Transparencia 28: Desde Westfalia al siglo XXI
El sector productivo primario y una buena parte de la población están sometidos, en las últimas décadas, a un empobrecimiento general por su sometimiento estructural a elites políticas y económicas que están llevando a países y continentes enteros a unos niveles de pobreza insospechados hasta el momento.
Sin embargo esta situación no es fruto de un error puntual sino, más bien, de la evolución de unas estructuras del pasado. Expondremos algunos hechos que consideramos relevantes:
1. El 24 de noviembre de 1648 se firmo el tratado de Westfalia que, poniendo fin a la denominada guerra de los 30 años, definió los principios de la soberanía nacional, convirtiéndose en la constitución del nuevo sistema de Estados en Europa.
2. En las siguientes décadas, siguiendo ritmos diferentes en cada Estado, se establecieron las estructuras internas y se seleccionaron, sin participación de los pueblos, a las elites dirigentes.
3. En el siglo XVII se fundaron los bancos nacionales en los que ejercían el poder dos grupos influentes: El Estado y los accionistas privados, pertenecientes a las elites, que designaban a la mayoría de los directores. Por ejemplo en España en 1782, el rey Carlos III, creó en Madrid una sociedad por acciones, cuya propiedad correspondía a instituciones y sujetos particulares. Aunque no era un banco público, gozaba de la protección de la Corona, y mantenía estrechos lazos financieros con el Estado. Se llamó Banco Nacional de San Carlos. Con los años este banco pasó a denominarse Banco de S. Fernando, Banco de Isabel II y finalmente Banco de España.
4. Establecidas las estructuras estatales, sus elites dirigentes y los bancos estatales (mal llamados bancos nacionales) el sistema empezó a trabajar en el desarrollo de cada nación-estado durante las siguientes décadas mientras, gracias a ello, las elites económicas amasaban grandes capitales.
5. En la segunda mitad del siglo XIX movimientos cívicos, opuestos a los privilegios de las elites, dieron lugar a partidos políticos que, después algunos años para encontrar su lugar en el esquema derivado del Tratado de Westfalia, acabaron en algunos países pactando con los partidos políticos existentes hasta el momento. Por ejemplo en España el 24 de Noviembre de 1885 se estableció el Pacto del Pardo, también conocido como Canovas-Sagasta, que establecía la alternancia en el poder de dos partidos políticos y garantizaba la continuidad monárquica como representante de la nación-estado westfaliana. El resultado práctico fueron los gobiernos alternantes, de Sagasta (27 de noviembre tres días después de pacto y sin elecciones generales) y Cánovas, que acabaron con el desastre de 1898. Sin embargo la estructura politica-economica ya estaba tan arraigada, aunque debilitada por el fracaso económico, que Sagasta volvió a formar gobierno en 1901.
6. El modelo agotado necesito, casi dos décadas después, una nueva reformulación. En España se celebro el 18 de Junio de 1916 y es conocida como la Asamblea del Palace haciendo referencia al hotel lugar de la reunión.
Con estos seis puntos llegamos a las consecuencias del Tratado de Westfalia, de las elites gobernantes y los bancos estatales: dos guerras mundiales, la crisis económica mundial de 1929 e innumerables guerras civiles y coloniales muchas de ellas derivadas de rivalidades familiares y económicas entre las elites (guerra de los Boers). Casi todo en detrimento de los sectores productivos primarios y de los ciudadanos.
Este ciclo vuelve a reproducirse años después de la segunda guerra mundial si bien con otras instituciones: tratados de naciones-estado, fundación de estructuras bancarias, establecimientos de elites económicas, pactos entre partidos constitucionalistas en cada nación-estado, establecimiento de una clase burocrática para proteger el modelo, controlar las actividades y la economía de la sociedad civil. Expondremos algunos hechos que consideramos relevantes:
1. El 24 de octubre de 1945 se firma la Carta de las Naciones Unidas equivalente, moderno, del Tratado de Westfalia
2. En 1945 nace el sistema financiero de Bretton Woods que establece el patrón oro como sistema para evaluar cada moneda nacional y el establecimiento de dos instituciones: el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Y la posterior integración, junto al Banco Mundial, en el Grupo Banco Mundial (GBM) equivalente, moderno, de los bancos nacionales.
3. Al igual que en el ciclo anterior el tratado de las naciones-estados y los bancos empiezan a trabajar para el desarrollo, en especial, de los países europeos devastados por las guerras mundiales y las elites oficialistas amasan grandes fortunas con esta actividad.
4. Al igual que en el ciclo anterior se hacen pactos políticos que incorporan novedades a la estructuración de los estados y la economía. Así en 1953 se crea la Comunidad Económica Europea (actual Union Europea) y 1971 se anula el patrón oro y se impone un cambio en el sistema monetario mundial, al FMI, del sistema de tipos de cambio fijos a uno de tipos de cambio flotantes. Esto permite a los estados-nación emitir moneda sin otro respaldo que el fiduciario y con ello abriendo la puerta a la creación de la actual deuda publica.
5. La crisis derivada del desastre económico, deuda publica impagable por los ciudadanos, destrucción del tejido productivo primario irremplazable en menos de dos décadas y paro elevado son los equivalentes, modernos, del desastre de 1898 y 1929.
Actualmente estamos en el quinto estadio del ciclo: el modelo esta agotado y necesita ser reformulado. La transparencia será fundamental para evitar que este segundo ciclo se cierre, como el primero, mediante grandes guerras. La transparencia puede evitar que los ciudadanos sigan sometidos a estructuras políticas anacrónicas (Westfalia) o inoperantes (ONU), a elites políticas y económicas (viven de los negocios del estado convirtiendo los estados westfalianos en pantomimas al servicio de sus intereses económicos) y de las clases funcionariales que protegen la endogamia política y económica, frenan cualquier crecimiento e innovación dejando a los países sin modelo productivo primario y politizando la educación, sanidad y justicia.
En consecuencia la sociedad civil esta movilizándose en muchos países pero hay que estar alerta ya que dos peligros están latentes:
1. Los representantes de las manifestaciones populares pueden pactar su incorporación a gobiernos como ocurrió en el pacto canovas-sagasta
2. Los representantes de las elites pueden ponerse al frente de las manifestaciones con el objetivo de frenarlas y prolongar el estatus actual.
Cualquiera de los dos dejaría a la ciudadanía en situación de desamparo y los extremismos desembocarían como en el ciclo anterior en grandes catástrofes que borrarían las pruebas de la corrupción que estamos viviendo.