Editorial 36. La futura empresa Agro-Ganadera
La ganadería y la agricultura europeas están muriendo entre otras causas debido a «la inflación y la mutación legislativa» y al «esquema Fonzi» de la economía.
En algún país del sur de Europa hay en vigor unas 100.000 leyes y normas de todo tipo cuya publicación supone alrededor del millón de páginas y se calcula que en el año 2012 se habrán publicado otras millón doscientas mil páginas de nuevas legislaciones, superpuestas entre los diferentes estratos de la Administración Pública, además de la traslación a la legislación nacional de la legislación europea, sobre las mismas cuestiones causando una gran complejidad, que se ha traducido en mayores dificultades para crear una empresa, abrir un negocio o producir y vender los productos etiquetados y envasados. La producción agrícola y ganadera debería tender hacia la elaboración de productos de valor añadido pero «la inflación legislativa» es un barrera infranqueable para la empresa agraria. Pasar de la producción y venta de leche a la producción y venta de yogur o queso se convierte en algo casi imposible y la exportación de estos productos algo utópico. Junto a la inflación legislativa debe tenerse en cuenta «la mutación legislativa» especialmente en los cambios impositivos constantes que imposibilitan la planificación económica y tienden a evitar la reducción del endeudamiento por reducción de los costes financieros.
En consecuencia las barreras legales, la inseguridad jurídica y la desincentivacion de la reducción del endeudamiento lleva inexorablemente al marasmo y la parálisis mortal de la empresa agro-ganadera privada. La única salida seria la inversión pública pero ya se tienen pruebas de que los resultados son ruinosos por dos razones: nunca se invierte bien, en este caso las Administraciones Públicas, si quien invierte no sufre las consecuencias por las pérdidas (incluso peor, se premia con un supercargo a quien ha destrozado el sector agro-ganadero) y nunca se invierte bien, en este caso las Administraciones Públicas, si el sector no presenta un nivel de rentabilidad alto en términos de votos.
Todo ello nos lleva a que, lamentablemente, la economía agro-ganadera queda inerte (ni privada ni pública) e inmersa en el esquema Ponzi de las cuentas públicas.
Primero la burbuja consumista, luego la burbuja inmobiliaria y ahora la burbuja de la deuda pública son versiones modernas y a gran escala de la estructura de la seguridad social pública y obligatoria. El esquema Ponzi, basado en pagar los intereses a los primeros inversionistas o la pensión, los primeros pensionistas, con las aportaciones de los nuevos inversionistas o de los nuevos futuros pensionistas, por su estructura piramidal, tiene un recorrido limitado ya que la base impositiva no es infinita y cuando la base deja de crecer toda la pirámide se derrumba. Lo hemos visto en la caída del consumo, en la congelación o recorte de las pensiones, lo hemos visto en la burbuja inmobiliaria y lo veremos en la burbuja de la deuda pública.
Al tratarse de un esquema piramidal legalizado ya que sirve para financiar, a través de impuestos, los presupuestos estatales, y de algunos partidos políticos, la velocidad de derrumbe es más rápida ya que se sustraen, del capital circulante, cantidades significativas de dinero para sostener la estructura de la Administración Publica. Sin embargo los dirigentes se han empeñado en sostener el error e intentar mantenerlo mediante tres medidas: ausencia de reforma de la Administración Pública (al contrario de lo que dicen el sistema necesita toda la estructura funcionarial ya que de lo contrario los ingresos caerían hasta el cero absoluto ya que la clase media y empresarial está hastiada de entregar dinero a los malversadores.
Por ello las reformas de la Administración Pública se retrasa una y otra vez) emisión de nuevo dinero (esto no reduce la deuda, aumenta el circulante dando una apariencia de que las administraciones pagan, pero el valor del dinero, aún sin referencia del patrón oro, tiene cada vez menos valor) emisión de más deuda (en los medios de comunicación se explica como un éxito que se cubran las emisiones de nueva deuda cuando en realidad supone un grado de más deuda, el éxito seria poder decir que los estados no precisan emitir deuda al equilibrar el ingreso con el gasto que cubra los compromisos de protección social derivada del pacto social entre ciudadanos y Estados) .Y cuando la pirámide se derrumba se socializan las pérdidas, y se emite deuda, que se paga con más emisión de dinero. Pero esta última pirámide, de deuda pública, se derrumbará como lo hacen todos los esquemas Ponzi.
Esta espiral no tiene en cuenta la empresa agro-ganadera que seguirá muriendo, hasta que una generación de emprendedores que no crean en la deuda ni en las subvenciones, aplicando nuevas herramientas de producción y de marketing sean capaces de trabajar fuera de la influencia de la intervención Estatal.