Transparencia 21 El grupo político-funcionarial
En el anterior blog «Transparencia 20: El origen y los Instrumentos de la Corrupción» indicábamos que era necesaria la actuación conjunta de un grupo político-funcionarial, un grupo delictivo, y un grupo financiero. En Transparencia 21 analizaremos el aspecto político funcionarial que inspira, mediante la preparación de legislaciones restrictivas o reglamentos internos que favorecen y protegen la comisión de delitos por parte de miembros de determinados lobbies.
El origen político de la crisis actual queda clarificado cuando analizamos tres frases expuestas, en un debate público, por los dos candidatos a la presidencia de su país. Uno de los candidatos tiene un desliz y dice:» Ahora es usted el que miente» aceptando que anteriormente el mismo ha mentido. Un poco más tarde acusa al otro candidato diciéndole: «Si usted dijera lo que piensa no le iban a votar ni los suyos» aceptando que existen agendas ocultos que no constan en los programas electorales. A lo cual un poco más tarde el otro candidato le contesta: «Usted es un maestro en decir una cosa y hacer otra». En cualquiera de los casos el ciudadano puede concluir que ambos candidatos mienten, que ambos lo saben, y considerar que los partidos políticos se han convertido de una forma u otra en algo parecido a una empresa teatral que, aun escenificando un cierto enfrentamiento en público, comparten en privado unos intereses que les unen en la búsqueda, compartida, de la palanca del poder: el dinero público.
Cuando después de la elecciones uno de ellos llega lícitamente al poder, se inicia una nueva fase pasando de la demagogia preelectoral a la creación de una realidad virtual para justificar de las situaciones. Así en la actualidad se explica que la crisis empezó por la burbuja inmobiliaria que a su vez produjo una crisis financiera y de ahí la pérdida de puestos de trabajo para desembocar finalmente en el déficit actual de los estados. En realidad debería explicarse por otro orden: El elevado déficit publico ocasiono la crisis financiera y esta condujo a crisis de empleo por falta de financiación de las empresas agravada por (y volvemos a lo público) el exceso de regulación intervencionista. La burbuja inmobiliaria es una pieza separada del proceso que se usa para confundir.
Basta con leer los periódicos para encontrar pruebas de que la crisis actual tiene su origen en el inmenso déficit publico derivado del gasto excesivo y del endeudamiento de los estados. Estas pruebas van desde el excesivo gasto en personal de las administraciones públicas, al uso de fondos públicos para compensar las pérdidas en las empresas públicas (en cuanto a las partidas incluidas en presupuestos) así como a la generación de gastos a las empresas derivados de pagos por actividades ilícitas como asesoramientos o ayudas en gestiones por parte de concejales, alcaldes y ministros de gobiernos ante diferentes estamentos de las administraciones públicas. Además podemos encontrar temas relacionados con el gasto generado por el nepotismo, el clientelismo político, o fraudes organizados como pago de pensiones a personas fallecidas, prestaciones de desempleo a personas que trabajan, o ayudas para la integración de familias que ya no viven en el país que les acogió o la concesión de ayudas a entidades relacionadas con algunos políticos, sindicalistas y otros lobbies.
En toda esta situación no faltan funcionarios (generalmente contratados por designación como altos cargos) que en medio de la crisis se permiten dar lecciones a las empresas privadas proponiendo el intervencionismo estatal como solución. Así en plena crisis de la deuda pública no ha faltado alto cargo del banco estatal que considere que determinadas entidades financieras deben reducir tamaño y que ha propuesto legislaciones que favorezcan la desaparición de entidades bancarias considerando un fracaso si no se consigue tal objetivo. Quizás deberían preocuparse por el maquillado de las cuentas de entidades públicas como televisiones estatales o regionales y por la cesión de propiedades inmobiliarias de entidades del estado a entidades privadas, sin contraprestaciones conocidas, en lugar de dar consejos a quienes lo único que necesitan es que la administración pública les deje trabajar en paz.
El nombramiento de gobiernos de unidad nacional o gobiernos de perfil técnico en algunos países es la constatación de que la estructura política actual está podrida ,por la invasión de individuos que no son políticos ni funcionarios sino delincuentes disfrazados de políticos o funcionarios , y que se hacen necesarios profundos cambios tales como leyes de transparencia para la administración pública, auditorias independientes, poder judicial independiente de los otros poderes y especialmente listas abiertas para las candidaturas de los partidos políticos honestos.