El origen y la evolución de los calendarios mediterráneos. Divulgación 54

Por tratarse de la primera entrega del blog de Divulgación de 2014, parece apropiado realizar un breve repaso a los sistemas calendarios que han existido alrededor del Mediterráneo y a su evolución hasta nuestros días.
Es poco probable que las culturas anteriores al año 6000 antes de la actualidad, desarrolladas por las familias genéticas EU-8 (Europa central) y EU-18(orilla norte e islas mediterráneas), pelasgos (Grecia), Halaf, Hassun y Umm (Oriente Medio) y líbicos (Norte de África), dispusieran de calendario en su sentido moderno.
Los primeros calendarios de los que se tienen noticias son el calendario de Shepseskaf de tipo solar, con 12 meses de 30 días, fechado 4496 años antes de la actualidad en Egipto y el calendario de la ciudad de Nippur de tipo lunisolar, con doce meses de 29 o 30 días, fechado 3735 años antes de la actualidad en Mesopotamia.
Los griegos tomaron como referencia, para el inicio de su calendario, el año de la celebración de la primera Olimpiada histórica en el año 2790 antes de la actualidad. No existe un calendario griego unificado ya que cada ciudad-estado adoptó el suyo. Así se conocen 9 calendarios helénicos: Ático, Beocio, Cretense, Délfico, Epirótico, Laconio, Macedonio, Rodio y Siciliano (Magna Grecia). De ellos el calendario Ático de tipo lunisolar, que inicia 2790 años antes de la actualidad, fue el más difundido.
El primer calendario romano, conocido como calendario de Rómulo, arranca el año de la fundación de Roma, 2767 años antes de la actualidad. Se trata de un calendario compuesto por 10 meses lunares por lo que presentaba graves desajustes, con las estaciones climáticas, y dificultaba su uso.
Por esta razón se realizó una reforma conocida como calendario de Numa Pompilio, dividiéndolo en doce meses lunares de 29 y 31 días, 2714 años antes de la actualidad. El inicio del año se mantenía en el mes de Martius como en el calendario de Rómulo.
Una tercera modificación se realizó hace 2200 años y consistía en hacer iniciar el año en el mes de Ianuarius (mes XI en el calendario de Numa)
Finalmente Julio Cesar hace 2060 años, con la colaboración de Sosigenes de Alejandría, instauró el calendario Juliano, de carácter solar, que se mantuvo vigente hasta la oficialización del actual calendario denominado calendario Gregoriano en 1582, hace 432 años.
Entre los calendarios Juliano y Gregoriano tuvo lugar en el año 525, hace 1489 años, la incorporación de las celebraciones cristianas en el año Juliano conocida como Computus de Juan I.
Este estudio fue encargado a Dionysius "Exiguus" (Dionisie cel Mic) y se conoce como Anno Domini. Esta revisión tenía también como objetivo conocer el año de inicio del cristianismo ya que hasta aquella fecha se continuaba contando los años desde la fundación de Roma. Dionysius no cometió los errores básicos de los primeros calendarios, en relación a la concordancia de meses y estaciones, pero sus cálculos históricos fueron erróneos y estos se han mantenido hasta la actualidad ya que la reforma gregoriana no los corrigió.
Dionysius calculó la fecha de inicio de la era cristiana teniendo en cuenta los años de reinado de Herodes I El Grande en relación con los años de reinado de Cesar Augusto.
Sin embargo Cesar Augusto reinó bajo dos nombres: Octavio desde el fin del 2º Triumvirato (año 714 del calendario romano) hasta que el Senado le concedió el título de Augusto (año 718 del calendario romano) y como Augusto desde el año 718 hasta el año 767 del calendario romano. Esta distorsión influyó en el cálculo de las fechas de gobierno de Augusto y de Herodes y en consecuencia en la fecha de inicio de la era cristiana. Por lo que parece que esta empezó entre 4 y 7 años antes de lo que actualmente se considera. Por lo cual el año 2014 que iniciamos en realidad podría corresponder a los años comprendidos entre 2018 y 2021.
El año actual correspondería, con más probabilidad, al año 2020 si tenemos en cuenta el fenómeno "estelar" descrito por los historiadores y fechado en el año 747 del calendario romano.
Aunque algunos autores han atribuido el fenómeno "estelar" a un cometa es poco probable que se tratase de ello. En aquella época la aparición de un cometa era portador de malos augurios por lo cual difícilmente fuese tomado como una señal positiva.
Si parece probable que se tratase de un fenómeno "estelar" protagonizado por las denominadas estrellas móviles. Así eran conocidos los planetas, de nuestro sistema solar, en aquella época para diferenciarlos de las estrellas fijas que se agrupaban en constelaciones (origen del horóscopo) al mantener una posición fija relativa entre ellas.
De entre las estrellas móviles (planetas) Júpiter se relacionaba con el rey naciente y Saturno con el rey decadente por lo que la alineación de ambos planetas, en el año 747 de la fundación de Roma, con La Tierra y su consecuente maniobra conjunta regresiva (parada, retroceso, parada y regreso a la dirección anterior) fue interpretada como un signo del anuncio de la muerte de Herodes I El Grande y el nacimiento de su sucesor (posteriormente adjudicado a Yeshua cuyo nacimiento fijaría el inicio del actual calendario).
De esta forma teniendo en cuenta este fenómeno "estelar" y la corrección de fechas del reinado de Herodes probablemente, hoy nos encontramos en el inicio de 2020 de la era cristiana.
Finalmente el actual calendario gregoriano, implantado por iniciativa de Gregorio XIII en 1582 con la colaboración de Christoph Klau, corrigió un desfase de 10 días del equinoccio de primavera y organizó los meses y años bisiestos como los conocemos en la actualidad.
Con todo existen otros calendarios fuera del área mediterránea entre los que destacaremos el calendario chino, de tipo lunisolar, que se encuentra en su año 4651 desde su fijación por Huang Di (Hun Ko Pao).