Editorial 3. Postulados de Kock y Antigenopoeia
Se entiende por Pharmacopeia un libro de el que se recogen las substancias medicinales, solas o en combinación con otras, y el modo de prepararlas. Por extensión se denomina Pharmacopeas a los textos, que cada país o grupo de países, publica como norma legal para la preparación, experimentación o prescripción de los medicamentos.
Si buscamos las raíces etimológicas encontraremos que literalmente Pharmacopeia puede traducirse como elaborando fármacos y que fármaco (del griego φάρμακον) es toda sustancia química purificada utilizada en la prevención, diagnóstico y tratamiento de una enfermedad. Por tanto en consecuencia las farmacopeas son libros que tratan sobre la elaboración de especialidades farmacológicas a partir de substancias químicas purificadas y ello excluye a las substancias biológicas usadas en el diagnostico y prevención de las enfermedades infecciosas o parasitarias.
Además de este razonamiento, que devuelve su significado correcto a la palabra farmacopea, existe un segundo argumento para separar; las vacunas y los reactivos para el diagnostico de enfermedades infecciosas, de la farmacopea: se trata de los postulados que Robert Kock aplico para establecer la etiología de la tuberculosis y que por extensión se usan para establecer los agentes causales de las enfermedades infecciosas (bacterianas, víricas y micoplasmicas) y parasitarias.
Dichos postulados pueden resumirse así:
1. El agente debe ser aislado en cultivo puro a partir de las lesiones de un animal o persona enferma.
2. Dicho agente debe provocar la enfermedad en un animal sano tras su inoculación
3. El mismo agente debe ser aislado de nuevo en las lesiones producidas en este
segundo individuo
Es decir las substancias biológicas susceptibles de usarse en la elaboración de un
reactivo diagnostico o de una vacuna son radicalmente diferentes de un fármaco ya que se tratan de substancias biológicas (no substancias químicas purificadas) y se seleccionan por el cumplimiento de los postulados de Kock (inaplicables a fármacos)
En consecuencia al tratarse de substancias diferentes también los textos, en los que se trata de su uso en la elaboración de especialidades en este caso biológicas (no farmacológicas), deberían ser diferentes.
Dichas substancias biológicas se denominan antígenos o inmunógenos. La palabra antígeno proviene de la fusión de los términos griegos: ANTI significa opuesto o con
propiedades contrarias y GENO significa generar o producir. De esta forma Antígeno
significa capaz de producir oposición.
En consecuencia el texto que describe la forma de usar antígenos para elaborar vacunas podría denominarse Antigenopoeia o Inmunopoeia veterinaria.
Desde Veterinaria Digital proponemos la creación de este texto (Antigenopoeia) independiente de la Farmacopoeia