Enteritis hemorrágica de los pavos
La enteritis hemorrágica (EH) es una enfermedad infecciosa aguda de los pavos que causa un trastorno gastrointestinal. Se caracteriza por la presencia de heces y lesiones hemorrágicas, que dan nombre a la enfermedad. Es una patología de distribución mundial y económicamente significativa en la producción de pavos.

La enteritis hemorrágica (EH) es una enfermedad infecciosa aguda de los pavos que causa un trastorno gastrointestinal. Se caracteriza por la presencia de heces y lesiones hemorrágicas, que dan nombre a la enfermedad. Es una patología de distribución mundial y económicamente significativa en la producción de pavos.
Índice de Contenidos
ETIOLOGÍA
Esta enfermedad está causada por un adenovirus tipo II llamado virus de enteritis hemorrágica (VEH). Afecta a pavos jóvenes de 4 a 12 semanas de edad, aunque es más común en pavos de 7 a 9 semanas de edad.
Los pavos de menos de 4 semanas de edad suelen ser resistentes a la enfermedad debido a la presencia de anticuerpos maternos contra el virus, aunque también pueden infectarse si existe un fuerte desafío ambiental y hay baja inmunidad maternal.
Distintas publicaciones recientes han revelado que los genes que tienen implicación en la virulencia del virus son los ORF1, E3 y fib. La secuenciación completa del genoma del virus que se ha realizado en aislamientos de EE. UU. reveló que existen 11 serotipos de VEH diferentes debido a una mutación en el gen ORF1. Existen algunas cepas que no producen signos clínicos ni mortalidad, mientras que las cepas virulentas causan una enfermedad clínica con mortalidad variable.
Los pavos son el huésped natural del VEH, aunque su presencia también se ha observado en otras aves gallináceas como el pollo, el pavo real y la codorniz. Una característica única del HEV en comparación con otros adenovirus es la ausencia de transmisión vertical.
TRANSMISIÓN
La transmisión del virus se realiza, principalmente, por la vía feco-oral. El virus puede introducirse en la granja a través de materiales o personal contaminado con heces infectadas. Los animales infectados eliminan una gran cantidad de virus en las heces que facilitan la propagación a través del lote.
Es un virus altamente resistente, ya que carece de envoltura, y su capacidad infectiva se mantiene durante un largo periodo de tiempo a baja temperatura. También es capaz de sobrevivir en condiciones húmedas, como la cama húmeda de la granja.
PATOGÉNESIS
El VEH se absorbe en el intestino, se replica en las células linfoides del tracto intestinal y, a través de la circulación sanguínea, llega a la bolsa de Fabricio y al bazo, donde se produce una replicación primaria, y luego se distribuye ampliamente por el cuerpo.
El VEH tiene tropismo por los linfocitos, especialmente los linfocitos B. La replicación del virus produce una fuerte respuesta inflamatoria. Por todo esto, este virus tiene efecto inmunosupresor sobre la respuesta humoral y celular, ya que deteriora los procesos de fagocitosis y de producción de anticuerpos.
Los mediadores inflamatorios en el intestino son los iniciadores de la diapédesis en el intestino, que conduce a una hemorragia intestinal. El daño en las paredes intestinales permite, junto con la inmunosupresión, la infección por patógenos oportunistas, exacerbando el efecto en la productividad y la mortalidad ya causados por el virus.
SIGNOS CLÍNICOS Y LESIONES
Los animales afectados por cepas virulentas de VEH pueden mostrar depresión, palidez y heces sanguinolentas, seguido de la muerte. El curso clínico de la enfermedad puede durar de 7 a 10 días. La morbilidad generalmente alcanza el 100%, y la mortalidad aguda puede variar del 1 al 60%, dependiendo de los niveles de protección del lote, con un promedio de un 10-15%.
Las aves que sobreviven a la enfermedad sufren una inmunosupresión transitoria, que puede conducir a infecciones bacterianas secundarias a los 10-14 días tras la exposición al virus. Por lo tanto, puede aparecer una segunda ola de mortalidad que dura unas 2-3 semanas adicionales. La mortalidad debida a patógenos secundarios, como E. coli, Clostridium perfringens, Mycoplasma o Eimeria, puede superponerse a la causada por el virus y, en cepas menos virulentas, puede dominar el cuadro clínico.
Las aves afectadas producirán títulos bajos de anticuerpos tras la vacunación, como se observa en la vacunación contra la enfermedad de Newcastle (ND).
Las lesiones observadas en aves infectadas con VEH incluyen congestión grave y hemorragia intraluminal en el duodeno, que puede extenderse distalmente en casos severos. También puede observarse esplenomegalia y bazo marmoleado.
Las lesiones causadas por trastornos secundarios se asocian comúnmente con lesiones respiratorias y septicémicas, como neumonía fibrinopurulenta, saculitis, pericarditis o peritonitis.
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
En el diagnóstico diferencial de la EH deben considerarse las enfermedades que causan lesiones esplénicas y gastrointestinales similares, como la colibacilosis, la pasteurelosis, la salmonelosis, la erisipela y otras enfermedades virales como la gripe aviar y la enfermedad de Newcastle.
DIAGNÓSTICO
El diagnóstico presuntivo de la enfermedad se realiza en base a los signos clínicos y las lesiones presentes. El diagnóstico definitivo se basa en la identificación de anticuerpos o antígenos virales a través de técnicas de laboratorio.
Para las pruebas de laboratorio se deben utilizar muestras de contenido intestinal y bazo. Las técnicas de diagnóstico disponibles incluyen:
- Cultivo celular de las muestras en células de línea B procedentes de pavo.
- Inoculación oral o intravenosa de la muestra a pavos de 6 semanas para evaluar la mortalidad y la esplenomegalia.
- Precipitación en agar gel, enfrentando la muestra a sueros anti-VEH.
- PCR, más sensible que la inmunodifusión en agar gel en lesiones leves.
- Inmunofluorescencia del tejido afectado.
- ELISA, aunque las cepas avirulentas y virulentas de HEV no pueden distinguirse por técnicas serológicas.
TRATAMIENTO Y PREVENCIÓN DE LA ENTERITIS HEMORRÁGICA DE LOS PAVOS
Los brotes de EH pueden tratarse mediante inyección subcutánea con 0,5-1 ml de antisuero de aves recuperadas. Ante la aparición de infecciones secundarias, debe administrarse antibioterapia. Si es posible, la elección del antibiótico debe basarse en la susceptibilidad de aislamientos previos.
El virus es resistente al cloroformo, al amonio cuaternario y a compuestos de éter etílico. Tras un brote, el material orgánico de la explotación debe eliminarse y las instalaciones deben limpiarse adecuadamente. La desinfección debe realizarse con hipoclorito de sodio o compuestos fenólicos, seguido de un periodo de secado de 7 días a 25°C.
Cuando la producción incluye grupos de pavos de edad múltiple, la erradicación de la enfermedad es difícil. La vacunación y el antisuero son las herramientas más viables para prevenir la infección, junto con las medidas comunes de bioseguridad.
Las medidas de bioseguridad incluyen el manejo de plagas, la retirada de la cama y la limpieza y desinfección adecuadas de las instalaciones entre ciclos, utilizando los productos mencionados anteriormente. Además, las visitas deben reducirse el máximo posible, y todo el personal debe ducharse antes de entrar a la granja y usar ropa limpia y diferente entre naves.
El plan de vacunación del VEH se basa en cepas avirulentas o vacunas recombinantes, que pueden administrarse in ovo a embriones de 18-19 días o a través del agua potable a las 3-6 semanas de edad de los pavos. Puede realizarse una revacunación una semana después de la vacunación inicial. Debe evaluarse la calidad del agua y su suministro para garantizar una eficacia adecuada de la vacunación. Se considera que se consigue la protección total con la vacunación si la seroconversión es igual o mayor al 60% de la parvada. Las vacunas recombinantes pueden no proteger al lote contra algunas cepas de campo. Existen planes de vacunación que incluyen la vacunación in ovo con vacunas recombinantes combinadas con una vacuna viva posterior.
Las infecciones concomitantes causadas por otros virus inmunosupresores, sumadas a las condiciones estresantes de las prácticas intensivas de cría y manejo, pueden dificultar la capacidad del sistema inmune para crear una respuesta adecuada a la vacunación. El uso de aditivos naturales está indicado para estas situaciones.
Las soluciones inmunoestimulantes naturales basadas en moléculas activas de origen vegetal, pueden promover la actividad del sistema inmune innato y adaptativo para garantizar una mayor producción de anticuerpos tras la vacunación, como se ve en el ensayo a continuación.
EVALUACIÓN DEL EFECTO DE UN INMUNOSTIMULANTE NATURAL
TÍTULOS DE VACUNACIÓN CONTRA HEV
Animales agrupados en dos lotes de 288 pavos cada uno.
Un lote es el control (sin inmunoestimulante), y el otro lote recibió
pronutrientes inmunoestimulantes a 1 ml/l en agua de bebida de forma continua
durante los 5 días anteriores y los 5 días posteriores a la vacunación contra VEH.
Los títulos de anticuerpos (atc) se evaluaron antes de la vacunación,
y en los días 21, 63 y 96 después de la vacunación.
RESULTADOS OBTENIDOS:
EL GRUPO CON PRONUTRIENTES TIENE UN TÍTULO MEDIO DE ATC INICIALES MÁS BAJO
QUE EL GRUPO CONTROL, PERO MUESTRA UN MAYOR INCREMENTO DEL TÍTULO
TRAS LA VACUNACIÓN, QUE TERMINAN MÁS ELEVADOS QUE EL CONTROL.
UN MAYOR INCREMENTO DEL TÍTULO DE ANTICUERPOS GRACIAS A
LOS PRONUTRIENTES INMUNOSTIMULANTES SIGNIFICA QUE
ESTOS ANIMALES ESTARÁN MÁS PROTEGIDOS CONTRA LA ENFERMEDAD
CONCLUSIONES
La enteritis hemorrágica (EH) es una enfermedad gastrointestinal aguda que afecta a pavos jóvenes de 4 a 12 semanas de edad. Está causada por un adenovirus de tipo II y causa un alto impacto económico debido a la mortalidad causada por el virus y las infecciones bacterianas secundarias relacionadas con la inmunosupresión causada por el VEH.
Hoy en día, los brotes con alta virulencia son menos comunes gracias al establecimiento de planes de prevención basados en la vacunación y las medidas de bioseguridad. Sin embargo, cuando la vacunación no proporciona una inmunidad adecuada, puede aparecer la enfermedad, junto con infecciones bacterianas secundarias, especialmente la colibacilosis, que pueden causar grandes pérdidas económicas debido a una alta mortalidad del lote.
Las infecciones inmunosupresoras concomitantes y las condiciones estresantes pueden dificultar la capacidad del sistema inmunitario para crear una respuesta adecuada a la vacunación. El uso de aditivos naturales está indicado para estas situaciones.
Las soluciones inmunoestimulantes naturales basadas en pronutrientes, moléculas activas de origen vegetal, pueden promover la actividad del sistema inmune para garantizar una mayor producción de anticuerpos tras la vacunación y una protección adecuada contra la enfermedad, como se demostró en los resultados de los ensayos de campo descritos anteriormente.
BIBLIOGRAFÍA
Dhama, K. et al. (2017). Haemorrhagic enteritis of turkeys – current knowledge. Veterinary Quarterly. http://dx.doi.org/10.1080/01652176.2016.1277281
L. Shivaprasad, H. L. (2014). Overview of Hemorrhagic Enteritis/Marble Spleen Disease in Poultry. Merck Veterinary Manual.