La inteligencia de las plantas. Divulgación 115
Hipótesis: la inteligencia animal debe tener su origen en la inteligencia vegetal

El interés del estudio sobre la inteligencia de las plantas puede ser primario, es decir, interés en el tema por sí mismo. Sin embargo, en el contexto del estudio del origen y la evolución de la vida en la Tierra, el estudio de la inteligencia de las plantas adquiere una relevancia específica. En efecto, si consideramos la hipótesis de que todas células animales proceden de un antecesor común y que esta célula-antecesor-animal debe provenir de una célula-antecesor-vegetal, el estudio de la inteligencia de las plantas nos lleva a pensar que, la inteligencia animal debe tener su origen en la inteligencia vegetal.
Actualmente, existen laboratorios de neurobiología vegetal y la cantidad de publicaciones sobre el tema, va en constante aumento. Sin embargo, existe todavía un gran campo de investigación sobre la inteligencia de las plantas.
En este post de Veterinaria Digital nos centraremos primero en la definición y luego, en la base anatomofisiológica que permite respuestas inteligentes.
En sentido general, la inteligencia se define como "la facultad de la mente que permite aprender, entender, razonar, formarse una idea de la realidad y tomar decisiones". Esta definición no es aplicable a las plantas, ya que implica la existencia de una mente y las plantas no poseen mente, en el sentido de un órgano bien definido anatómicamente.
SABER ELEGIR
Por esta razón, preferimos partir de la etimología de la palabra inteligencia. Derivada del latín "interligere" es una palabra compuesta de los términos "intus" (entre) y “legere” (escoger). Así, inteligencia podemos definirla como la capacidad de "saber elegir" entre diversas alternativas para resolver un problema. Esta es una definición que puede usarse en el estudio de la inteligencia de las plantas, ya que se define como una capacidad en sí misma y no como la facultad de un órgano.
Y es este enfoque el que permite ver a las plantas, y por extensión a los vegetales, no como una parte inerte del paisaje, sino como una colectividad de seres vivos que analizan el entorno y toman decisiones con la finalidad de defender su supervivencia individual y su expansión colectiva.
INTELIGENCIA ANIMAL
Respeto de la relación de la inteligencia de las plantas con la inteligencia animal es oportuno exponer el siguiente razonamiento. Es conocido que las células animales primitivas son dependientes de las células vegetales primitivas. En esencia las necesidades de oxígeno, carbohidratos como fuente de energía y de derivados del ácido shikímico, como moduladores de la expresión metagenética de código genético animal, son tres sujetos de dependencia de los animales, respecto de los vegetales.
Analizando esta dependencia se puede llegar a la conclusión (esta es nuestra hipótesis de trabajo) de que las células primigenias eran procariotas de carácter vegetal capaces de obtener su alimento a partir de fuentes de energía solar o química. Las células de carácter animal, aunque podrían tener su propio origen, es bastante probable que apareciesen como unas células de carácter vegetal que han perdido la capacidad de producir oxígeno, carbohidratos y derivados del ácido shikímico, pero que han mantenido la capacidad de usarlo. Es una opción sencilla, a nuestro entender, más probable que la opción contraria, que consistiría en: la aparición de células de carácter animal, con un código genético adaptado al uso de los recursos de origen vegetal.
BASES DE LA INTELIGENCIA ANIMAL
Si aplicamos esta hipótesis al tema de la inteligencia, podemos admitir que las bases de la inteligencia animal deben estar en la inteligencia vegetal.
Este será el enfoque de la divulgación en Veterinaria Digital, en los temas relacionados con la inteligencia de las plantas: buscar en ellas las bases anatomofisiológicas de la inteligencia animal. Y como toda base anatómica y fisiológica tiene un origen genético: buscar, por este camino, un punto más de unión genética entre lo vegetal y lo animal.
Para finalizar expondremos, a modo de enunciado para futuros post, algunos temas relacionados que previamente han sido expuestos en este blog de Divulgación de Veterinaria Digital.
Se trata de un primer grupo de respuestas a estímulos externos:
(1) Respuesta a estímulos externos en línea recta: fototropismo, geotropismo, tigmotropismo, hidrotropismo que dirigen partes de la planta hacia el estímulo.
(2) Respuesta a estímulos externos en direcciones variables denominados nastias: Epinastia (curvarse hacia abajo), fotonastia (cierre o apertura de las flores, según intensidad lumínica), hiponastia (curvarse hacia arriba), nictinastia (abrir o cerrar como ciclos circadianos), quimionastia (reacción a substancias químicas), seismonastia (reacción a choques mecánicos) y termonastia (reacción a la temperatura)
Un segundo grupo de estructuras físicas y substancias activas, que pueden ser la base fisiológica de las respuestas descritas anteriormente:
(3) Existencia de estratolitos (formaciones minerales) existentes en los rizoides de las algas y en los ápices radiculares con funciones sensoriales a la gravedad
(4) Existencia de proteínas de membrana como detectores de cambios en el exterior
(5) Acumulación de auxinas, actinas y miosina en células radiculares que dotan de motilidad las células
A partir de estas informaciones avanzaremos en la búsqueda de los orígenes de la inteligencia animal primitiva en la inteligencia vegetal primitiva.
Puede leer más información de este tema en los siguientes enlaces:
Inteligencia de las plantas. Divulgación 93
La inteligencia de los vegetales-2: Los movimientos de las plantas. Divulgación 94