Editorial 64: Observación de la naturaleza

En épocas modernas, y también en épocas antiguas, la humanidad ha tenido siempre tendencia a considerarse sabia. Incluso ha llegado a denominarse a sí misma como Homo sapiens (hombre sabio). Sin embargo a medida que avanzamos en el conocimiento de la ciencia, cada vez más, podemos cuestionarnos si realmente somos lo suficientemente sabios como para autocalificarnos de sapiens. Charles Darwin afirmaba:" Siempre es recomendable percibir claramente nuestra ignorancia." y con ello manifestaba la necesidad de centrarnos más en lo que no conocemos que en aquello que ya sabemos.
Otro homínido anterior, que vivió hace entre 1.9 y 1.4 millones de años en el periodo Calabriense (Pleistoceno medio), es conocido como Homo ergaster (hombre trabajador) debido a su trabajo con industria lítica. En el aparecen los primeros rasgos anatómicos que permiten suponer que tenía habilidades primitivas para la abstracción (imaginación) y lenguaje oral. Esta capacidad de abstracción es la que los hacia capaces de observar una huella y asociarla al animal a que correspondía. Y esto nos lleva al objeto de esta editorial: La observación de la naturaleza.
Observar la naturaleza es una manera fiable y relativamente rápida de hacer el salto de "ergaster" a "sapiens". La naturaleza de carácter geológico y químico lleva desarrollándose en el Universo desde hace 13.800 millones de años y la naturaleza de carácter biológico y bioquímico lleva desarrollándose en la Tierra desde hace 3.800 millones de años en su forma primitiva y unos 3.500 millones de años en su forma exigencia.
¿Cómo podemos pretender hacer avances científicos sin observar los logros que la naturaleza ha obtenido a lo largo de miles de millones de años en temas como la fisión fría, formación de elementos a partir de otros, el despegamiento del código genético que permite la aparición de nuevas especies que posteriormente serán seleccionadas o la importancia de moléculas básicas en la bioquímica de la vida?
Sin embargo la observación no sería suficiente si no es debe seguida por la meditación. Tal como afirma Marco Tulio Cicerón:" La observación de la naturaleza y la meditación han generado el arte" Aqui el termino arte no se cita solo como alguna actividad relacionada con la estética. Recordemos que el origen el término arte deriva del latín "ars" y del griego "techne" de modo que la tecnología también forma parte del concepto arte. De este modo con Cicerón se introduce la meditación como el siguiente paso de la observación.
Solo nos queda para convertirnos en sapiens comprobar que la observación y la meditación han transcurrido por los caminos adecuados. En este punto nos ayuda Denis Diderot:" Nuestra observación de la naturaleza debe ser diligente, la reflexión profunda y nuestros experimentos exactos. La observación recoge hechos, la reflexión los combina, la experimentación verifica el resultado de esta combinación."
En caso de las ciencias veterinarias debemos destacar la importancia que tiene la observación como parte del método científico que debemos aplicar. La observación científica es el primer paso cronológico del método científico y consiste en un procedimiento de recolección de datos e información del objeto o fenómeno de toda investigación, mediante el uso de los sentidos, y formularse las preguntas acerca del fenómeno natural en estado primigenio sin intervención del investigador. Solo así podremos elaborar una hipótesis, ponerla a prueba mediante experimentación y llegar a conclusiones. Los grandes sapiens veterinarios se iniciaron a partir del contacto con la enfermedad de los animales.
Como expuso Oliver Sacks (Londres 09 julio 1933- New York 30 Agosto 2015) haciendo referencia a la medicina humana expresaba:" En el examen de la enfermedad ganamos sabiduría sobre la anatomía, la fisiología y la biología". También la ciencia veterinaria forense, evoluciona desde el estudio de los órganos enfermos, y su curación, al intento de mantener los órganos en funcionamiento fisiológico para llegar hasta a la comprobación de los mecanismos intracelulares que mantienen sanos los órganos y su relación con la diferenciación celular y la aparición de los órganos. Con este último paso llegamos indefectiblemente a la evolución de las células primitivas, animales y vegetales, desde los proplastos libres y la molécula básica circular de material genético presente en todas las células vivas.