Las condiciones higiénicas en las actuales granjas avícolas y porcinas son la base para evitar la aparición y propagación de epidemias en estos animales. Dichas condiciones son el resultado de la aplicación de las conclusiones expuestas, en sus estudios, por FAR, KOCH y FLUGGE a lo largo del siglo XIX.

Después de que William Far (1807 -1883) estableciera dos criterios para evaluar la peligrosidad de una epidemia (porcentaje de mortalidad en relación a la población y confirmación de lesiones mediante autopsias); y de que Robert Koch estableciera, en 1884, los postulados de Koch (confirmación de patogeneicidad del agente infeccioso) se hizo necesario investigar cómo los microorganismos pasaban de un individuo a otro.

Fue Carl Flugge (1847 -1923) quien, en 1890, demostró la existencia de las microgotas que se expulsan al respirar como mecanismo de infección entre individuos. Se les denominó «gotas de Flugge» y aunque tienen un tamaño reducido, de 5 a 10 micras, pueden albergar bacterias y virus, esencialmente respiratorios, transportándolos de un lugar a otro.Con las aportaciones de Far, Koch y Flugge los veterinarios clínicos, de la industria productora de alimentos del siglo XX, podían establecer medidas higiénicas para minimizar la mortalidad o reducir la expansión de la epidemia, aunque para ello debieron tener en cuenta algunas características de las condiciones de crianza tales como:

• La crianza se realizaba en altas concentraciones de animales por m² de superficie o por m³ de aire.
• Las altas concentraciones disminuyen la calidad del aire por aumento de partículas infectivas y de gases tóxicos (CO₂ y NH₃) en el aire.
• Como consecuencia se incrementa la patogenicidad de los microorganismos debido a numerosos «pases» entre individuos.
• El aumento de concentración de gases tóxicos derivados del desequilibrio entre la respiración y la ventilación (CO₂), y por la fermentación de la materia orgánica del excremento (NH₃), producen irritación de las mucosas respiratorias que se hacen más permeables a la infección de bacterias y virus.

Con estas consideraciones los veterinarios clínicos decidieron aplicar algunas medidas para frenar la expansión de las epidemias, frenar el incremento de patogenicidad del microorganismo y mejorar la calidad de las mucosas respiratorias. En esencia se basan en:

• Reducir las concentraciones de aves y porcinos por m² de superficie o por m³ de aire a niveles más higiénicos.
• Mejorar las construcciones de forma que haya más acceso al aire limpio, y a su renovación, incluyendo detectores de gases tóxicos que pongan en marcha sistemas de ventilación en caso de alcanzarse niveles indeseables.
• Acceso fácil a la comida y al agua (cm lineales de comedero y flujo de agua por minuto) como una forma de reducir el estrés de la competencia.
• Finalmente las nuevas legislaciones, que se están implantando, contemplan el acceso a espacios abiertos al aire libre adjuntos a las granjas.

En Veterinaria Digital apoyamos la implantación de todas aquellas medidas higiénico-sanitarias que mejoren la calidad de vida de los animales, en todas las granjas, evitando la formación de núcleos epidémicos y su expansión.