Diarrea por Clostridium en cerdos: ¿Qué características tiene?
Las diarreas en cerdos pueden ser causadas por especies de la bacteria Clostridium la cual produce toxinas que causan lesiones a nivel entérico.

¿Qué características tienen las bacterias Clostridium?
Las bacterias del género Clostridium se caracterizan porque son gram positivas, crecen en medios anaerobios (con poco o nada de oxígeno) y son formadoras de esporas. Estas características de crecimiento y supervivencia otorgan a este grupo de bacterias una gran resistencia en el ambiente que les permiten multiplicarse en ambientes hostiles.
Estas bacterias han sido estudiadas desde hace décadas en cerdos por los cuadros de enfermedad que pueden generar. Las Clostridiosis en porcinos generan cuadros llamados entéricos, histotóxicos y neurotóxicos por los sistemas orgánicos que invaden y afectan. Las especies que afectan dichos órganos son variadas y se resumen en la tabla 1.

Importancia de las cepas y toxinas de las bacterias Clostridium
La bacteria Clostridium perfringens se ha dividido en siete tipos de cepas que se nombran de la letra A hasta la G. Esta denominación se correlaciona por la producción de toxinas llamadas toxinas mayores que se nombran con letras griegas (alfa, beta, epsilon) enumeradas en la Tabla 2.

Las Clostridiosis intestinales en cerdos son causadas por bacterias de las especies C. perfringens tipo C y Clostridium difficile. Estas dos bacterias han sido bien estudiadas en lechones lactantes principalmente.
Las cepas descritas de las bacterias del género Clostridium pueden causar una amplia gama de cuadros clínicos en animales domésticos. Las cepas A y C se han asociado de forma significativa con brotes en lechones compatibles con lesiones intestinales (tabla 3).
Estas enfermedades en porcinos suelen tener como signos característicos la diarrea debido a los efectos generados por las toxinas producidas por la bacteria.

Enteritis porcina por Clostridium perfringens tipo C
Las infecciones entéricas por Clostridium perfringens tipo C ocurren en todo el mundo. Los porcinos con esta infección tienen una enteritis necrótico-hemorrágica usualmente fatal, afectando principalmente a los lechones.
Las toxinas involucradas en estos cuadros entéricos de cerdos son A, B y C, siendo la toxina Beta la más patogénica.
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La población afectada suelen ser lechones lactantes los cuales se infectan a través de las heces de animales enfermos. Además, la infección se puede adquirir a través del aire contaminado con esporas de la bacteria.
Las esporas de Clostridium perfringens son resistentes en el ambiente, incluso frente al calor, los desinfectantes y la luz ultravioleta. Además, suelen persistir en las camas utilizadas para la etapa de lactancia de los lechones.
Patogénesis de la Clostridiosis
La enfermedad en los lechones puede aparecer incluso algunas horas después de nacer, y se manifiesta de forma grave a los tres días de nacidos en forma de brote epidémico. En las granjas con lechones sin inmunidad previa frente a la bacteria la mortalidad puede alcanzar el 100%. En animales de mayor edad y la granja en general, la mortalidad puede ser del 60% en animales sin inmunidad.
El calostro de las cerdas con inmunidad frente a la Clostridiosis entérica pueden brindar parcialmente defensas a los lechones lactantes. Sin embargo, si hay problemas en la transferencia pasiva de anticuerpos de la cerda a los lechones, puede ocurrir una infección crónica.
Las bacterias de Clostridium se multiplican rápidamente en el sistema digestivo de los cerdos. Se ha estudiado que la patogenicidad de la toxina B de Clostridium perfringens se asocia con bajos niveles de tripsina en los lechones. Esta tripsina puede inhibir la toxina, pero al estar en cantidades reducidas la toxina se produce en mayor cantidad causando lesiones entéricas por daño a las células endoteliales.

Signos clínicos de la Clostridiosis entérica en lechones
Las lesiones por Clostridiosis entérica pueden ser agudas o crónicas, dependiendo de la inmunidad de los lechones.
Los cerdos tienen diarrea hemorrágica, debilidad, movimientos con incoordinación, muerte en pocas horas de iniciados los signos. La temperatura puede caer a 35°C o menos y pueden notarse cambios de coloración en la piel del abdomen. Algunos cerdos pueden morir sin signos clínicos debido a la rapidez y severidad de la infección.
Los cerdos que sobreviven por más días tienen diarrea de color marrón con fragmentos de tejido y moco. Un signo significativo es la deshidratación y la pérdida de peso que lleva en pocos días a la muerte.
Los cerdos afectados crónicamente presentan diarreas intermitentes por varios días, donde las heces son de color gris y aspecto mucoso, con la zona perineal manchada por heces. Los lechones mueren en algunas semanas o es necesario sacrificarlos por su deterioro progresivo.
Los signos clínicos observados se explican por las lesiones generadas por Clostridium perfringens a nivel del intestino delgado y fragmentos del colon en espiral. En estos órganos hay hemorragias, enfisema y exudado fibrinonecrótico, con presencia de fluido serosanguinolento con fibrina. Además, en las necropsias se observa una membrana adherida a la mucosa intestinal de tipo fibrinonecrótico.
Diagnóstico de la diarrea por enteritis clostridial
El diagnóstico de las diarreas clostridiales en cerdos se realiza a través de los signos clínicos observados en lechones. Además, la evidencia que arroja la necropsia es indicativa de un cuadro compatible con enteritis por Clostridium perfringens.
Por otro lado, se puede utilizar contenido intestinal y heces para el cultivo y análisis microscópico en busca de las bacterias gram positivas.
En casos específicos donde se requiera diagnosticar la toxina involucrada en un brote, se realiza una prueba de detección de antígeno. Se recomienda agregar un inhibidor de tripsina o refrigerar la muestra para evitar el deterioro de la toxina involucrada. Otro método diagnóstico es por test de PCR y genotipificación el cual es más preciso.

Enteritis porcina por Clostridium difficile
En cerdos las infecciones por Clostridium difficile se observan en lechones de 1 a 7 días de vida. Estos animales adquieren la infección a través de esporas en la cama o las heces de cerdos enfermos que entran por vía oral.
La población de bacterias es alta en las primeras horas de vida de los lechones y se va reduciendo a medida que el animal crece.
La patogénesis de Clostridium difficile se relaciona con la producción de toxinas A y B. Las esporas de la bacteria que ingresan por vía oral son resistentes al ácido estomacal, por lo cual se liberan en el intestino delgado por las sales biliares, llegando hasta el intestino grueso.
Los signos clínicos observados son distensión abdominal, edema escrotal y la muerte. Las lesiones se ubican en el ciego y el colon donde hay fluido amarillo-marrón. La mucosa del intestino presenta úlceras y exudado fibrinonecrótico. Esto causa una diarrea en los cerdos, así como ascitis.
El diagnóstico de esta enfermedad se realiza por los signos clínicos, la historia y los hallazgos en necropsia e histopatología. El cultivo no se considera ya que es una bacteria presente en animales sanos y con difíciles condiciones de crecimiento.

Estrategias de prevención y control de las diarreas por Clostridium en cerdos
- La prevención de esta enfermedad se enfoca en la profilaxis ya que los tratamientos en animales con signos clínicos no son efectivos. Se ha utilizado antitoxina de origen equino para proteger a los lechones sin inmunidad previa.
- Se han utilizado antibióticos como ampicilina o amoxicilina, pero su uso puede conducir a resistencia antimicrobiana.
- La vacunación de cerdas reproductoras o gestantes con toxoide tipo C permite la inmunización del hato. Además, se mejora la inmunidad de lechones al suministrar el calostro de estas cerdas.
- Utilizar Alquermold Natural, desarrollado por Biovet S.A., el cual contiene anillo cimenol y ácido cítrico, lo que brinda un conservante natural para el pienso suministrado a los cerdos. El anillo cimenol es una molécula de origen natural que tiene capacidad antimicrobiana contra bacterias patógenas como Clostridium, además que favorece el crecimiento de flora intestinal. El ácido cítrico adicionado tiene un efecto potenciador sobre el anillo cimenol.
De esta manera, se obtiene un producto con efecto bactericida contra Clostridium, por lo cual previene las diarreas asociadas a este patógeno en cerdos sin afectar la microbiota natural de los animales. Además, Alquermold Natural no deja residuos en la carne ni crea resistencias antimicrobianas.
Conclusiones
Las diarreas son uno de los mayores problemas en porcicultura por los efectos patológicos que conllevan a la muerte de los animales. Entre estas diarreas, uno de los patógenos más importantes son las bacterias del género Clostridium perfringens y Clostridium difficile. Estos microorganismos producen toxinas que tienen graves consecuencias sobre el tracto intestinal de los cerdos, especialmente de los lechones en sus primeros días de vida.
Los cuadros de diarreas por clostridiosis suelen ser graves, con alta mortalidad y difícil control debido a la resistencia en el ambiente de las esporas de esta bacteria. Los animales se infectan por vía oral-fecal y los lechones lactantes tienen cuadros de diarrea sanguinolenta que cursa con lesiones necróticas del intestino delgado y grueso.
A nivel productivo hay pérdidas económicas asociadas con alta mortalidad, tratamientos ineficientes, disminución de la ganancia de peso y brotes epidémicos.
La prevención está enfocada en la inmunización de los animales con vacunas y toxoides; sin embargo, pueden ser de difícil acceso. Por otro lado, se recomienda el uso de pronutrientes acondicionadores intestinales y anillo cimenol combinados para reducir el crecimiento de Clostridium y mejorar el bienestar intestinal de los cerdos. De esta manera, se pueden controlar las poblaciones de las bacterias patógenas, mejorando la absorción de nutrientes y conservando las bacterias naturales de los porcinos.
REFERENCIAS.
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