Origen del ojo (2) ejemplo para datación filogenética y la nutrición. Divulgación 35

Los ojos se forman por la fusión de varias estructuras de tejidos embrionarios de distinto origen. La retina es un derivado del prosencéfalo, por tanto forma parte del sistema nervioso central, mientras que la córnea y el cristalino proceden del ectodermo superficial.
En el blog Divulgación 13 de 25 abril 2011 señalábamos que " Las Dras. Tessmar-Raible y Snyman en 2004 aislaron opsinas sensibles a la luz, en las células de los ganglios del anélido marino Platynereis dumerilii (fósil viviente con una trayectoria de 600 millones de años), de estructura muy similar a las opsinas que existen en los conos y bastones de los ojos de los vertebrados. De esta forma se establece una relación bioquímica directa entre el primer par craneal, de ganglios del sistema nervioso de los anélidos marinos, y el primer par craneal de ganglios del sistema nervioso de los vertebrados actuales (sus ojos)"
La retina se forma a partir de dos vesículas ópticas que nacen directamente de la porción anterior del tronco encefálico primitivo, al que están conectadas mediante los nervios ópticos. Estas dos vesículas se van aproximando, durante el desarrollo embrionario, poco a poco a la superficie y sufren una invaginación en la parte anterior, pasando de ser esféricas a tener forma de copa, dando origen al cáliz óptico que tiene doble pared por el plegamiento sufrido. La pared interna (que recubre el interior del cáliz óptico), dará lugar a la retina y en ella se encuentran las opsinas, mientras que la pared externa formará la lámina de células epiteliales ricas en melanina.
Al igual que con los ojos, de casi todos los órganos de los mamíferos actuales, pueden estudiarse sus precedentes, solo en fósiles vivientes, ya que los órganos difícilmente dejan restos fósiles minerales. Para el estudio de los ojos de los mamíferos podemos usar fósiles vivientes como los anélidos (600 millones de años), los peces (570 millones de años) y en las aves actuales (90 millones de años).
Los embriones de pollo son los mas usados para la datación de la aparición de los órganos (18 horas de incubación aparece el tracto alimentario; 21 horas formación del sistema nervioso; 23 horas formación de la sangre; 24 horas formación de los ojos; 25 horas aparición vasos sanguíneos y corazón; 35 horas formación cavidades auditivas; 50 horas observación del iris; 72 horas formación de extremidades y a las 120 horas formación órganos sexuales). Así podemos diseñar una escala temporal desde la aparición de cada órgano durante la evolución, en relación a su aparición en las horas del desarrollo embrionario. Dentro de las 500 horas que dura el desarrollo del embrión de pollo los ojos aparecen en el 4.8% del proceso.
Si estudiamos el ojo de los mamíferos, en concreto de la especie humana, los ojos aparecen en la hora 500 de la vida fetal dentro de una gestación de 6720 horas es decir en el 7.4% del proceso. La diferencia de %, entre aves y el hombre, se puede atribuir al proceso de neotenia de la especie humana, es decir, al nacimiento prematuro para favorecer el desarrollo del sistema nervioso y para corregir los problemas derivados del bipedismo (para que la especie humana naciese con igual capacidad motora que los pollos debería tener una gestación de 408 días (en este momento la aparición de los ojos se produciría también en el 5% del tiempo de desarrollo embrionario)
Así pues es adecuado concluir que si consideramos el desarrollo embrionario o fetal como una unidad temporal; que equivale a tantos millones de años como los transcurridos desde la aparición del órgano, en el animal primitivo, hasta la aparición de la especie, en el que lo estudiamos; podemos hacer un calculo de carácter ecuacional diferencial que permitan entender porque:
1) Los órganos aparecen en los animales por el mismo orden y en consecuencia los embriones y fetos tienen las mismas formas en etapas de desarrollo equivalente.
2) Los órganos aparecen en una escala temporal relativa similar entre a la aparición del órgano dentro del tiempo evolutivo y de la duración de su desarrollo embrionario.
3) La aparición de los órganos esta relacionada con la expresión genética de un patrón básico de ADN codificador que se ha mantenido sin cambiar a lo largo de millones de años de evolución y debe contener en consecuencia información genética de importancia básica vital en forma de genes maestros que da lugar al desarrollo ordenado de cada uno de los órganos.
4) Cada etapa embrionaria precisa de unos pronutrientes concretos relacionados con la expresión genética de los genes maestros universales.