Editorial 4. Docencia Veterinaria
Las ciencias veterinarias son amplias tanto por la multiplicidad de los contenidos, que las integran, como por la multiplicidad de su ejercicio. Su versatilidad ofrece al alumno un amplio abanico de materias durante su formación y al profesional veterinario diversas opciones de desempeño. Los veterinarios son unos especialistas tanto en patología avícola, como en inseminación artificial en ganado vacuno o como nutrólogos de mascotas.
La decisión de estudiar veterinaria es vocacional en la mayor parte de los estudiantes. Algunos están interesados en el bienestar animal, otros en la producción de alimentos para la población humana y así podríamos citar una innumerable cantidad de motivaciones personales de los estudiantes.
En consecuencia es necesario que los docentes sean, a la vez, enseñantes y maestros.
El vocablo enseñar procede de insignare que significa dar señas de algo o mostrar algo para que sea visto y apreciado. El vocablo maestro procede de magister y se aplica a una persona relevante entre los de su clase. Esta doble función de enseñante y maestro requiere que quienes se dediquen a la docencia veterinaria muestren las materias, también requiere que las hagan apreciar y a la vez que sean personas relevantes entre los de su clase. Mostrar las materias es una misión relativamente fácil, hacer apreciar las mismas requiere de una actitud personal hacia estas materias y ser alguien relevante requiere de una amplia experiencia en el ejercicio profesional que se da solo en personas con una dedicación absoluta.
Los modelos burocráticos pueden influir en la forma de acceder, a la docencia, de aquellos profesionales que sean a la vez enseñantes y maestros. Esta situación afecta particularmente a profesiones como la veterinaria con un porcentaje elevado de vocación entre sus alumnos. También los modelos políticos pueden influir en el diseño del mapa universitario haciendo proliferar facultades de veterinaria por razones territoriales, creando facultades generalistas, y estimulando el establecimiento de «colegios universitarios» situados en áreas especializadas de determinadas producciones.
En Veterinaria Digital proponemos que la formación veterinaria se realice en dos etapas, una generalista y otra especializada, por especies animales y producciones, y que sea impartida por enseñantes y maestros. Para ello los necesarios modelos, burocráticos y políticos, deben adaptarse a la vocacionalidad del estudiante, a la versatilidad de las ciencias veterinarias y a la incorporación de verdaderos maestros, de cada especialidad, a la docencia. Estas tres condiciones pueden darse tanto en la universidad pública como en la universidad privada, e incluso en un modelo mixto: público en la primera etapa y privado en la segunda etapa promovido desde las industrias que darán oportunidad de ejercicio profesional a los titulados de los «colegios universitarios».