La determinación y el cambio de sexo en animales y vegetales. Divulgación 91

Aunque en la literatura científica clásica se atribuye la determinación del sexo a la presencia de los cromosomas X e Y en los últimos años han surgido nuevas informaciones que, etapa tras etapa, nos han llevado de los mamíferos, a las aves, a los reptiles, a los peces hasta llegar a fenómenos parecidos en los vegetales.
Es conocido que en los mamíferos la presencia de XX determina el género femenino y que la presencia de XY determina el género masculino. Sin embargo la observación del genoma aviar nos demuestra que un individuo XX es un gallo y que el genoma XY es una gallina. En otros vertebrados pueden presentarse individuos masculinos con XO, XXY y femeninos con XXX
El descubrimiento del gen SRY en los mamíferos, supuestamente originado en un evento de duplicación producido hace unos 160 millones de años, de los genes vinculados el gen SOX3 en el cromosoma X podría explicar que estas manifestaciones genéticas no están relacionadas exclusivamente con los cromosomas. Otros fenómenos como la temperatura y eventos sociales pueden influir en la determinación e incluso en el cambio de sexo de un individuo sin existir cambio genético.
Así en los reptiles y peces la determinación del sexo se influye por la temperatura ambiental, durante el proceso de incubación, como en el caso de algunos reptiles como el cocodrilo y peces (gen cyp19) y también es conocido que en algunos peces (Poecilia lebistes reticulata) la ausencia de individuos masculinos provoca que alguna de las hembras cambie de sexo , convirtiendose en un macho funcional, permitiendo con ello la producción de una nueva generación con individuos de ambos géneros.
Estos fenómenos relativos a la determinación y cambio de sexo parecía hasta ahora un fenómeno animal, pero recientes estudios en el árbol Taxus baccata nos indican que el fenómeno podría tener un origen vegetal y por tanto ser más antiguos que los 160 millones de años aceptados hasta el momento.
Taxus baccata es un árbol dioico (existe separación de sexo entre individuos), al igual que otros vegetales primitivos como Ginkgo bilova, pero recientemente se ha descubierto que un T. baccata masculino puede originar ramas femeninas. Dado el lento ritmo vital de los vegetales superiores se desconocen aún las causas de tales fenómenos.
Sin embargo esta información abre una conexión más entre genética vegetal y la genética animal. Y al igual que en la producción de oxígeno, carbohidratos y ácido shikimico el mecanismo vegetal y animal circulan en sentido contrarios. Así los vegetales superiores más antiguos son dioicos mientras que los más modernos tienden a ser monoicos (individuos con ambos sexos), mientras que los animales más antiguos son monoicos y los más modernos tienden a ser dioicos.
Fotografía de Jared Belson