Las planarias son gusanos acuáticos que presentan una característica destacada consistente en que cuando son seccionados, cada una de las partes es capaz de regenerar un animal entero. Son capaces de regenerar todos los tejidos, desde el músculo a los intestinos e incluso el sistema nervioso.

El nombre científico de las planarias es Turbellaria, la Dugesia subtentaculata es la especie mas representativa, y filogenéticamente se encuentran en el origen de los platelmintos y de los animales bilaterales (de hecho se les considera los animales bilaterales mas primitivos) El estudio de su origen presenta la dificultad de que no existen fósiles debido a que su cuerpo es blando. Por ello la hipótesis actual expone que su origen se encuentra en una forma larvaria, de los cnidarios hidrozoos, que mantuvo esta condición genética e histológica, por bloqueo de los mecanismos de diferenciación, en los individuos adultos lo cual explicaría su capacidad de regeneración de tejidos y órganos.

En el proceso de regeneración intervienen dos tipos de células: los rabditos y los neoblastos. Los primeros son células secretoras del epitelio y protegen la herida con una secreción mucosa, que contiene substancias immunológicos, debajo de la cual se reconstruye un epitelio transparente y provisional denominado blastema. A este blastema, desde el resto del organismo donde constituyen el 30 % del total de los tejidos, migran los neoblastos. Los neoblastos son, en realidad células madres de unos 10 um con núcleo, ribosomas y mitocondrias, y que son capaces de producir, por diferenciación, los nuevos tejidos

Sin embargo el mecanismo de regeneración de los órganos no es inespecífico. Los estudios más recientes de los equipos del Dr. Aboobaker de la Universidad de Nottingham y de los Dres. Peter Reddien y Christian Petersen del Whitehead Institute indican que las planarias mantienen intactos los telomeros ( Ver Veterinaria Digital blog de Divulgación nº 12 de 11 de abril de 2011) a la vez que disponen de dos genes ( smed-Bcatetin y Wnt ) así como la secreción de un factor de crecimiento de los fibroblastos, del ganglio cerebral , que se expresan de forma diferente según el lugar del cuerpo donde se ha producido la herida pudiendo dar lugar , en consecuencia , a diferentes tipos de células , según las necesidades del individuo herido, incluidas las del sistema nervioso.