observa una menor tasa de crecimiento. En animales más desarrollados, la tasa de conversación de alimento empieza a ser baja e incluso perder peso.

Impacto en la producción de la RAP
El impacto en la producción de la rinitis atrófica del cerdo se relaciona con la presencia de variantes toxigénicas de Pasteurella multocida. Además, en este efecto patógeno la inmunidad de rebaño juega un papel fundamental. El estado de vacunación, así como la distribución de partos de las cerdas, tienen influencia en esta inmunidad. Por otro lado, cabe resaltar que las cerdas jóvenes producen menor inmunidad a través de calostro que las cerdas de varios partos.
Por otro lado, en la bacteria Bordetella bronchiseptica se han identificado diferentes factores de virulencia. Estos factores son regulados por un sistema de traducción codificado en el locus bvg. Entre los factores de virulencia destacados de esta bacteria están las adhesinas, las hemaglutininas filamentosas, la pertactina y las fimbrias. También se han encontrado las toxinas adenilato ciclasa hemolisina y la toxina dermonecrótica (DNT). Esta última ha sido señalada como la protagonista en la atrofia de los cornetes nasales y su reemplazo por tejido conectivo (Brockmeier, 2002).
¿Cómo se diagnostica esta enfermedad?
El diagnóstico de la rinitis atrófica del cerdo se hace principalmente por necropsia. Sin embargo, existen otras pruebas de laboratorio complementarias que permiten llegar a un diagnóstico más acertado.
- Necropsia: Para ello, se hace un corte transversal del hocico del cerdo a nivel del primer-segundo premolar superior. En este corte se evalúa el grado de atrofia de cada cornete nasal: dos superiores y dos inferiores.
- Cultivo bacteriológico: se realiza un muestreo por hisopado nasal o a través de lavado pulmonar que se cultiva en agar MacConkey. Sin embargo, este método no detecta cepas toxigénicas.
- Serología: se detectan anticuerpos aglutinantes en suero, pero su desventaja está en que no diferencia cerdos infectados de vacunados.
- Reacción en cadena de la Polimerasa (PCR): La prueba de PCR permite identificar cepas toxigénicas de Pasteurella multocida tipo D. Es un método altamente sensible que permite encontrar la raíz del problema.
Otras enfermedades de curso similar que deben diferenciarse de la rinitis atrófica del cerdo son: influenza porcina, enfermedad de Aujeszky, Mycoplasma hyorhinis, PRRS.

Control de la rinitis atrófica del cerdo
El control de las bacterias causantes de la rinitis atrófica del cerdo es difícil debido a que son microorganismos presentes en el ambiente. Las granjas porcinas rara vez logran mantener sus animales libres de estornudos leves. Por ello, en algunas ocasiones se observan cornetes y huesos nasales lesionados, aunque no haya signos clínicos. Algunas de las medidas de control son:
- Vacunación: existen vacunas disponibles en el mercado con cepas inactivadas tanto de Bordetella bronchiseptica como de Pasteurella multocida tipo D toxigénica. Estas vacunas logran prevenir la aparición de la rinitis atrófica del cerdo.
- Inmunidad de rebaño: las vacunas brindan inmunidad de rebaño cuando las cerdas se vacunan entre 4 a 2 semanas antes del parto. Por otro lado, los lechones se pueden vacunar entre 1 a 4 semanas de edad. Típicamente, las cerdas son vacunadas 4 y 2 semanas antes del parto, y los cerdos jóvenes a las 1 y 4 semanas de edad. Además, el calostro contiene anticuerpos que protegen a los cerdos los primeros días de vida.
- Todo adentro todo afuera: este principio es un componente básico de la bioseguridad de las granjas ya que permite mantener cargas mínimas o nulas de patógenos en la granja. Para eso, evita la salida o entrada de animales o materiales procedentes de otras granjas con estado sanitario desconocido.
- Mejoramiento del manejo: algunas estrategias de manejo son un complemento para combatir la rinitis atrófica del cerdo. Algunas de estas son mejorar la ventilación de las naves porcícolas, brindar alimento menos polvoriento que irrite la cavidad nasal de los cerdos, mejorar las condiciones de limpieza e higiene.
- Quimioprofilaxis: esta medida de control está enfocada en la administración de antibióticos a todas las cerdas antes del parto. En algunas ocasiones, también se administran a lechones recién nacidos o cerdos destetados. Por lo general, se usan antibióticos como ceftiofur, sulfonamidas, tilosina y tetraciclinas.
Conclusiones
La rinitis atrófica del cerdo es una enfermedad de origen infeccioso causada por bacterias. Su severidad depende de las bacterias involucradas. Esta infección causa severas lesiones en el tracto respiratorio de los porcinos.
La transmisión de la enfermedad ocurre de forma vertical entre las cerdas y los lechones durante la lactancia. También hay transmisión horizontal entre los animales de la granja.
Las lesiones pueden ir desde ausencia de estas hasta la pérdida total de los cornetes nasales y afectación del tabique nasal. La rinitis atrófica del cerdo causa un gran impacto en la producción porcina.
Las pruebas diagnósticas desarrolladas se enfocan en encontrar la presencia de las bacterias y las cepas causantes de los brotes. Luego, se deben implementar medidas de control y prevención en las granjas afectadas.
REFERENCIAS
Brockmeier, S. L., Register, K. B., Magyar, T., Lax, A. J., Pullinger, G. D., & Kunkle, R. A. (2002). Role of the dermonecrotic toxin of Bordetella bronchiseptica in the pathogenesis of respiratory disease in swine. Infection and immunity, 70(2), 481-490.