Transparencia 36: Corruptio optimi, pessima.
Efectivamente no hay cosa peor que la corrupción de lo mejor. A los análisis, ya citados en Transparencia, de Tucidides (1); Marcus Tullius Cicero (2); Sextus Afranius Burrus y Lucius Annaeus Seneca (3) Juan de Mariana y Francisco de Quevedo (19) Los anillos de Giges de Platon (33) podemos añadir el análisis que sobre la corrupción hace J.M Bergoglio en su libro «corrupción y pecado» publicado en 2005.
Según Bergoglio las principales características del corrupto son seis:
1. El corrupto pone cara de yo no fui.
2. Ante cualquier crítica el corrupto descalifica a la persona.
3. El corrupto se erige en juez de los demás.
4. El corrupto no conoce la amistad, sino la complicidad
en consecuencia,
5. El corrupto se siente un ganador
y finalmente,
6. El corrupto pierde la esperanza.
Consecuencia de ello, la corrupción se extiende, se expresa en una atmosfera de triunfalismo y finalmente lleva a perder, socialmente, el pudor que custodia la verdad.
Si aplicamos este análisis, junto a los anteriores, a los siguientes datos sabremos porqué, los países del sur de Europa, están en situación de crisis de lo público, aunque en un principio se intentó atribuir falsamente la crisis al sector privado, y estas son algunas consecuencias de la corrupción extendida en un país de cuyo nombre no quiero acordarme:
(a) El estadillo oficial de personal al servicio de las Administraciones Públicas es de 2,63 millones de asalariados pero la encuesta de Población Activa indica que las Administraciones Públicas tienen 3,04 millones de asalariados. Es decir existen 410.000 asalariados, la mayoría en entes públicos y de estos, solo el 1,5% es funcionario de carrera.
(b) También a nivel municipal existen 30.000 asalariados no existentes en los estadillos públicos (es decir unos 600 por provincia).
(c) Incluso hay «colocados» en organismos internacionales, ONU y agencias vinculadas, que cobran sueldos elevados libres de tributación.
(d) Si analizamos la estructura del gasto de estos entes públicos concluiremos que destinan entre el 40 al 60% a pagar salarios.
Esto los clasificaría como entes no eficientes (todos aquellos que usan más del 20% de sus recursos a pagar salarios).
(e) Si analizamos la tributación y los conceptos aprobados para las dietas de los asalariados públicos y políticos observaremos que se incluyen aparcamiento en aeropuertos, viajes en tren o coche, regalos , comidas de trabajo, facturas de teléfono, atenciones sociales, viajes y hasta aviones privados y gastos sin especificar originados por la actividad. Esto constituye un agravio comparativo.
(f) El 23% de los pensionistas, muchos procedentes del sector público, tiene unos ingresos superiores al tramo salarial medio de los trabajadores en activo.
Enfocando lo anterior al sector veterinario, desde Veterinaria Digital, hemos señalado la necesidad de reformar o suprimir la Agencia Española del Medicamento y consideramos que en un futuro no muy lejano, antes de reformarla o suprimirla, debería analizarse este ente, teniendo en cuenta los conceptos de Bergoglio, el estadillo de asalariados y sus funciones, el porcentaje de ingresos destinados a salarios, los «colocados» en organismos internacionales (si existiesen), así como la relación entre cargos públicos y su paso posterior a la prestación de servicios en la industria o en las patronales del sector.