Editorial 31: Exiliados Económicos.
Los expertos aseguran que la desaparición de los grandes vertebrados, herbívoros o carnívoros, no supondría ningún peligro para la continuidad de la vida en La Tierra. En cambio la desaparición de los hongos, las bacterias y otros animales y vegetales unicelulares, cuya función es crear alimentos básicos o reciclar materia orgánica, supondría el fin de la vida en La Tierra. Si trasladamos, este símil, en materia económica las pequeñas y medianas empresas del sector agrícola, ganadero y de servicios constituyen, al igual que los seres vivos básicos, la economía real (la base de la vida) y su destrucción lleva a la crisis o la muerte económica de los países.
En los últimos años, aunque con especial intensidad en los últimos meses, los medios de comunicación y las declaraciones de supuestos líderes políticos están llenas de grandilocuentes manifestaciones sobre primas de riesgo, rescates bancarios, recortes de servicios y demás denominaciones macroeconómicas. Mientras la pequeña y mediana empresa se esta viendo sometida a una actividad depredadora inédita con elevación de impuestos sobre bienes inmuebles, impuesto del valor añadido, cuotas de la seguridad social, impuestos de carburantes y energía , impuestos sobre transferencias bancarias y otros muchos por parte de las administraciones publicas. Esta depredación, simultanea al retraso en las devoluciones del impuesto de valor añadido a los exportadores y del impuesto del rendimiento del trabajo personal a empresarios y trabajadores, esta amenazando seriamente la vida de las pequeñas y medianas empresas que son las que garantizan la continuidad de la distribución territorial de la riqueza y la equidad social.
Incluso se esta vendiendo a la opinión publica , a través de los medios de comunicación controlados por la propiedad publica o privados controlados mediante subvenciones, como un éxito, de las políticas gubernamentales, el incremento de las exportaciones hasta sobrepasar el 30% del PIB de muchos países. Este, supuesto éxito, es en realidad un estrepitoso fracaso y una prueba de que las pequeñas y medianas empresas viéndose amenazadas por los depredadores están buscando su vida en el exterior. No tengan la menor duda, quienes depredan y hacen discursos grandilocuentes, que son los responsables de miles de exiliados económicos.
Los exiliados económicos; no son objetivo de ninguna protección por parte de los gobiernos que, en realidad, los han creado ni de organizaciones supranacionales; son victimas de políticas tan depredadoras y criminales como los exiliados políticos. Pero a diferencia de los exiliados políticos, que quieren volver a sus países, los exiliados económicos difícilmente vuelven ya que la vida económica requiere de un medio ambiente continuado y basado en un ordenamiento legal que les permita sobrevivir por generaciones.