Editorial 59: Reindustrialización agrícola y ganadera y cohesión social
Acabábamos nuestra editorial 58 con este deseo: «Desde Veterinaria Digital siempre hemos defendido el esfuerzo de agricultores y ganaderos para mantener el campo urbanizado, en expresión de George Pompidou, y deseamos que el nuevo año 2016 pueda cambiar la tendencia e iniciarse una proceso de desregularización y reindustrialización del sector primario como proponía Giorgio Napolitano»
Sin embargo parece que los acontecimientos son poco alentadores. Desde la concentración de agricultores y ganaderos ante el edificio del Consejo de Europa en Septiembre de 2015, pidiendo medidas para solucionar la caída de precios de la leche y de la carne de porcino, hasta la Feria IGW (Semana Verde Internacional) de Berlín en Enero de 2016 la situación se ha complicado. En muchas regiones europeas la capacidad de producción, agrícola y ganadera, se ha reducido hasta el 40% del consumo, muy por debajo de las recomendaciones internacionales que aconsejan el autoabastecimiento mínimo en el 60% del consumo, debido al cierre masivo de instalaciones por perdida de casi el 39% de los ingresos anuales de los productores. Una buena parte de Europa corre el peligro de dependencia alimentaria de otra parte de Europa o de terceros países. Productores de países tradicionalmente agrícolas como España, Francia, Grecia, Holanda e Italia se manifiestan abiertamente afectados por la situación.
Podemos exponer, en dos grupos, las principales causas de esta situación:
(1) Dificultades, que afectan a algunas regiones, debidas a deficiencias en los criterios unificados del mercado interno europeo:
1.1 Caída de los precios ocasionadas por las políticas de las grandes cadenas de distribución.
1.2 Desigualdad, de sueldos e impuestos, sobre los ingresos por el trabajo agrario en diferentes regiones europeas
(2) Dificultades comunes en todas las regiones europeas:
2.1 Reiteradas y cíclicas campañas contra la carne roja por poner, supuestamente, en riesgo la salud de los consumidores, las acusaciones sobre el uso de substancias prohibidas, en la cría de aves y producción láctea, han ocasionado graves descensos de consumos en los últimos 15 años. Algunos sectores declaran descensos de consumo del 25% en este periodo.
2.2 Importaciones extracomunitarias que ocasionan una pérdida de ingresos del 15%
2.3 Normativa medioambiental restrictiva que se acumula, una tras otra, sobre los productores.
Y lo peor de todo en nuestra opinión es que, en las agendas gubernamentales, la cuestión agrícola y ganadera no aparece. Un continente que desoye las advertencias, de Pompidou y Napolitano, parece condenado a la dependencia alimentaria en un futuro inmediato con las graves consecuencias que ello tiene para el mantenimiento de su cohesión y modelo social.