Editorial 74: Los réptiles y los anfibios del siglo XXI
Editorial 74: Los réptiles y los anfibios del siglo XXI

En el lado opuesto a los neo-déspotas, de los que nos ocupamos en la editorial 72, en toda sociedad podemos encontrar los benevolentes.
En medio de ambos, están los mediocres, los neo-réptiles y los neo-anfibios. De ellos nos ocuparemos en este artículo siguiendo la descripción que hizo, hace 2490 años, Esopo en sus fábulas: «La víbora y el labrador» y «La rana que quiso ser buey».
La primera hace referencia a una víbora moribunda que fue recogida, en el campo, por un labrador. La llevo a su casa para cuidarla y acabo, por maldad, mordiendo a los hijos del labrador. Esopo busca llegar a la moraleja que de nada sirve hacer el bien con quienes sólo están predispuestos a devolver el mal.
La segunda hace referencia a una rana que, al ver a un buey enorme, por envidia empezó a hincharse, queriendo llegar a ser tan grande como él, hasta que explotó. Esopo busca llegar a la moraleja de la necesidad de valorar lo que cada uno es y que quien no lo hace termina viviendo y muriendo infeliz.
En la sociedad actual, incluidas las empresas, proliferan los mediocres neo-réptiles y los mediocres neo-anfibios. Los primeros son personas o profesionales mediocres que, aprovechándose de la benevolencia de la sociedad o de las empresas, primero medran y luego muerden a quienes les han apoyado.
Los segundos son personas o profesionales mediocres que hinchan sus currículums, aprovechando la benevolencia de la sociedad o de las empresas, para querer aparentar más de lo que realmente son.
La experiencia demuestra que, felizmente, tal como ocurre en las fábulas de Esopo, al final el labrador mata a la víbora y la rana explota después de una vida infeliz.