Las plantas reaccionan inteligentemente y son capaces de informar a otras plantas sobre sus percepciones.

Así, cuando un árbol toca con sus hojas las hojas de otro árbol emite una señal química a través de sus raíces. Esta señal es recibida por las raíces de otras plantas vecinas que informan a su copa para que dirija sus ramas en la dirección opuesta.

De esta forma las copas evitan zonas ya colonizados y el bosque se extiende de forma más adecuada para aprovechar mejor la luz solar.

Otro tipo de comunicación, a través del aire, se produce cuando una planta es atacada por un herbívoro o por insectos. Así, la planta atacada informa a otras plantas de la misma especie para que concentren, en sus hojas, substancias contra el atacante.

De esta forma se demuestra que los vegetales son capaces de conocer su entorno, procesar la información, transmitirla a otras plantas, y actuar en consecuencia, es decir, inteligentemente.